San Jorge y las flores
(Un texto de David Navarro en el Heraldo de Aragón del 21 de abril de 2018)
Es el santo que une Aragón con el
este de Europa, que nos conecta espiritualmente. Y se celebra con flores
silvestres y coronas.
Cuando un visitante de Bulgaria o
Serbia descubre que San Jorge es el patrón de Aragón siempre se muestra
sorprendido. La misma emoción que siente un aragonés cuando ve a San Jorge
matando al dragón en un icono ortodoxo en venta en tiendas de los Balcanes.
Jorge de Capadocia nació en la actual Turquía a finales del siglo III. Soldado
romano, no dudó en hacer pública su religión a pesar de la persecución
cristiana, hasta morir por ello el 23 de abril. A España llegó con el rey
aragonés Pedro I, a quien, al parecer, se le apareció durante la batalla de
Alcoraz en 1096 y por la que logró la conquista de Huesca. Y desde 1461 es
festivo en el Reino de Aragón.
Pero más allá de dragones y
leyendas, San Jorge está también ligado a la naturaleza. En Alcañiz (Teruel),
en la escenificación de la lucha entre el santo y el dragón, la victoria final
tiene lugar con un ramo de flores silvestres. Además, se sitúan en la localidad
diversos puestos para vender flores y ramos. Y no es casual: en realidad, la
fiesta de San Jorge está unida, como tantas otras en la religión, con otras
celebraciones paganas, en este caso muy relacionadas con la primavera y las
flores. En Bosnia-Herzegovina y Serbia, el Djurdjevdan es la versión pagana del
día de San Jorge: gente de la etnia romaní decora sus casas con flores y ramas
como bienvenida a la primavera. Y en algunos, pueblos se conserva la tradición
de preparar baños con agua bendita y flores. Por las diferencias entre el
calendario gregoriano y el juliano, eso sí, allí se celebra el 6 de mayo.
En Serbia, la tradición ha sido
reconocida por la Unesco en su lista de Patrimonio mundial y une por igual a cristianos
y musulmanes. El día anterior a San Jorge hay que acudir a los bosques y prados
a coger las ramas y adornos naturales. Se supone que traerá salud, fertilidad y
además favorecerá las próximas cosechas. El día de San Jorge, con lirios del valle,
se elaboran coronas que colgarán en la puerta de las casas durante todo el año.
Los jóvenes tejen cadenas de flores para regaladas entre sí y al final de la
jornada se arrojan al río.
Es fiesta nacional, además, en
Inglaterra, Georgia, Génova, Etiopía, Portugal y Bulgaria. En este último país
supone una jornada familiar muy importante, y es tradición reunirse en torno a
un delicioso plato de cordero. Pero en Bulgaria San Jorge es, además, el patrón
de la agricultura. Y de ahí viene su relación con la naturaleza. Dice la
tradición que ese día hay que levantarse temprano y salir al campo, para tomar
de las hojas las gotas de rocío con las que lavarse la cara y honrar así a la
naturaleza. A la fiesta se la llama “San Jorge florido” y todavía hay localidades
dónde se tejen coronas para el cordero que ese día se consumirá en familia.
Etiquetas: Tradiciones varias
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