Anécdotas históricas sobre filósofos
(Leídas en el 20minutos de hace un montón de tiempo)
Renan y los bandidos
El filósofo francés, Ernest Renan
andaba con los preparativos de su próximo viaje a Palestina, cuando un buen
amigo le advirtió de los peligros del lugar:
- Cuidado Ernest, hay muchos
bandidos por allí. Creo que deberías llevar contigo un fusil, por si acaso.
- ¿Para qué? ¡Los bandidos me lo
robarían!
Valery y las musas
El filósofo y poeta francés, Paul
Valery, era una persona bastante desgarbada y que no le prestaba una atención
especial a su imagen.
Cierto día, se le acercó una joven
que le dijo:
- Su aspecto no hace pensar para
nada que usted sea un elegido por las musas
- Tiene usted razón, señorita
-replicó en voz baja y con tono misterioso- Es que yo soy de la poesía secreta
Diógenes y la hora de comer
Conocido era el desprecio que sentía
Diógenes de Sínope por las convenciones sociales. Tanto que, ello le llevó a
vivir en el interior de un tonel.
En cierta ocasión, uno de sus
discípulos le preguntó:
- Maestro, dinos ¿a qué hora se debe
poner uno a comer?
- Depende, si eres rico puedes comer
cuando quieras y, si eres pobre, siempre que puedas
Russel y su conferencia
El filósofo y matemático británico
Bertrand Russel fue invitado a exponer una conferencia política en un club de
mujeres conservadoras.
Debido al discurso izquierdista de
Bertrand, las damas comenzaron a arrojarle todo lo que caía en sus manos. Para
evitar males mayores y rescatar al filósofo, un guardia intentó apaciguar a la
masa enfurecida:
- ¡Señoras, pero es un gran
matemático!- exclamó.-¡Pero es un gran filósofo!- insistió sin ningún éxito
Finalmente, el guarda gritó:
- ¡Pero su hermano es conde!
La calma volvió a la sala y Bertrand
pudo salvar el pellejo.
Voltarie y su religiosidad
Paseaba junto a un amigo por la
calle cuando se cruzarón con una procesión precedida por un Cristo crucificado,
motivo por el cual Voltaire se quitó el sombrero en señal de respeto.
- Os creía incrédulo en materia de
religión- le dijo su acompañante, sorprendido por el gesto
- Y lo soy- matizó Voltaire -Aunque
Cristo y yo nos saludamos, no nos hablamos
Wittgenstein y el tren
Se cuenta que el filósofo Ludwig
Wittgenstein se encontraba en la estación de Cambridge esperando el tren con
una colega.
Mientras esperaban se enfrascaron en
una discusión de tal manera que no se dieron cuenta de la salida del tren. Al
ver que el tren comenzaba a alejarse Wittgenstein echó a correr en su
persecución y su colega detrás de él. Wittgenstein consiguió subirse al tren
pero no así su colega.
Al ver su cara de desconsuelo, un
mozo que estaba en el andén le dijo:
- No se preocupe, dentro de diez
minutos sale otro.
- Ud. no lo entiende- le contestó
ella -él había venido a despedirme.-
Los honorarios de Sócrates
Cierto día, un rico ateniense
encargó a Sócrates la educación de su hijo. El filósofo le pidió por aquel
trabajo quinientos dracmas, pero al hombre le pareció un precio excesivo.
- Por ese dinero puedo comprarme un
asno.
- Tiene razón. Le aconsejo que lo
compre y así tendrá dos.
El hombre según Platón
Tras oír que Platón definía al
hombre como "Un animal de dos patas sin plumas", el filósofo Diógenes
le envió a su academia un gallo desplumado comentando:
- Aquí está el hombre de Platón.
Platón tuvo que añadir a su
definición: "...con uñas anchas y planas"
Newton y su actuación parlamentaria
Desde 1687 a 1690, Isaac Newton fue
miembro del Parlamento británico en representación de la Universidad de
Cambridge.
Durante el tiempo que ostentó el
cargo sólo pidió la palabra en una ocasión y fue para decir lo siguiente:
- Propongo cerrar esa ventana porque
aquí hace un frío considerable
Russel y el Papa
En cierta ocasión Bertrand Russel
estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo: "Si llueve las
calles están mojadas" y afirmaba que de un enunciado falso se puede
deducir cualquier cosa.
Alguien que le escuchaba le
interrumpió con la siguiente pregunta :
- "Quiere usted decir que si 2
+ 2 = 5 entonces usted es el Papa".
Russel contestó afirmativamente y
procedió a demostrarlo de la siguiente manera :
- "Si suponemos que 2 + 2 = 5,
entonces estará de acuerdo que si restamos 2 de cada lado obtenemos 2 = 3.
Invirtiendo la igualdad y restando 1 de cada lado, da 2 = 1. Como el Papa y yo
somos dos personas y 2 = 1 entonces el Papa y yo somos uno, luego yo soy el
Papa"
Etiquetas: Citas y frases más o menos inspiradas, Grandes personajes, Pequeñas historias de la Historia
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