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martes, diciembre 4

Moda imperio: sobriedad y elegancia

(Un artículo de Marelis Loreto Amoretti en el Magazine de El Mundo del 22 de julio)



A principios del siglo XIX surge en la moda europea lo que, más tarde se conocerá como estilo Imperio, que desde la añoranza de lo que fue el imperio romano, busca emular los modos de vestir de la Antigüedad clásica. […] lo que pretende este estilo femenino: elegancia, sobriedad y discreción. De acuerdo a la especialista y profesora de historia de la moda, Diana Fernández González, "en las primeras décadas del siglo XIX, se establece una moda en la cual el cuerpo femenino pudo conservar toda su naturalidad. Son los años del Directorio Francés (1795-1799), etapa en la que la moda da un vuelco radical marcando un estilo de fuerte influencia clásica".  

Peinado
Inspirada en la Antigüedad grecorromana, la simplicidad en el vestir viene acompañada de la del pelo. Las damas recrean sus peinados a partir de las estatuas clásicas y, así, surgen los estilos Caracalla, de abundantes bucles, y Tito, con la nuca afeitada. 

Rostro
Para lucir una piel pálida (el ideal de la belleza), se recurre a los polvos de talco. Estas mujeres llevan las cejas y los ojos delineados delicadamente. Para los labios y el rubor usan tonos muy ligeros, de un rosa muy tenue.

Chemisette
Tipo de camiseta que lucen las damas como ropa interior, debajo, incluso, del corpiño. Se emplea para protegerse del frío en invierno o para evitar la transpiración en verano. Por lo general era de lino o algodón y sin adornos. 

Bódice
El corsé rígido, como se conoce hasta entonces, desaparece dando paso al bódice: una especie de corpiño corto, más semejante al sujetador actual, que se usa para levantar y sostener el busto.

Petitcoat
La ligereza, así como las transparencias de las telas de los trajes, exigen llevar ropa interior que las cubra. Estas enaguas son de cuerpo entero, como vestidos sin mangas y, dependiendo de la ocasión, se usan de dos a cinco prendas, para darle volumen al vestido de una forma natural. Suelen ser de seda para el verano y de franela pesada para el invierno.

Spencer
El spencer es una prenda obligada en la época contra los rigores del clima. Se trata de una chaqueta de mangas hasta la muñeca y talle corto, que no pasa de la cintura, generalmente, de colores oscuros, para contrastar con la palidez del vestido.

Cinturón
El talle en los vestidos camisa queda muy por encima de la cintura real, para realzar el busto. Un cinturón, usualmente llamado a la víctima, se usa de colores llamativos para marcar el talle y realzar la figura. 

Vestido camisa
Emulando a las estatuas de la antigüedad, las mujeres empiezan a llevar túnicas blancas o de colores pálidos, de talle alto, mangas cortas y pliegues muy delgados. Elaborados usualmente de muselina y sin adornos, proporcionan una silueta vertical, sencilla, sobria y holgada, que garantiza libertad de movimientos y comodidad.

Chal
Durante la época, el chal se puso de moda en Francia. Es el complemento indispensable en ocasiones elegantes. Más largo que ancho, suelen medir 1,85x45 cm, aproximadamente.

Guantes
Durante el siglo XIX, la etiqueta francesa exige a las damas usar guantes. Pueden ir hasta el codo, un poco más arriba o hasta la muñeca.

Ridículos
Los vestidos son muy ligeros y no traen bolsillos; tampoco es posible esconder dentro de ellos algún bolso en el que las damas guarden sus utensilios personales, de modo que se empiezan a llevar pequeños bolsos que se cuelgan del hombro con una cadena metálica. Los llaman reticules, pero al poco tiempo pasan a llamarse ridicules o ridículos, por su tamaño.

Calzado
A partir de 1.800, los zapatos pierden el tacón y son planos. Los hay cerrados y forrados en seda o descubiertos, como las sandalias clásicas. Ambos van enlazados al tobillo.