En tierra de nadie

(Un texto de Carlos Manuel Sánchez leído en el XLSemanal del 28 de julio del 2013)

¿Quedan en el planeta lugares libres de soberanía donde seamos intocables? El mundo es un pañuelo... un pañuelo que se reparten 223 propietarios: 193 miembros de la ONU, la Santa Sede, Palestina, las Islas Cook, 16 territorios autónomos y 10 estados con limitado reconocimiento internacional, además de la Orden de Malta, que no reclama pero expide pasaportes. ¿Quedan todavía lugares en el planeta libres de soberanía "tierras de nadie" donde perdernos, territorios sin gobierno, policía, cárceles o impuestos? 

Haberlos, haylos. Pero que Edward Snowden haya permanecido varias semanas refugiado en la zona de tránsito del aeropuerto internacional moscovita de Sheremétyevo no quiere decir que Rusia no ejerza la soberanía sobre los pasillos donde para deambulado el 'ciberchivato' de la CIA perseguido por los Estados Unidos.

Sucede qué las terminales no son terra nullius pero los gobiernos se han inventado un limbo legal para retener a personas persona non gratas o a solicitantes de asilo antes de que crucen la frontera. Restringen así sus movimientos mientras se resuelve el papeleo de expulsión o devolución. En teoría no se trata de 'tierra sin ley' pues rige la jurisdicción del país dónde se ubica el aeropuerto. Pero en la práctica los pasajeros pierden sus derechos. 

Y así se dan casos como el de Snowden o el de un iraní que pasó 18 años en el Charles de Gaulle de París e inspiró la película La terminal. También es conocida la historia de un africano que se autoproclamó emperador de Barajas, dónde vivió durante años como un indigente, aunque para hablar con él había que pedir audiencia y no aceptaba limosnas. Se hacía llamar Charles Feld I y los empleados lo invitaban a bocadillos. Como carecía de pasaporte las autoridades no sabían a qué país devolverlo.

A lo largo de la historia ha habido muchas 'tierras de nadie'. Entre ellas, se cuestionó si el Sahara Occidental lo era cuando España lo colonizo o si pertenecía a las tribus nómadas.

¿Algún sitio donde todavía seamos intocables? Un trozo de desierto al sur de Egipto y algunos lugares de la Antártida, como la tierra de Mary Byrd. No obstante, las reclamaciones de soberanía sobre el Polo Sur están en suspenso desde 1959 cuando se firmó el Tratado Antártico. 

También las aguas internacionales (superficie, fondos, plataformas continentales y subsuelo), el espacio aéreo internacional (aunque los aviones son territorio soberano del país al que pertenecen pero si viajas en tu propio globo eres libre) y el espacio exterior. A Snowden siempre le quedará marcharse a la luna, pues ningún país puede reclamarla, por mucho que la bandera de los Estados Unidos con sus arrugas prefabricadas ondee eternamente en el Mar de la Tranquilidad. 

Aguas internacionales - Escapan del control de los estados pero no así los barcos. Para estar en mare nullium debes ser un náufrago, fabricarte una balsa, o tu propio submarino como hizo el capitán Nemo.

Tierra de nadie Mary Byrd - Ocupa una décima parte de la Antártida y la leyenda sitúa allí misiones de espionaje norteamericana, bases de los nazis, y aterrizajes extraterrestres. Nadie la reclama.

Desierto Bir Tawil - Podríamos escondernos en esta parcela de desierto entre Egipto y Sudán, países que se la disputaron, aunque a ninguno de los nómadas que lo habitan se le ocurrió redactar unas escrituras.

Espacio exterior - Los objetos estelares del espacio exterior, incluidos la Luna y los cuerpos celestes, están fuera de las reclamaciones de soberanía a raíz de un tratado internacional firmado en 1967. 

Tierra de la reina Maud - También la frontera sur de la Antártida es difusa. Los noruegos la reclaman, pero lamentablemente para ellos sus exploradores -poco finos con la brújula- no la precisaron con exactitud.