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sábado, diciembre 12

Cuida tus ojos



(Un texto de Stefanie Milla en la revista Mujer de Hoy del 19 de octubre de 2013)

Fina, frágil, delicada... son solo algunos de los adjetivos que corresponden a la piel del contorno de los ojos, que requiere cuidados y productos específicos.

La piel del contorno de los ojos es 10 veces más fina que la del rostro ¡y hasta 40 veces más que la de la planta del pie! Posee la mayor concentración de células de Langerhans del organismo, lo que le hace especialmente susceptible a padecer alergias e irritaciones, y es importante usar cosméticos específicos: están testados oftalmológicamente, formulados para minimizar los riesgos de reacción o de alergia y no son demasiado grasos, ya que un producto muy untuoso puede ser una de las causas de la aparición de los molestos orzuelos. 

Dónde y cómo. Existe una norma básica: las cremas para el contorno de los ojos no se deben extender nunca por el párpado superior: esta piel contiene numerosas glándulas sebáceas, es muy grasa y no necesita hidratación. El área ideal es en las ojeras (sin llegar a tocar las pestañas) y allí donde se marcan las patas de gallo. La mejor forma de aplicarla es con la yema del dedo corazón (haciendo así menos fuerza que si lo hiciéramos con el índice) y mediante suavísimos y ligeros golpecitos consecutivos.

Justo y suficiente. Basta una cantidad similar a un grano de arroz para los dos ojos, ¡palabra! En caso de tener la piel muy seca es preferible repetir la aplicación a lo largo del día.

Masaje drenante. Para reducir las bolsas de los ojos, ayuda mucho realizar pequeños gestos de tamboreo con la yema de los dedos, desde el lagrimal hasta las sienes, siempre en la misma dirección (desde el centro de la cara hacia el exterior), para drenar y descongestionar.

Las gafas de sol, aliadas indispensables. Los cristales de las gafas de sol no solo reducen la cantidad de radiación ultravioleta que recibimos y evitan fruncir el gesto sino que, además, crean un microclima ligeramente húmedo que limita la pérdida de agua transepidérmica. Es decir: tienen un efecto hidratante.

Limpieza perfecta. Para eliminar el maquillaje de los ojos sin dañar pestañas ni tejido, es imprescindible usar un producto específico para esa zona. Se empapa con él un disco de algodón de calidad, que no se deshilache ni deposite restos, y se deja reposar contra el párpado unos 10 segundos, para que disuelva el maquillaje. Después, se mueve de un lado a otro para retirar todo el color, y, finalmente, se dobla el disco de algodón en dos partes y se usa ese ángulo para retirar los restos de máscara de la raíz de las pestañas. Un buen truco es cerrar los ojos y “peinar” las pestañas hacia abajo con el algodón, para desmaquillarlas por completo sin tirones.

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