¿Cuál es el origen del rejoneo?

(Un texto de Óscar Gutsens en el XLSemanal del 16 de julio de 2006)

El arte de torear a caballo tiene su antecedente en las prácticas caballerescas del siglo XVI, que hacían uso del garrochón, un tipo de rejón usado por los nobles de la época. El primer rejoneador del que se tiene noticia fue Ponce de León, quien, montado a caballo, alanceaba toros en la corte del emperador Carlos V.

Pero la afición al toreo de a pie, en detrimento de las gestas caballerescas, llevó a la desaparición del rejoneo, que, muy posteriormente recibió el estoque mortal con su prohibición real decretada en 1875. La tradición, no obstante, se mantuvo en nuestro país vecino, Portugal, donde se desarrollaron algunas de las suertes y surgieron las primeras normas escritas. En España quedó restringido a las prácticas camperas, de las que surgieron la vestimenta del rejoneador y los arreos de las monturas. En la década de los años 20 del pasado siglo, esta forma de torear volvió a las plazas españolas introducida por jinetes lusos.