Sobre el cachirulo

(Extraído de la columna de Alberto Serrano Dolader en el Heraldo de Aragón del 5 de octubre de 2014)

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Por fortuna y al margen de excentricidades, la función del cachirulo ha sido eminentemente práctica: proteger la cabeza del calor y del frío y recoger el sudor. Nuestros tatarabuelos lo llevaban debajo del sombrero, tal como lo siguen portando hoy quienes visten el traje ansotano para recrear el ayer. Por cierto, cuando un hombre entraba en la iglesia no era necesario que se 'descachirulara', como señal de respeto se consideraba suficiente que cogiera entre sus manos el sombrero, eso me dijo el profesor Beltrán.

Elena Guarc y Dabí Latas publicaron hace unos años 'Indumentaria tradicional aragonesa', donde leo: «La primera forma de disponer el pañuelo parece que fue cubriendo la cabeza y atado a la zona de la nuca, dejando caer a la vista las tres puntas. Si nos dejamos llevar por las conclusiones obtenidas tras la observación de fotografías antiguas, podemos decir que los hombres de finales del XIX y principios del XX no siguieron ninguna norma específica a la hora de colocar el pañuelo a la cabeza, puesto que se luce de formas muy variadas: una pequeña banda que ciñe la cabeza, una especie de bolsa que cae sobre uno de los lados, pañuelos que dejan a la vista el pico superior,... entendemos que la forma de colocarlo y atarlo a la sien dependía del gusto de la persona que lo portaba». Los mencionados investigadores subrayan también la gran variedad de tipos de nudos que se han inventariado.

En las fiestas de Huesca he visto a no pocos con una ramica de albahaca sujeta entre esta prenda y el pelo. Hoy en día, quizá sea simple adorno, pero imagino que antaño pudo servir para espantar los mosquitos y como elemento aromatizador.

Por fortuna ya nos hemos mentalizado: el cachirulo tradicional no fue el ahora omnipresente de cuadritos. Estos pañuelos lucieron una variada gama de colores, según el gusto particular y la ocasión. Si los abuelos lo llevaban negro no es porque fueran viejos, sino por manifestación de luto (es mi opinión). Me dicen que también los hubo bordados.

Tampoco se usó un solo tejido. Se confeccionaron de lana, algodón, lino y hasta seda. Conozco un cachirulo que se puede comer, me refiero al que suele decorar el 'lanzón' que el día de San Jorge elaboran desde 1982 los confiteros zaragozanos. […]