Contra el resfriado, duerma
(Un texto de Manuela Giménez leído
en el XLSemanal del 20 de septiembre de 2015)
Dormir poco multiplica por cuatro el riesgo de resfriarse. Según un
reciente estudio, los más proclives a contraer la gripe son quienes duermen
menos de cinco horas.
Si dormimos seis horas por noche, o más, tenemos cuatro veces menos
probabilidades de contraer la gripe. Es la conclusión de un estudio reciente
realizado por un equipo de científicos liderado por Sheldon Cohen, profesor de psicología
de la universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh (Estados Unidos).
En 2009, el profesor Cohen descubrió por primera vez que la falta de
sueño se asocia con una mayor probabilidad de contraer un resfriado (de hecho,
el sueño influye más que el tabaco y el estrés a la hora de resfriarnos). Ahora
ha confirmado sus hallazgos con un experimento realizado sobre 164 adultos que
fueron sometidos a dos meses de exámenes de salud, entrevistas y cuestionarios.
Se estudiaron con detalle sus niveles de estrés, su temperamento, alimentación,
consumo de tabaco y alcohol, y, por supuesto, sus hábitos de descanso nocturno.
Los investigadores siguieron sus patrones de sueño durante siete días
utilizando un sensor similar a un reloj que mide el tiempo y la calidad del
sueño durante toda la noche. Luego, los participantes fueron recluidos en un
hotel, se les administró el virus causante del resfriado a través de gotas
nasales y se los monitorizó durante una semana, recogiendo muestras de moco
diarias para ver si el virus se había instalado.
Las conclusiones fueron rotundas: cuanto más dormilones, menos probabilidades
tenían de contraer la gripe. Los más propensos al resfriado (4,5 veces más que los
demás participantes en el experimento) fueron los que dormían menos de cinco horas
diarias. «El sueño va más allá del resto de los factores que se midieron. Ha
influido más que la edad, el estrés, la raza, la educación o los ingresos de las
personas estudiadas. Ha resultado ser más relevante incluso que el ser fumador»,
cuenta Ari Prather, profesor de Psiquiatría de la Universidad de California,
San Francisco. También está comprobado que dormir mucho ayuda a superar la
gripe cuando ya se ha contraído. El sueño fortalece el sistema inmune. «Va más
allá de la sensación de estar aturdido o irritable. No dormir el tiempo
suficiente afecta a la salud», explica el profesor Ari Prather. Así que, si nos
atrapa la gripe, es muy recomendable -insisten los expertos-
descansar lo máximo posible.
Asunto prioritario
Mientras tanto, los científicos estudian nuevos remedios. Una de las
últimas investigaciones está analizando las posibles ventajas de los
antiinflamatorios por su capacidad para bloquear las prostaglandinas, mediadores
celulares que entre otras funciones pueden estimular la reproducción del virus
de la gripe. Esta enfermedad es asunto prioritario. Se revisan las vacunas cada
año, existen organismos dedicados a su seguimiento, como el Sistema de Vigilancia
de la Gripe en España. En Europa causa el 10 por ciento
de las bajas laborales, según-datos del European
Scientific Working Group on Influenza. Solo en España provoca la pérdida de
60 millones de horas de trabajo, cifra que representa un coste anual de unos 1250
millones de euros, según estimaciones de Prevención Fremap. La gripe estacional
llega en otoño. Lo mejor es prepararse... durmiendo mucho.
Los medicamentos para la
fiebre empeoran la gripe
Tener fiebre es bueno > Combatir la fiebre cuando se tiene gripe
es contraproducente, aumenta el número de casos de la enfermedad en un cinco por
ciento y puede ocasionar unas mil muertes adicionales cada año. Lo afirma un estudio
reciente. La temperatura humana normal (37º) crea un ambiente cómodo para los virus.
Cuando la temperatura aumenta debido a la fiebre, los virus se replican de manera
menos efectiva. Y menos virus en el cuerpo significa menos, riesgo de transmitir
el patógeno a otros. Además, cuando tenemos fiebre, nos quedamos en casa y disminuye
el riesgo de contagio a los demás, mientras que cuando la fiebre remite regresamos
a la oficina, con lo que aumentan las posibilidades de transmisión de la enfermedad.
La pandemia de 1918 > un estudio realizado en 2009, publicado
por The lnfectious Diseases society of America,
concluye que la terrible pandemia de gripe de 1918 pudo haber empeorado por el uso
generalizado de aspirina. El consumo de ácido acetilsalicílico puede influir en
la hiperventilación y el edema pulmonar, unos males que se detectaron en un amplio
porcentaje de los fallecidos en aquella grave epidemia mundial.
Enfermedad mortal > Según la organización Mundial de la Salud,
la gripe ataca a entre el 5 y el 10 por ciento de los adultos del mundo y a entre
el 20 y el 30 por ciento de los niños. Es causa de hospitalización y fallecimiento,
sobre todo en los grupos de alto riesgo (niños muy pequeños, ancianos y enfermos
crónicos). Las epidemias anuales causan entre 250.000 y 500.000 muertes. En los
países Industrializados, la mayoría de los decesos relacionados con la gripe corresponden
a mayores de 65 años. En los países en desarrollo, los fallecidos son sobre todo
niños.
Etiquetas: Pensando en la salud
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