Guía básica sobre vampiros
(Leído en un artículo de David Benedicte en el XlSemanal de hace unos meses)
Son, con permiso del hombre lobo, los más famosos seres terroríficos de la cultura popular. Pero ¿cuál es su origen y qué formas de protección existen contra los 'no-muertos'? Se lo contamos.
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¿Realidad o mito? El vampiro es una criatura mítica cuyas leyendas surgen de casos de patologías reales como la rabia o la porfiria, enfermedad de carácter hereditario relacionada con la sangre. Abundan sus historias en lugares tan distantes como Perú, Laponia o España, como muestran las guaxas en Asturias, las guajonas en Cantabria y las meigas chuchonas en Galicia, todas ellas con un solo colmillo para succionar la sangre de sus víctimas, sobre todo niños.
¿Quiénes son sus precursores? La primera noticia que tenemos de los `seres de la noche´ aparece en Mesopotamia, donde se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utuhu y los Maskin. Estos seres, a quienes se culpaba de las enfermedades y las pestes, tenían apariencia de vampiros. Más tarde, en el Antiguo Egipto, surgen otras deidades vampíricas como Srun, con aspecto de lobo y largos colmillos.
Drácula, novela escrita en 1897 por el irlandés Bram Stoker, se basa en la historia de una persona real: Vlad Tepes o Vlad III de Valaquia. Fue el más sanguinario de los hijos de Vlad Dracul (que significa "demonio" en rumano).
¿Quién los defendió a capa y espada? El monje benedictino Dom Augustin Calmet (1672-1757) avivó las creencias en el vampirismo al recopilar en su obra Tratado sobre los vampiros todas las leyendas y fábulas sobre los 'chupasangres' que circulaban por Europa. Paradójicamente, la idea inicial del religioso era rebatir su existencia.
¿Cómo se ahuyentan? Los recursos más cinematográficos para ahuyentar a los vampiros son las ristras de ajos, los crucifijos y las estacas de madera –único modo de rematarlos si se encuentran en su ataúd–, pero existen otras. Se cuenta que, hasta hace pocos años, sobre todo en las regiones transilvanas, los cadáveres se desenterraban a los tres años del fallecimiento para, en caso de que no se hubiera descompuesto, clavar la famosa estaca en su corazón.
¿Existe la maldición de Drácula? Bela Lugosi, actor de origen húngaro que protagonizó la adaptación en Hollywood del Drácula de Bram Stoker que dirigió Tod Browning en 1931, acabó sus días convencido de ser la reencarnación del vampiro más famoso de todos los tiempos. Consumido por su adicción a la morfina, dormía en un ataúd y fue incinerado llevando puesta su famosa capa negra. Así es como lo indicaba en su testamento.
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