Pioneros
(Un texto de Juan
Barbacil en el suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón del 7 de febrero
de 2015)
En su
libro 'Yantares, de cuando la electricidad acabó con las mulas', Miguel Ángel
Almodóvar habla de los primeros restaurantes en Barcelona y en Madrid. En
Madrid en 1839 abrió Lhardy, quizá el único establecimiento al que se pudiera
llamar restaurante. Puede considerarse uno de los primeros si no el pionero en
la capital. En lo que a Barcelona se refiere, el primer restaurante al uso
francés que tuvo Barcelona fue el Grand Restaurant de France, más tarde
conocido como Justin, el nombre de su propietario, inaugurado en 1861 y ubicado
en el número 12 de la Plaza Real. El maître, Antonine, fue pionero en el arte
de conducir a la clientela por los vericuetos del maridaje o armonización de
platos y vinos, además de maestro en la formación de un nuevo perfil de
camarero dotado de las educadas maneras de servir y atender que París había ido
perfeccionando durante tanto tiempo.
Elliott
Shore, director ejecutivo de la
Asociación de Bibliotecas
de Investigación en Estados Unidos, explica en 'Comer fuera de casa. Evolución
de los restaurantes', incluido en el libro 'Gastronomía, historia del paladar',
que el primer restaurante como tal, habría sido el que Mathurin Roze de Chantoiseau
abrió en 1766 en París. No era ni
posada, ni albergue
o casa de comidas en los caminos, sino un establecimiento con el reclamo de
servir un caldo de extracto nutritivo de carne y verduras, «restaurador» que
fortalecía el cuerpo; de aquí, posiblemente, el nombre de restaurante.
Y en
1830, los hermanos Del Monico abrían en Nueva York el primer verdadero restaurante
en EE. UU.
Etiquetas: Culturilla general
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