Sobre los neumáticos de invierno
(Un artículo de Rafael Cernuda en la revista Casa Magazine
de hace unos meses)
En España son grandes desconocidos,
sólo el 5% de los conductores los han utilizado alguna vez y son el 1% de las
ventas del sector. En el resto de Europa existe una mejor cultura del neumático
de invierno y su uso es generalizado, pero ¿qué es un neumático de invierno
exactamente?
Son gomas especializadas cuando la climatología de
nuestra zona es igual o inferior a 7ºC. Cuando las temperaturas bajan de ese
punto, los neumáticos normales (de verano o estándar) sufren un endurecimiento
de su goma, por lo cual pierden prestaciones: menor duración y agarre,
distancias de frenada más largas, facilidad de pérdida de control, etc.
En cambio, los neumáticos de invierno tienen un rendimiento
muy superior cuando las temperaturas son bajas suponiendo una mejora de la
seguridad activa del vehículo.
¿Cómo son estos neumáticos?
*Tienen un dibujo de la banda de rodamiento más recortado
y profundo que el normal, con el que se logra una mayor evacuación del agua,
hielo o nieve.
*Hay una gran cantidad de laminillas en los tacos, cuya
finalidad es mantener la adherencia en superficies deslizantes.
*Están compuestos de una goma específica que conserva sus
propiedades con bajas temperaturas.
*Se identifican con la denominación M+S (Mud and Snow) junto con el pictograma
“montaña de 3 picos y un copo de nieve”.
Legalmente son iguales a las cadenas
(a efectos de la DGT, Guardia Civil...) luego no es necesario llevarlas encima
al ser su efectividad superior.
El texto legal (Real Decreto 2822/1998, de 23 de
diciembre) dice lo siguiente: “Cuando sea obligatorio o recomendado el uso de
las cadenas u otros dispositivos antideslizantes autorizados se deberán
colocar, al menos, en el eje de las ruedas motrices dichas cadenas o
dispositivos antideslizantes o bien utilizar neumáticos especiales.”
Para
hacernos una idea de su efectividad, si a 50 Km/h frenamos para detener el
vehículo en nieve, la distancia necesaria será 31 metros más corta con unos
neumáticos de invierno (32 mts. vs 63 mts.). Si suponemos una temperatura
próxima a 7°C, en una frenada a 80 Km/h en mojado ahorramos 6 valiosos metros
con neumáticos de invierno (34 vs 40 mts). En el peor de los casos, la distancia
de frenada es la octava parte respecto a los de verano.
En principio no tienen ninguna restricción de uso, eso sí
el desgaste de este neumático en verano es más elevado por eso es habitual que
si las condiciones de frío no están presentes conviene reemplazarlos por
neumáticos normales (de verano). Si no contamos con espacio para almacenar un
juego de neumáticos (ya que deben ser siempre cuatro, no mezclarlos) existe un
servicio de “guardería” que puede ser incluso gratuito (ante la duda hay que consultar
al distribuidor). […] es una inversión en seguridad tan importante como
puede ser el control de estabilidad ESP o los airbags. La durabilidad de estos
neumáticos es equivalente a la de sus homólogos veraniegos en las condiciones
que se han descrito con anterioridad.
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