Una nota económica en la Roma clásica
(Un extracto de un artículo leído ayer en la bitácora de el Confidencial, y escrito por Carlos Sánchez)
Cuenta Montesquieu que César prohibió a los romanos guardar en sus casas más de sesenta sestercios. La ley nació con un objetivo: conciliar a los deudores con los acreedores, y buscaba obligar a los ricos a prestar a los pobres, toda vez que estaban obligados a poner a trabajar su dinero, lógicamente siempre que su patrimonio dinerario excediese de esa cantidad, que equivalía al salario mensual de un obrero de la época.
La medida no sólo favoreció a los más menesterosos de la sociedad romana, sino que, además, permitió que los pobres pudieran sufragar a los ricos pagando intereses sobre las sumas prestadas, lo que facilitó la libre circulación del dinero en la Roma de hace 2.000 años. Monstesquieu saludó la idea siglos después y llegó a la conclusión de que se trataba del mejor sistema para garantizar que el dinero circulase por las cañerías sociales y no se guardara bajo el colchón de los ricos.
Etiquetas: Economía para curiosos
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