¿Dónde ejercieron los primeros médicos?
(Un texto de José Segovia en el XLSemanal del 12 de enero de 2020)
En el IV milenio a. C., en la fértil región situada entre los ríos Tigris y Éufrates, surgió Sumer, una cultura que se remonta al origen de las primeras poblaciones urbanas en Mesopotamia. De sus ciudades no conservamos grandes monumentos, como en Egipto, pero sí tablillas de arcilla con escritura cuneiforme que constituyen los testimonios escritos más antiguos. Esas tablillas de arcilla nos desvelan aspectos fundamentales de la vida cotidiana; entre ellos, los documentos médicos más antiguos de que tenemos noticia.
Los sumerios creían que los pecados podían conllevar el enfado de los dioses, que castigaban al impío con alguna enfermedad. Las leyes sumerias prohibían a los enfermos participar en las ceremonias religiosas, dada su condición de pecadores e impuros. La salud estaba tan estrechamente vinculada con la religión que los médicos también eran sacerdotes.
Estos profesionales de la salud y la religión podían pertenecer a cuatro categorías. El baru realizaba un interrogatorio ritual al paciente para determinar qué pecado o falta había cometido y establecía el diagnóstico ayudándose de técnicas adivinatorias. El ashipu era un sacerdote-exorcista que expulsaba los demonios o criaturas malignas causantes de la enfermedad. El asu determinaba los tratamientos más adecuados y las intervenciones quirúrgicas. Y el gallup atendía a las clases humildes y realizaba funciones básicas de cirujano y dentista.
El ascenso al trono de Hammurabi (1792-1750 a. C.) marcó el inicio del Imperio babilónico en Mesopotamia. A finales de su reinado, Hammurabi ordenó redactar el famoso código legal que lleva su nombre. Escrito sobre una estela de diorita de más de dos metros de altura, el Código de Hammurabi fijaba reglas de la vida cotidiana de Babilonia y de los territorios de su imperio.
Pero aquel primer texto jurídico de la Historia contenía también disposiciones concernientes a la práctica médica, como los honorarios que recibiría el médico en caso de éxito o los castigos a los que se sometería si provocaba un grave daño al paciente. En uno de sus apartados, el código declara que «si un médico opera con un punzón de bronce a un hombre noble por una herida grave y le salva la vida, o si abre con una lanceta de bronce la nube de un ojo de un hombre noble y salva el ojo, recibirá diez siclos de plata».
La antropología médica señala que el origen de los primeros tratamientos médicos hay que situarlo en la Prehistoria, con el uso de plantas y minerales para fines curativos.
Heródoto calificó a los egipcios como el pueblo de los ‘sanísimos’, debido al excelente sistema sanitario que poseía el antiguo Egipto, donde había «un médico para cada enfermedad».
Etiquetas: Pensando en la salud, Pequeñas historias de la Historia
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