Rosa rosae

(Leído en la revista mujer de hoy de hace algunos -muchos- meses)

El color en los vinos rosados oscila entre el rosa más o menos pronunciado y el frambuesa fuerte. Su aroma depende de si se ha elaborado sólo con uvas tintas o con mezcla de tintas y blancas. En el primer caso tendrá un tono más pronunciado y, en el segundo, se asemejará más al vino blanco. En ambos casos transmiten una gran frescura y son siempre más ligeros que los tintos y menos ácidos que los blancos.

Se deben de comprar en los primeros meses del año. Son vinos elaborados con la cosecha del año anterior y hay que consumirlos en los doce meses siguientes. No son caldos que evolucionen en botella para mejorar una vez transcurrido el año de embotellado.

Hay que servirlos entre los 10 y los 12º C. Si están mucho más fríos, perderemos los aromas que se han obtenido en su elaboración. El vino rosado resulta perfecto para combinar con arroces, pastas, carnes blancas a la plancha, huevos, embutidos, quesos semicurados, legumbres en ensalada o estofadas y verduras a la plancha.