Los que tampoco fueron… a recoger el Nobel
(Un texto de Luis Algorri en la revista Tiempo del 25 de
noviembre de 2016 que viene muy al pelo pensando en que Dylan ha ido a recoger el suyo in extremis, cuando ya faltaba nada para no poder coger el dinero que comporta)
Juan Ramón Jiménez 1956. El poeta español residía en
Puerto Rico cuando recibió la noticia del Nobel tres días antes de que
muriese su mujer, Zenobia. Cayó en una depresión enorme.
Borís Pasternak 1958. El novelista ruso, autor de
obras universales como Doctor Zhivago, recibió todo tipo de presiones del
Gobierno soviético para rechazar el premio. Y obedeció, qué iba a hacer.
Jean Paul sartre 1964. El único caso en 115 años de
un escritor que rechazó el premio por propia voluntad. Aceptarlo le habría
supuesto un conflicto como filósofo, dijo. Y se quedó tan fresco.
Samuel Beckett 1969. El legendario irlandés no era un
ancianito enfermo: tenía 63 años cuando le dieron el Nobel. Simplemente, no
fue. Envió a su editor a hacerle el recado.
A. Solzhenitsyn 1970. El gran escritor no fue a
Estocolmo porque temía que no le dejaran volver a Rusia. Pero lo recogió en
1974 con un discurso memorable.
Vicente Aleixandre 1977. El poeta español tenía casi
80 años y estaba muy frágil y delicado de salud. Vivía en su casa de la calle
Velintonia de Madrid. Envió a recoger el premio Nobel a un amigo, Justo Jorge
Padrón.
Doris Lessing 2007. La británica, autora de El
cuaderno dorado o El quinto hijo, era una octogenaria achacosa cuando le dieron
el último gran premio de su vida, el Nobel. No pudo ir.
Bob Dylan 2016. Se le ha echado el mundo encima por
anunciar que no irá a Estocolmo a recoger el Nobel de Literatura porque tiene
“otros compromisos para ese día”. Ni siquiera es la excusa más tonta que han
dado los muchísimos escritores que tampoco fueron a la ceremonia.
Etiquetas: libros y escritores
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