Viajar al extranjero sin meter la pata

(Un texto de Maite Cabrerizo en la revista Mujer de Hoy del 8 de agosto de 2015)

Irse de vacaciones a otro país en una oportunidad de vivir grandes experiencias... y malentendidos. Llega con la lección aprendida y disfruta de la diferencia.

Cuando viajamos al extranjero sabemos qué moneda hay que llevar, qué tiempo va a hacer o cómo llegar desde el aeropuerto al hotel. Pero ¿conocemos las costumbres y las normas de comportamiento que rigen en el país de destino?¿Sabemos que en EE.UU. es obligatorio dejar propina, mientras que en los países nórdicos se trata de una ofensa al camarero? ¿O que en Singapur está prohibido mascar chicle? ¿O que en Japón no se puede hablar por el móvil en los transportes públicos? Y así un sinfín de códigos y reglas que el viajero debería conocer para evitar situaciones muy embarazosas en su lugar de destino. 

Expertos como Gerardo Correas Sánchez, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo, y Paloma Rodríguez, responsable del Departamento de Viajes de Destinia.com, nos ofrecen algunos consejos que conviene meter en la maleta para que el viaje sea inolvidable y sin malentendidos. Un ejemplo: el eructo en público que en China está muy bien visto después de una comida, en Rusia es casi un pecado. Si se le escapa (y puede suceder si se ha hecho una cata de vodka previa) la costumbre es echarle la culpa al perro. Así quedarás bien tú... y el perro, también.

• Vestimenta: los tirantes de la discordia

Las normas de vestimenta suelen responder a tradiciones ligadas a la religión. Así, cuando se viaja a países árabes se recomienda la modestia: evita las prendas ajustadas, los colores chillones y olvídate de los escotes. En Oriente Medio, tanto hombres como mujeres deben cubrir hombros y rodillas. No suele ser necesario que las turistas lleven velo, excepto en sitios sagrados. Pero no solo es cuestión del Islam. Todos los veranos, hay grupos de turistas a los que se les niega la entrada a las iglesias de Roma y El Vaticano por no cumplir las normas de vestimenta (nada de tirantes ni de pantalones o faldas muy cortos). 

A los templos hinduistas o budistas se entra descalzo. También es necesario descalzarse para acceder a mezquitas. En Japón existe una antigua creencia según la cual los zapatos traen las malas vibraciones de la calle, por eso es costumbre descalzarse al llegar, algo que te pueden pedir en algunos restaurantes. En algunos templos te dejarán zapatillas. En Asia, en países como Camboya o Tailandia, es costumbre sentarse en el suelo, pero sin mostrar la planta de los pies. Pero claro, no solo hay rechazo al uniforme de turista en los templos del misticismo, también en una capital del juego como Las Vegas donde, para entrar en algunos salas de juego se exige etiqueta.

• Propinas: orgullo vs. prejuicio

¿Hay que dejar una gratificación? Y, si es así, ¿qué cantidad? Depende de adónde se viaje y de lo que uno pida. Pero si vas a EE.UU., más te vale tenerla en cuenta, porque es prácticamente obligatoria. Las propinas son generosas, ya que los salarios de los trabajadores en hostelería son bajos, y oscilan entre el 15 y el 25% del total de la cuenta. Incluso podrás pagarla con tarjeta porque te dan todas las facilidades... Y no solo en los restaurantes. Si no quieres ofender al taxista o a la persona que te hace la manicura, déjale propina: es una obligación por lo que el precio que aparece por escrito nunca es el real. En Latinoamérica lo habitual es dejar entre el 5 y el 10%. 

Sin embargo, en las culturas orientales se considera poco honroso el aceptar dinero extra. Si el botones de nuestro hotel de Japón no se va de la habitación (por educación, nadie se va nunca), no saques la cartera. Inclina la cabeza y ¡paciencia! En Singapur la propina está prohibida por ley. Y en los países nórdicos está mal vista y se pueden ofender.

• Contacto físico: culturas sin derecho a roce

Hemos llegado al punto de destino y nos presentan a alguien. ¿Le damos un beso como hacen los latinoamericanos? ¿Dos besos como en España? ¿Los tres de Francia? En Rusia los hombres se besan en la boca y en otros países orientales sencillamente no existe el beso. Es el caso de Japón, donde prevalecen los saludos sin contacto físico; el saludo más habitual es una leve inclinación de cabeza como muestra de respeto hacia la otra persona. La forma del saludo es cuestión de costumbre.

En cada sitio lo hacemos de distinto modo y cuando viajamos debemos adaptarnos, dice Gerardo Correas, de la Escuela Internacional de Protocolo. En la India, sin embargo recuerda Paloma Rodríguez, es muy común ver a los hombres caminando tomados de la mano. Otra forma curiosa de saludar es el beso esquimal, en el que las personas frotan sus narices como muestra de cortesía; o de algunas tribus indias, que levantan su palma derecha. Y toma nota. En Tíbet te sacarán la lengua para decirte hola y en Kenia, los masai pueden escupirse en la cara sin acritud.

• En el restaurante: con las manos en la masa

Donde fueres haz lo que vieres. Y eso pasa por usar cubiertos o las manos. Comerse todo o dejar algo en el plato. Eructar o no eructar. Esto último está bien visto en China; de hecho, el cocinero te mirará agradecido. Por supuesto, ni se te ocurra hacerlo en un país occidental. Como sorber la sopa y los fideos, cosa que en Japón está permitida (y alentada por las abuelas cuando comen con los niños) y en Europa nos horroriza.
En el Medio Oriente, la India y partes de África, solo se usa la mano derecha para comer (ya que la izquierda se considera impura. La comida se sirve en un cuenco comunal que se coloca en el centro de la mesa. Algo mal visto en los países musulmanes es soplar la comida. Lo habitual en los países de nuestro contexto cultural es que haya los mismos utensilios para comer, aunque en Occidente también hay ciertas diferencias. Por ejemplo, mientras que en Europa lo educado es colocar ambas manos sobre la mesa, en EE.UU. se come con la mano derecha mientras que la izquierda permanece en el regazo del comensal junto a la servilleta. 

En las culturas orientales es común el uso de palillos en la mesa mientras que en la India, Medio Oriente y zonas de África se usa la mano derecha porque la mano izquierda se considera sucia (cuando tengas que ir al baño entenderás el por qué). Como excepciones, podemos mencionar Tailandia, donde sí se utilizan los cubiertos occidentales, pero donde el tenedor nunca se mete en la boca sino que usa para empujar la comida hasta la cuchara. 

Y no olvides que las diferencias pueden jugarte también malas pasadas cuando vayas a un restaurante. En países como China se recomienda no terminar toda la comida que se nos ha servido, ya que eso sugiere que nuestro anfitrión no nos ha alimentado suficientemente. Daríamos a entender que el anfitrión es un tacaño o que no tenemos medida, dice la responsable de viajes de Destinia.com. 

En cambio, en lugares como la India es irrespetuoso dejar comida en el plato y más vale que nos lo acabemos. En Japón, lo irrespetuoso es servirse a uno mismo, especialmente con la bebida, y nunca jamás hay que clavar los palillos sobre el arroz, porque es un rito funerario. Tampoco te cortes a la hora de pedir cubiertos. Otra cosa es que los haya. Así que aprende a manejar los palillos. O llévate de tu casa un tenedor.

• Pequeños riesgos: ¡Tire usted ese chicle!

La recomendación de conocer el país al que se viaja no es gratuita. De hecho, puedes enfrentarte a sanciones (o amonestaciones), por cosas nimias. En Singapur está prohibida y sancionada la compraventa de chicles... y mascarlos. Si te miran raro, trágatelo. A Corea del Norte no se puede entrar con teléfonos móviles. Se retiran al entrar y se devuelven cuando abandonas el país. 

Los turistas van siempre acompañados de dos guías y no pueden publicar fotografías en medios de comunicación sin su permiso. Por cierto, no hay semáforos. En Japón, para decir no correctamente, nada de mover el dedo. Se hace cruzando los dedos índices o los dos brazos en diagonal. Además hay que guardar silencio en el transporte público y no se puede hablar por el móvil en los trenes o metro. Otra cuestión de los países budistas, es que está prohibido tocarle la cabeza a nadie. Es irrespetuoso. La cabeza es considerada algo sagrado.

También hay que tener cuidado con otras cosas... Por ejemplo, tocarse la nariz en Japón es como llevarse aquí la mano a la entrepierna; y si un chino te habla y no para de reirse, suele significar que lo estás enfadando. Estas cosas son importantes.