San Jorge, patrón de Aragón
(Un texto de Alfonso
Álvarez Vázquez en una revista de un concesionario de coches)
San Jorge fue un santo guerrero. Es en la
actualidad, patrón de diversas naciones y regiones, de entre las que se pueden citar
Inglaterra, Bulgaria y Portugal, entre otras. En el reino de España es patrón
de Aragón y Cataluña.
Su leyenda se forjó en Oriente y se
difundió por Europa traída por los cruzados. Parece ser que habría nacido en
Capadocia, Asia Menor, siendo instruido en la piedad cristiana por su madre.
Por su origen aristocrático llegó a alcanzar el grado de tribuno en el ejército
romano. Viendo las atrocidades que Roma infligía a los cristianos, en un
momento dado decidió repartir su riqueza entre los más pobres enfrentándose a
las autoridades romanas y al propio emperador. Por todo ello sufrió, según
cuenta la tradición, fuertes martirios: se le arrojó en cal viva, fue sumergido
en una bañera de plomo fundido, se le obligó a beber veneno y finalmente, tras
provocar conversiones y resurrecciones, murió decapitado.
Su persona está ligada a la leyenda del
dragón, que narra que en tierras de Capadocia había un dragón que atacaba a los
habitantes del reino. Para evitar estos ataques la población decidió entregar
dos corderos diarios al dragón y así evitar los ataques del monstruo. Cuando
los corderos empezaron a escasear acordaron enviar a una persona y un cordero. Para
ello, cada día se hacía un sorteo y se enviaba a la persona elegida a la cueva
del dragón. Un día en el sorteo salió elegida la princesa, heredera del reino. El
rey ofreció riquezas y honores a la familia de aquel que ocupase su lugar, pero
nadie lo aceptó. Cuando la princesa iba caminando hacia la gruta del dragón se
le apareció San Jorge que, al ver su situación, se ofreció a rescatarla matando
al animal clavándole su espada en el corazón.
La presencia de San Jorge en el reino
de Aragón está relacionada con la batalla de Alcoraz. El ejército aragonés dirigido
por el rey Sancho Ramírez asedió la ciudad de Huesca desde el castillo de
Montearagón. El monarca murió en el asedio mientras inspeccionaba las murallas
de la ciudad. Durante la batalla, la tradición confirma la aparición de San
Jorge dándole la victoria al ejército cristiano. Después de este evento se
popularizó en todo el reino la protección al santo, dando lugar a nuevas
tradiciones sobre apariciones en combate, como son los casos de las victorias
obtenidas por Pedro II en el Maestrazgo y la de Jaime I en Mallorca y Valencia.
No es nada extraño que la cruz de San
Jorge acabe formando parte del escudo de Aragón, ni que el propio santo fuese
considerado patrono de todo Aragón. En el año 1461 las Cortes de Aragón,
reunidas en la villa de Calatayud, declararon el 23 de abril día de la
festividad del santo en todo el reino. Fue también, a partir de este momento,
cuando comenzó a fraguarse una profunda devoción popular en todo el reino como
se puede constatar en la multitud de iglesias que lo tienen por santo titular.
Su fiesta se celebraba con gran boato principalmente por los nobles, caballeros
y altos cargos de las instituciones, tanto de Aragón como en el resto de los
territorios de la Corona.[…]
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