24 horas en Pilsen, la ciudad con nombre de cerveza
(Un texto de Andrés Campos en el suplemento de viajes de El
País del 23 de mayo de 2014. Y sí, sigo con el alma viajera)
Cebada de Bohemia y lúpulo de Zatec.
De cañas por la localidad checa donde se Inventó la elaboración dorada y
transparente.
Un dato llamativo: los checos consumen
157 litros de cerveza por barba y año, el doble que los españoles y más que
nadie en el mundo. Otro dato que ayuda a entender el anterior dato: aunque los
checos no inventaron la cerveza (ya existía en el Antiguo Egipto), el arquetipo
de esta bebida, la rubia perfecta, estilo Pilsen, se creó hace 172 años en esta
ciudad de Bohemia Occidental, a 94 kilómetros de Praga. Y un consejo: si se es
alérgico a la cerveza, mejor no ir a Pilsen, porque es la Disneylandia del
asunto.
9:00 Un hotel con aroma a malta. Merece
la pena venir en tren (una hora y media desde Praga) solo por ver los murales
alegóricos y las estatuas colosales de trabajadores del metal y del ferrocarril
que decoran el vestíbulo de la estación central, una reliquia de la época comunista. Además, para alojarse,
al lado de la estación hay un excelente hotel, el Angelo (www.vi-hotels.com),
con vistas a la monumental fábrica de cerveza Pilsner Urquell y el mejor
ambientador del mundo, pues basta abrir la ventana para oler a cebada recién
malteada.
10:00 Visita a la fábrica. Cebada de
Bohemia, aromático lúpulo de Zatec y agua blanda del acuífero de Pilsen. Con estos
ingredientes óptimos de kilómetro cero y un método innovador (fermentación en
la parte baja de los tanques y a temperaturas de entre 6 y 10 grados, frente a
la tradicional fermentación alta, a temperatura ambiente), la fábrica de Pilsner
Urquell (www.prazdrojvisit.cz) creó, nada más fundarse en 1842, una cerveza completamente
diferente de las que se habían estado haciendo durante 6.000 años; una cerveza
dorada y transparente, que eclipsaba con su brillo a las turbias ale y
que enseguida se convirtió en un referente universal (dos de cada tres cervezas
que se elaboran en el mundo son estilo Pilsen). La fábrica, como la fama de
esta cerveza, creció mucho y hoy es una ciudad dentro de la ciudad, tan grande
que es preciso desplazarse en autobús por ella. Hay un moderno centro de
visitantes y un restaurante de platos tradicionales checos, Na Spilce
(www.naspilce.com). Hay arquitecturas industriales deslumbrantes (la que más,
el depósito de agua), ejércitos de calderas de cobre y un tanque de latón más
abollado que el Titanic en el que se preparó la primera partida de
cerveza. Hay enormes naves desiertas donde máquinas robotizadas envasan 120.000
botellas a la hora. Y hay nueve kilómetros de galerías subterráneas donde se
almacenan los barriles de reposo y donde se hacen las degustaciones. Para un
amante de la cerveza, tomarse una Pilsner Urquell sin filtrar ni pasteurizar,
tirada directamente del barril de roble, en la penumbra cavernaria de esta
bodega secular, es una experiencia arrebatadora, trascendental, casi sagrada,
como para un hindú refrescarse en la primera fuente del Ganges.
12:00 Veinte kilómetros de túneles. Otra
visita obligada y gustosa es el Museo de la Cerveza (www.prazdrojvisit.cz/en/brewery-museum),
que se encuentra en una casa del siglo XV, a 200 metros de la bonita plaza
Mayor, y está conectado con la taberna típica Na Parkánu (www.naparkanu.com),
el único lugar de la ciudad, además de la fábrica, donde se sirve la Pilsner Urquell
sin filtrar. Desde el museo se accede también al Pllsen Subterráneo
(www.plzenskepodzemi.cz), un laberinto de 20 kilómetros excavado desde el siglo
XIV por los vecinos bajo las calles del centro que servía como bodega y
despensa, además de para escabullirse en caso de asedio, pues se dice que
algunos túneles secretos llevaban fuera de las murallas. Caminando por estos
corredores subterráneos se ven además los numerosos pozos con los que la población
se abastecía de agua potable, así como la gran noria de la Torre del Agua, que
subía la necesaria para alimentar las fuentes de la plaza Mayor.
13:00 La torre más alta del país. Para
quemar la cerveza degustada en las anteriores visitas (un litro, como mínimo)
podemos trepar a la torre de la catedral gótica de San Bartolomé
(www.katedralaplzen.org), que es la más alta del país (103 metros y 301
peldaños), y ya que estamos en la plaza Mayor (oficialmente, de la República),
seguir subiendo escaleras dentro del hermoso ayuntamiento renacentista
(www.pilsen.eu). También es buena idea dar un garbeo por el anillo verde, el cinturón
ajardinado que rodea la ciudad antigua, visitando de paso la Sinagoga Mayor
(www.zoplzen.cz), que es la tercera más grande del mundo, y el Museo de Bohemia
Occidental (www.zcm.cz), un palacio decimonónico lleno de curiosas colecciones
de armas, bichos y antigüedades.
14.00 Comida con 'pivo' artesanal. Además
del restaurante de la fábrica de Pilsner Urquell y de la taberna pintoresca,
reluciente de cobre y madera, que hay junto al Museo de la Cerveza, un buen
lugar para comer es U Mansfelda (www.umansfelda.cz), con terraza asomada al
anillo verde. Y otro, Groll 4D (www.pivovargroll.cz), muy apreciado por su pivo
(cerveza) artesanal.
15:30 Títeres y fantasmas. Si se viaja
con niños, hay tres sitios idóneos para ellos: el Museo de Títeres (www.muzeumloutek.cz),
el de los Fantasmas (www. muzeumstrasidel.cz) y Techmania (www. techmania.cz).
Este último es un centro interactivo de la ciencia con flamante planetario 3D
emplazado en la antigua factoría de Skoda, donde en su día se fabricaron los
famosos tanques Panzer con los que la Wehrnacht apisonó media Europa. La
fábrica fue bombardeada con saña proporcional por la aviación aliada, poco
antes de que las tropas estadounidenses, comandadas por Patton, liberaran la
ciudad el 6 de mayo de 1945, todo lo cual se recuerda en el museo Patton
Memorial (www.patton-memorial.cz) y en las Fiestas de la liberación, que se
celebran del 2 al 6 de dicho mes con mucho desfile, mucho jazz y, claro, mucha cerveza.
19:00 […] El público de gustos más
clásicos hará bien en consultar la cartelera del Gran Teatro
(www.djlct-plzen.cz).
21:00 Un tirador en cada mesa. Pura
tradición se respira y se cena en U Salzmannu (www.usalzmannu.com), restaurante
que abre desde 1637 en la calle Prazská. Todo lo contrario que en The Pub (www.thepub.cz),
que está enfrente: comida rápida, un grifo de cerveza en cada mesa y marcador
electrónico para competir con otros clientes a ver quién es más bebedor.
Etiquetas: Sitios donde perderse
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