La cuadrilla mágica de Jasper Maskelyne
(Un
artículo de Jaime Mariño leído en el XLSemanal del 16 de septiembre de 2007)
«Cambió Alejandría de
lugar, hizo “desaparecer” el Canal de Suez y volvió loco a Rommel con un
ejército fantasma. Mago, galán de cine... y héroe de la Segunda Guerra Mundial,
con ustedes: Jasper Maskelyne.
Enero de 1940. La
Segunda Guerra Mundial libra batallas decisivas en el norte de África y no
siempre con las armas. La propaganda, el engaño y la desinformación se han
convertido en elementos determinantes de la contienda, siguiendo la máxima del
primer ministro Wiston Churchill: “En la guerra, la verdad debe ir acompañada
por una escolta de mentiras”. En esas circunstancias, el general Wawell,
comandante del Ejército británico en el norte de África, decide crear una
unidad de contraespionaje a la que llamará A
Force. Confundir al enemigo es determinante. ¿Y quién mejor para crear
ilusiones que un mago profesional?
Al mando de la A Force,
Wawell puso a Jasper Maskelyne (Inglaterra, 1902), en ese momento destinado en
la Compañía Real de Ingenieros de Farnham como responsable de los servicios de
camuflaje, donde se limitaba a esconder nidos de antiaéreos y a realizar
números de variedades para soldados y oficiales. Pero Maskelyne no se había
alistado voluntario en el Ejército sólo para eso. En 1939 era ya una verdadera estrella
de espectáculo. Su abuelo, John Nevil, está considerado como el padre de la
magia moderna, y el prestigio de su padre como ilusionista no queda atrás. Jasper,
con tan sólo nueve años, había debutado como ayudante; con 24 se 'bautizó' y
con 37 ya había recorrido los grandes escenarios de medio mundo. A su fama, además,
se sumaba un aspecto de galán cinematográfico que, unido a sus cualidades, le
había abierto las puertas del cine de los años 30.
Al comenzar la Segunda
Guerra Mundial, Maskelyne creyó que los conocimientos y las habilidades de su profesión
podrían ser útiles al Ejército en labores de espionaje y camuflaje; esconder
cosas era, precisamente, lo que llevaba haciendo toda su vida. Por eso, cuando
el general Wawell creó la A Force, Maskelyne vio la coyuntura perfecta para lucirse.
Aunque los mandos pusieron a su disposición militares de gran preparación, el
mago escogió un equipo de cinco hombres según sus propios criterios: Un guía de
Infantería, un carpintero, un dibujante de caricaturas, un pintor al óleo y un sargento
experto en cultura castrense. La Cuadrilla Mágica de Jasper Maskelyne acababa
de nacer.
El primer encargo fue
proteger Alejandría de los bombardeos alemanes y salvar así un puerto clave para
recibir suministros y material. En esencia, se trataba de intentar engañar a la
Lutwaffe como a su público, sólo que ésta se situaba a miles de metros en el aire.
No podía esconder el puerto de Alejandría, pero sí podía... cambiarlo de sitio.
Así, a pocos kilómetros -en Maryot Bay- comenzó a surgir una nueva Alejandría. Pidió
fotografías aéreas para poder ver la ciudad tal y como la veían los aviadores
alemanes y, jugando con luces y sombras, para lo que usó sus conocimientos en el
mundo del music hall, recreó
exactamente el dibujo nocturno de la ciudad, incluyendo el faro, en la bahía más
próxima. Unas explosiones por control remoto, et voilá, los depósitos e instalaciones del puerto parecían haber
sido alcanzados con total verosimilitud. Durante el día continuaba la
representación y el verdadero puerto era decorado con escombros y hogueras
humeantes... y los aviones alemanes de reconocimiento informaban del éxito de
las misiones. Maskelyne y su equipo habían posibilitado el abastecimiento de todo
el Ejército en África y nacía la leyenda de The
Magic Gang.
Pero esta exitosa misión
sería sólo la primera de otras igual de espectaculares. Entre ellas, la de evaporar
el Canal de Suez ocultándolo bajo una tormenta de luz mediante espejos y
reflectores, lo que también hizo en 1941 y, sobre todo, en 1942 cuando tuvo lugar
la célebre batalla de El A1amein. El Cuerpo de Camuflaje recreó todo un
ejército fantasma para hacer creer al general Rommel y su África Korps que el
ataque vendría desde el sur; tanques, depósitos de agua, cañones, camiones,
miles de soldados e incluso un falso oleoducto fabricado con latas de combustible
recicladas hicieron posible el efecto. Hubo falsas transmisiones de radio que
incluían ruidos de trabajos inexistentes para hacer creer en una frenética
actividad. Y mientras los alemanes espiaban y controlaban a un ejército de
pacotilla, el verdadero ataque de Montgomery y su VIII Ejército llegaba por
sorpresa desde el norte; para cuando los alemanes enviaron tropas a esa zona,
ya era demasiado tarde. La pequeña
ventaja conseguida por la confusión había resultado decisiva y el curso de la
guerra había cambiado.
Al finalizar ésta, la
Cuadrilla Mágica Se disolvió y sus miembros no recibieron reconocimiento alguno.
Reintegrado a la vida civil, Jasper regresó al teatro, pero la televisión había
cambiado su mundo y, finalmente, se estableció en Kenia, donde falleció a los 70
años de edad, en 1973. Pero su leyenda no dejó de crecer. El libro de David
Fisher, El mago de la guerra, […] recoge
su heroica historia y sus derechos para el cine han sido ya adquiridos por Tom Cruise.
Sin embargo, también hay escépticos; Richard Stokes, mago e historiador, se
queja de que no se puede conocer la verdad hasta que los archivos de la Armada
Británica sean desclasificados en 2046. Según él, todo es un inmenso embrollo
creado por la egolatría de Maskelyne para exagerar su papel y confundir a todos
durante 60 años, lo que no dejaría de ser... su último gran truco.
Algunas notas…
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