Econofísica
(La columna de Pablo Rodríguez Suanzes en el suplemento económico del Mundo del 5 de septiembre de 2010)
Al intentar explicar una crisis o la bancarrota de una empresa es muy habitual utilizar símiles del mundo natural, como "tormenta perfecta", "terremoto" o "tsunami". Son licencias habituales. Pero, ¿y si además de metáforas se utilizasen las herramientas de las ciencias para entender el mundo de las finanzas? Los econofísicos aplican desde hace años teorías y modelos de las ciencias puras a la economía, estudiando el comportamiento de los mercados, imprevisibles y propensos a los altibajos, como el de las placas tectónicas o las fallas. Por ello proponen: ¿qué mejor que una escala Richter especial para la sísmica de los propios mercados? (más info en http://www.nytimes.com/2010/08/01/weekinreview/01dash.html)
La econofísica no es nueva. Sus planteamientos se sistematizaron en los 90, pero los físicos llevan décadas implicados en el día a día de los mercados, desarrollando programas y modelos de análisis (los famosos quants) o como teóricos. Todo vale para predecir la fluctuación de las acciones: utilizar las ondas de Elliott, o "las oscilaciones aparentes cuando se ve al tiempo una escala logarítmica" e incluso la teoría de la percolación, con "paralelismos y analogías entre los incendios forestales, la propagación de epidemias y el intercambio de información en mercados financieros" (http://www.didyf.unizar.es/info/jlsubias/Econofis.htm).
Los econofísicos enviaron en mayo una carta abierta a George Soros (http://unifr.ch/econophysics/blogs/?p=25) buscando su apoyo para propiciar "nuevos enfoques" a una devaluada teoría económica, pero de momento no lo han logrado. Hay otras ramas curiosas: son la neuroeconomía, que "se concentra en la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre" o "la dinámica económica caótica", que aplica "las técnicas de la matemática del caos al estudio de la dinámica del ciclo y el crecimiento".
Al intentar explicar una crisis o la bancarrota de una empresa es muy habitual utilizar símiles del mundo natural, como "tormenta perfecta", "terremoto" o "tsunami". Son licencias habituales. Pero, ¿y si además de metáforas se utilizasen las herramientas de las ciencias para entender el mundo de las finanzas? Los econofísicos aplican desde hace años teorías y modelos de las ciencias puras a la economía, estudiando el comportamiento de los mercados, imprevisibles y propensos a los altibajos, como el de las placas tectónicas o las fallas. Por ello proponen: ¿qué mejor que una escala Richter especial para la sísmica de los propios mercados? (más info en http://www.nytimes.com/2010/08/01/weekinreview/01dash.html)
La econofísica no es nueva. Sus planteamientos se sistematizaron en los 90, pero los físicos llevan décadas implicados en el día a día de los mercados, desarrollando programas y modelos de análisis (los famosos quants) o como teóricos. Todo vale para predecir la fluctuación de las acciones: utilizar las ondas de Elliott, o "las oscilaciones aparentes cuando se ve al tiempo una escala logarítmica" e incluso la teoría de la percolación, con "paralelismos y analogías entre los incendios forestales, la propagación de epidemias y el intercambio de información en mercados financieros" (http://www.didyf.unizar.es/info/jlsubias/Econofis.htm).
Los econofísicos enviaron en mayo una carta abierta a George Soros (http://unifr.ch/econophysics/blogs/?p=25) buscando su apoyo para propiciar "nuevos enfoques" a una devaluada teoría económica, pero de momento no lo han logrado. Hay otras ramas curiosas: son la neuroeconomía, que "se concentra en la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre" o "la dinámica económica caótica", que aplica "las técnicas de la matemática del caos al estudio de la dinámica del ciclo y el crecimiento".
Etiquetas: Economía para curiosos
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