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jueves, septiembre 20

Grecia, entre el despilfarro y la picaresca

(Un artículo de Irene H. Velasco publicado en El Mundo del 9 de mayo de 2010. Seguro que se podrían escribir cientos de artículos igual de escandalosos sobre nuestro país, pero siempre es curioso ver que la picaresca funciona en otros sitios igual de bien -o de mal-)



En Grecia ocurren cosas extrañas, fenómenos casi paranormales. Ahí están esos 60.000 griegos que, aunque están muertos y enterrados, siguen cobrando una pensión de jubilación. O esas 320.000 personas que, a pesar de estar perfectamente sanas, ingresan mensualmente una pensión de invalidez de papá Estado. También resulta un misterio inexplicable que un país con poco más de 10 millones de habitantes tenga un ejército de funcionarios compuesto por nada menos que un millón de empleados públicos. Y que esos funcionarios gocen de privilegios tan insólitos como cobrar un plus sólo por presentarse puntualmente, a la hora establecida, a su puesto de trabajo. Por no hablar de las 600 profesiones que permiten a quienes las ejercen jubilarse anticipadamente alegando motivos de salud: los trompetistas, por ejemplo, porque después de varios años tocando la trompeta corren el grave riesgo de desarrollar reflujo gastroesofágico. Y los presentadores de televisión, porque están expuestos a los peligrosos virus y bacterias que se concentran en los micrófonos. 

«¿Y qué te parece que Grecia tenga un estadio de criquet, un deporte que no creo que practiquen ni 10 personas en todo el país? Pues lo tenemos. Fue construido para los Juegos Olímpicos de 2004 y es sólo un ejemplo de los enormes despilfarros que se cometieron en nombre de ese evento deportivo », cuenta Cristos Chomenidis, uno de los más conocidos escritores griegos, cuyas obras están traducidas, entre otros idiomas, al inglés, francés e italiano. 

El enigma de las piscinas también resulta fascinante. En Grecia hay que pagar un impuesto por tener piscina, ya que se considera que es un bien de lujo que denota una alta calidad de vida. En las  afueras de Atenas, donde en verano se superan con facilidad los 40 grados, sólo 324 residentes declararon el año pasado tener piscina. «Sin embargo, hemos realizado recientemente fotografías aéreas y hemos contado en la zona un total de 16.974 piscinas, a cuyos propietarios ahora vamos a perseguir para que paguen los impuestos que han defraudado», asegura en declaraciones a MERCADOS llias Plaskovitis, secretario de Estado de Finanzas y Economía. 

Todas esas peculiaridades, y otras mucho más raras, han ido poco a poco creando un agujero en las arcas públicas de Grecia. Ahora el boquete es inmenso, alcanza los 300.000 millones de euros (el 13,6% del PIE griego) y amenaza con nevar al país a la bancarrota. Para evitar la ruina […] el Gobierno de Yorgos Papandreu ha elaborado un durísimo plan de ajuste. «Sí, es un plan muy, muy severo. Pero no hay alternativa. O lo ponemos en práctica o nos hundimos», destaca el número dos del Ministerio de Economía griego. «Es normal que haya gente rabiosa y enfadada. Porque la realidad es que en los próximos tres o cuatro años los griegos vamos a ser más pobres», añade Plaskovitis, quien va a ver recortado en un 30% el salario de 4.000 euros que cobra como secretario de Estado. 

El Gobierno griego es consciente de que una de las claves para que cesen las movilizaciones sociales en protesta contra las medidas de austeridad (ya ha habido cuatro huelgas generales y los sindicatos amenazan con convocar la quinta para la próxima semana) es no sólo apretar las tuercas a los trabajadores, sino también a los más pudientes. «Los ciudadanos no aceptarán las medidas de austeridad si no ven que estamos persiguiendo a los ricos. Si no 10 hacemos, el plan de austeridad fracasará», admite Plaskovitis. Por eso, se están realizando fotografías aéreas para detectar las piscinas no declaradas. Por eso, hace un par de semanas se aprobaron nuevas medidas fiscales contra la evasión fiscal, que se calcula que asciende a 36.000 millones de euros al año (más de los 30.000 millones de euros que el Gobierno espera ahorrar en los próximos tres años con el plan de austeridad). Por eso los automóviles de lujo ya no podrán ser declarados como coches de empresa. Y por eso, la otra noche la policía fiscal llevó a cabo inspecciones en 40 clubes de Atenas, comprobando que ninguno de ellos emitía las facturas obligatorias. Pero, a pesar de todas las medidas para apretarles las tuercas a los ricos, quienes se las verán y se las desearán para llegar a fin de mes serán los trabajadores. Muchos no sólo perderán poder adquisitivo y verán reducidas sus rentas, sino que, además, se irán directamente al paro. «Ahora mismo nuestra tasa de desempleo es del 11%. Pero creo que, desgraciadamente, en los próximos meses aumentará. Esperemos sólo que no llegue al 20% de España », destaca Bias Plaskovitis. «El plan de austeridad del Gobierno no es un palo con una zanahoria. El verdadero problema es que consiste sólo en un palo. No deja resquicio a la esperanza ni al futuro». Palabra de Christos Chomenidis.