EEUU, Europa y Japón: no tan iguales
(La columna de Pablo Rodriguez Suanzes en El Mundo del 27 de noviembre de 2011)
Primero fue Grecia. Luego Irlanda y Portugal. Después España e Italia. Poco a poco Francia y Bélgica. Y así hasta que el acrónimo de los PIIGS sean los TSA: todos salvo Alemania (blogs.reuters.com/george-hay). La crisis de deuda es un problema de toda Europa. Y de EEUU, aunque, dice Ryan Avent en The Economist, vincularlas demasiado es un error. Washington tiene sus propios problemas. Y el principal, el bloqueo político que impide, una y otra vez, llegar a acuerdos. Tras el susto del techo de gasto del verano, que costó la rebaja de rating, esta semana fracasó el Supercomité del Congreso que debía encontrar una fórmula para reducir el déficit público en 1,2 billones de dólares entre 2013 y 2023.
La situación entre Europa y EEUU es diferente. El historiador Niall Ferguson, británico pero residente en Norteamérica, escribía estos días dos interesantes artículos para mostrarlo. En el primero, para el Washington Post, indicaba que «es más probable el colapso de Estados Unidos que el del euro» (wapo.st/uJcZ3T). En otro, una entretenida ironía, se imagina la UE de 2021, con una moneda común pero una estructura política muy diferente (on.wsj.com/rJwUsZ). Una Unión de la que, claro está, Inglaterra opta por salirse. Leyendo a gente como Liam Halligan no sorprende: «El euro es un arma macroeconómica de destrucción masiva que debe ser desactivada».
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