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viernes, agosto 16

La cuadrilla mágica de Jasper Maskelyne



(Un artículo de Jaime Mariño leído en el XLSemanal del 16 de septiembre de 2007)

«Cambió Alejandría de lugar, hizo “desaparecer” el Canal de Suez y volvió loco a Rommel con un ejército fantasma. Mago, galán de cine... y héroe de la Segunda Guerra Mundial, con ustedes: Jasper Maskelyne. 

Enero de 1940. La Segunda Guerra Mundial libra batallas decisivas en el norte de África y no siempre con las armas. La propaganda, el engaño y la desinformación se han convertido en elementos determinantes de la contienda, siguiendo la máxima del primer ministro Wiston Churchill: “En la guerra, la verdad debe ir acompañada por una escolta de mentiras”. En esas circunstancias, el general Wawell, comandante del Ejército británico en el norte de África, decide crear una unidad de contraespionaje a la que llamará A Force. Confundir al enemigo es determinante. ¿Y quién mejor para crear ilusiones que un mago profesional? 

Al mando de la A Force, Wawell puso a Jasper Maskelyne (Inglaterra, 1902), en ese momento destinado en la Compañía Real de Ingenieros de Farnham como responsable de los servicios de camuflaje, donde se limitaba a esconder nidos de antiaéreos y a realizar números de variedades para soldados y oficiales. Pero Maskelyne no se había alistado voluntario en el Ejército sólo para eso. En 1939 era ya una verdadera estrella de espectáculo. Su abuelo, John Nevil, está considerado como el padre de la magia moderna, y el prestigio de su padre como ilusionista no queda atrás. Jasper, con tan sólo nueve años, había debutado como ayudante; con 24 se 'bautizó' y con 37 ya había recorrido los grandes escenarios de medio mundo. A su fama, además, se sumaba un aspecto de galán cinematográfico que, unido a sus cualidades, le había abierto las puertas del cine de los años 30. 

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Maskelyne creyó que los conocimientos y las habilidades de su profesión podrían ser útiles al Ejército en labores de espionaje y camuflaje; esconder cosas era, precisamente, lo que llevaba haciendo toda su vida. Por eso, cuando el general Wawell creó la A Force, Maskelyne vio la coyuntura perfecta para lucirse. Aunque los mandos pusieron a su disposición militares de gran preparación, el mago escogió un equipo de cinco hombres según sus propios criterios: Un guía de Infantería, un carpintero, un dibujante de caricaturas, un pintor al óleo y un sargento experto en cultura castrense. La Cuadrilla Mágica de Jasper Maskelyne acababa de nacer.

El primer encargo fue proteger Alejandría de los bombardeos alemanes y salvar así un puerto clave para recibir suministros y material. En esencia, se trataba de intentar engañar a la Lutwaffe como a su público, sólo que ésta se situaba a miles de metros en el aire. No podía esconder el puerto de Alejandría, pero sí podía... cambiarlo de sitio. Así, a pocos kilómetros -en Maryot Bay- comenzó a surgir una nueva Alejandría. Pidió fotografías aéreas para poder ver la ciudad tal y como la veían los aviadores alemanes y, jugando con luces y sombras, para lo que usó sus conocimientos en el mundo del music hall, recreó exactamente el dibujo nocturno de la ciudad, incluyendo el faro, en la bahía más próxima. Unas explosiones por control remoto, et voilá, los depósitos e instalaciones del puerto parecían haber sido alcanzados con total verosimilitud. Durante el día continuaba la representación y el verdadero puerto era decorado con escombros y hogueras humeantes... y los aviones alemanes de reconocimiento informaban del éxito de las misiones. Maskelyne y su equipo habían posibilitado el abastecimiento de todo el Ejército en África y nacía la leyenda de The Magic Gang.
 
Pero esta exitosa misión sería sólo la primera de otras igual de espectaculares. Entre ellas, la de evaporar el Canal de Suez ocultándolo bajo una tormenta de luz mediante espejos y reflectores, lo que también hizo en 1941 y, sobre todo, en 1942 cuando tuvo lugar la célebre batalla de El A1amein. El Cuerpo de Camuflaje recreó todo un ejército fantasma para hacer creer al general Rommel y su África Korps que el ataque vendría desde el sur; tanques, depósitos de agua, cañones, camiones, miles de soldados e incluso un falso oleoducto fabricado con latas de combustible recicladas hicieron posible el efecto. Hubo falsas transmisiones de radio que incluían ruidos de trabajos inexistentes para hacer creer en una frenética actividad. Y mientras los alemanes espiaban y controlaban a un ejército de pacotilla, el verdadero ataque de Montgomery y su VIII Ejército llegaba por sorpresa desde el norte; para cuando los alemanes enviaron tropas a esa zona, ya era demasiado  tarde. La pequeña ventaja conseguida por la confusión había resultado decisiva y el curso de la guerra había cambiado. 

Al finalizar ésta, la Cuadrilla Mágica Se disolvió y sus miembros no recibieron reconocimiento alguno. Reintegrado a la vida civil, Jasper regresó al teatro, pero la televisión había cambiado su mundo y, finalmente, se estableció en Kenia, donde falleció a los 70 años de edad, en 1973. Pero su leyenda no dejó de crecer. El libro de David Fisher, El mago de la guerra, […] recoge su heroica historia y sus derechos para el cine han sido ya adquiridos por Tom Cruise. Sin embargo, también hay escépticos; Richard Stokes, mago e historiador, se queja de que no se puede conocer la verdad hasta que los archivos de la Armada Británica sean desclasificados en 2046. Según él, todo es un inmenso embrollo creado por la egolatría de Maskelyne para exagerar su papel y confundir a todos durante 60 años, lo que no dejaría de ser... su último gran truco.

Algunas notas…

Cuando en 1991 a Sadam Husein se le ocurrió ‘trufar' de tanques y aeronaves falsas el desierto ante uno de los bombardeos de la operación Tormenta del Desierto, no fue ni mucho menos el primero en idear tan ‘jocoso’ chasco. Mucho antes, Maskelyne había llegado a crear todo un contingente de cartón piedra. También ideó un modo de mimetizar unos tanques del Ejército aliado en Egipto. Y a un módico coste: fabricaba pintura ocre con latas de salsa Worcester y excrementos de camello.

En 1856, Maskelyne fue el encargado de dar unas diarias a grupos de oficiales y soldados sobre cómo actuar en caso de caer prisioneros. El deber de un soldado es intentar evadirse y Jasper aplico su ingenio en dotar a los militares de artilugios que lo hicieran posible. Las conferencias de escape de Maskelyne se hicieron famosas por todo Oriente Medio. En los cordones de los zapatos se escondían agujas magnéticas que señalaban el norte al tirarlas en cualquier charco, en la lengüeta de las botas viajaban mapas aceitados para su conservación, la hebilla del uniforme se rompía para convertirse en un compás, y la cadena con la placa de identificación se transformaba en una sierra para metales. Decenas de miles de soldados recibieron las herramientas de fuga.

John Nevil Maskelyne (1839-1917), el abuelo de Jasper, está considerado el padre de la magia moderna. Propietario del Egyptian Hall, uno de los teatros más famosos de Londres, fue el creador de muchos de los números que todavía se siguen realizando, como el de la caja falsa, en la que dos personas intercambian su lugar instantáneamente. Uno de sus grandes éxitos fue el autómata Psycho, un hombre mecánico que era capaz de jugar al whist -antecesor del bridge- y retar con éxito a cualquier espectador. Su hijo Nevil también se dedicó al ilusionismo y lo mismo hicieron sus hijos, Jasper y Mary. Esta última murió en 2000, a los 94 años, y con ella acabó esta saga de magos.