Las flores en los cuadros
(Un texto de David Navarro en el Heraldo de Aragón del 13 de abril
de 2019)
La naturaleza ha sido fuente de inspiración de
pintores y creadores durante siglos. Al principio, como símbolo religioso.
Después, como protagonista absoluta en el arte, hasta pasar del lienzo al
estampado.
¿Quién puede
imaginar una decoración sin flores? Ya sea de manera natural o interpretada en
cuadros y estampados, los motivos florales nos rodean. Hubo un tiempo, sin
embargo, en que no era así: durante siglos, el arte más elevado era el
religioso y el histórico y no cabía la representación floral en la pintura.
Hubo que esperar hasta el siglo XVII para que los pintores holandeses
dignificaran la naturaleza en las obras. Aún así, en el Renacimiento ya
aparecían flores, pero casi siempre con el fin de reforzar con su simbología
ideas y principios morales. Los lirios representaban la pureza de la Virgen
('La Anunciación', de Botticelli) y la rosa, la castidad ('La Virgen y el
niño', de Filippo Lippi).
Uno de los primeros artistas en convertir las flores
en objeto de arte fue el holandés Ambrosius Bosschaert el Viejo, con obras como
su 'Naturaleza muerta con flores' (1617). La razón por la que el pintor comenzó
a plasmar flores se debe a la afición de su familia a la botánica. Con el paso
del tiempo, la naturaleza, ya sea muerta o viva, ha sido retratada una y otra
vez. En la pintura romántica, las flores representaron el ideal de belleza,
cuando el ser humano ansiaba reencontrarse con la naturaleza, como los sauces y
juncos de obras de Turner o los nenúfares y peonías de Cole Thomas. Los últimos
en aprovechar al máximo la naturaleza fueron los impresionistas. Pintores como
Manet describieron los placeres del campo y otros plasmaron la explosión de
colores de la primavera, como Monet y sus campos de amapolas. Monet, al igual
que hiciera más tarde Van Gogh, dedicó un cuadro a los girasoles.
Ha habido homenajes a las flores en el arte. Por
ejemplo, el olivo. La Pasión de Jesucristo se desarrolla en el Huerto de los
Olivos y autores como Botticelli los plasmaron en sus obras. Otras plantas que
simbolizan la muerte de Jesús son la pasiflora, el laurel o el fresno. En el
cuadro de Botticelli 'La agonía en el huerto', el olivo es la única planta del
jardín. ¿Y el clavel? Es habitual que la Virgen porte una flor en la mano, como
símbolo de pureza. El color rojo del clavel que porta la Virgen en este cuadro
de Da Vinci indica el gran amor que siente por el niño. El clavel se
consideraba en el Renacimiento el 'amor divino' y fue habitual en el arte
italiano de esta época.
Las flores entraron en nuestras casas como motivo de
decoración a partir de los siglos XVIII y XIX, mediante el papel pintado.
Siglos atrás ya eran habituales en los tapices, pero solo las personas muy
adineradas podían permitirse esos tejidos. La burguesía fue la que popularizó
la moda de vestir las paredes mediante trampantojos. Uno de los diseñadores más
conocidos del XIX fue William Morris, símbolo del movimiento Arts and Crafts o
de 'artes decorativas' y que tenía como filosofía llevar la naturaleza al
hogar. Se da la circunstancia, por cierto, de que ese empeño en recrear plantas
y naturaleza en las habitaciones fue el responsable de muchas muertes por
envenenamiento en la Inglaterra victoriana. En muchos de esos papeles de
William Morris se utilizaba el conocido 'verde scheele', de color muy intenso y
que tenía como ingrediente el arsénico.
Lo curioso es que en otros países europeos ya se
advertía del riesgo del arsénico, pero en Inglaterra, por alguna razón,
hicieron caso omiso y el ingrediente se popularizó con el papel pintado. Se
creía que, de no lamerlo o tocarlo, no había peligro, sin saber que la humedad
era la responsable de liberar los peligrosos vapores.
1 VAN GOGH. Es quizá uno de los artistas más
conocidos por pintar flores y sus 'Girasoles' es una de sus obras más famosas.
Pero a nosotros nos gusta más su 'Almendro en flor', muy influido por la
estética japonesa, tan de moda a finales del XIX y que inspiró muchos papeles
pintados y estampados. Esta obra muestra a un Van Gogh feliz en Arles.
2 BOSSCHAERT. El artista de
Amberes fue de los primeros en inmortalizar flores, tras siglos en los que el
arte solo mostraba escenas religiosas o históricas.
3 HIROSHIGE. Si en Europa no
estaba bien visto retratar flores, en Asia era una tradición.
4 KLIMT. El cuadro 'Bauerngarten'
se vendió en 2017 por 52,7 millones de euros. La obra, de 1907, se deja llevar
por el color de la pradera en lugar de los detalles.
5 MONET. El francés Claude Monet
era muy aficionado a la jardinería y las flores son motivo fundamental de sus
obras.
Etiquetas: Pintura y otras bellas artes, Sobre plantas y bichos
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