‘Cuerpos celestes’, una buena campaña comercial de la Iglesia
(Un
texto de L.G. en el XLSemanal del 20 de marzo de 2016)
Los
cadáveres enjoyados fueron ideados por el vaticano para frenar el luteranismo. Una
novela recrea la historia de los 'cuerpos celestes'.
¿Qué
son Cuerpos Celestes, hermana? «Es llanamente la mayor campaña de propaganda de
la Iglesia católica desde que los ángeles movieron la piedra del sepulcro de
nuestro Señor Jesucristo para ayudarlo a salir resucitado». La que responde así
en la novela ‘El viaje de los Cuerpos Celestes’, de Javier Gonzalez (Ediciones
B), es la monja encargada de reconstruir y distribuir por Europa los cadáveres
de los primeros cristianos hallados en las catacumbas de Roma, para frenar así
el avance de la Reforma protestante.
Este
hecho real fue documentado hace dos años por el americano Paul Koudounaris con
unas espectaculares fotografías […]. Y no hay nada cínico en lo que afirma la religiosa,
convertida en heroína en la apasionante novela, sino la firme decisión de
acabar con las, guerras de religión en esa parte de Europa.
La
historia real comienza cuando el suelo de un viñedo se hundía en 1578 y se
descubrieron unas catacumbas. El Papa Gregorio XIII vio en aquel suceso una
serial celestial y decidió convertir esos restos en reliquias de mártires pare
contener el avance de los protestantes. Las Iglesias católicas habían sido
arrasadas y no tenían reliquias que mostrar a los fieles.
En
la actualidad, una veintena de estos cuerpos yacen en criptas y monasterios de
pequeños pueblos de Alemania, Suiza y Austria, como registró Koudounaris.
Lo
que había en realidad en las catacumbas eran huesos de cristianos que ningún
familiar reclamó cuando Constantino legalizó el cristianismo en el siglo V. Las
pruebas forenses de la época permitieron identificar heridas y causes de la
muerte 'evidentes', como el ataque de un lean o una crucifixión, en una
veintena de cadáveres.
Según
los expertos consultados para la novela, solo una pequeña parte de estos huesos
pertenecían, en realidad, a mártires. El resto, que pudieron ser cientos, eran cadáveres
'comunes'. En cualquier caso, las monjas -las únicas que podían manipularlos-
los reconstruyeron usando madera o pasta de papel para completar los huesos que
faltaban; Incluso se articuló a los esqueletos para que pudieran estar sentados
o recostados.
Las
piezas de las articulaciones están bañadas en oro. No se reparó en gastos. El
Papa envió para enlucir a los mártires piedras preciosas y suntuosas telas.
Todo, para impresionar al pueblo.
«Quiero
que nuestros mártires sean recibidos por multitudes enfervorizadas, por el
pueblo humilde y llano. Nunca levantaremos una barrera contra la Reforma solo
con burgueses». La decisión -atribuida en la novela a la monja protagonista- pudo
no ser de una religiosa, pero la cierto es que se contrató a una compañía de
teatro hábil en los 'efectos especiales` para acompañar las entregas de los mártires
a las parroquias con una representación de su sacrificio.
Fue
un éxito. Se recaudaron miles de ducados de oro y se asentó el catolicismo en
feudo protestante... durante un tiempo. En el siglo XIX, estos mártires cayeron
en descredito y fueron apartados. Hasta ahora...
La
obsesión del Papa Gregorio
El
Papa Gregorio XIII estaba obsesionado con Inglaterra. Quería destronar como
fuese a la hereje y bastarda Isabel Tudor. Para ello empleó todos los métodos
de los que dispuso. Armas y oro, desde luego, pero también sicarios asalariados.
Todas las tentativas se frustraron y dejaron vacíos los cofres del erario
vaticano. El empeño del Papa de acabar con las guerras de religión en el centro
de Europa, para lo que usó los Cuerpos Celestes, tenía que ver con esta obsesión.
Quería cerrar ese frente para poder centrar todo el esfuerzo bélico en Inglaterra,
que hasta pensó en invadir.
Etiquetas: Culturilla general, Pequeñas historias de la Historia
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