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miércoles, enero 24

¿Por qué la nieve es blanca?

(Un texto de Jose Miguel Viñas publicado en el suplemento “Tercer Milenio” del Heraldo de Aragón del 27 de noviembre de 2012)

La nieve es uno de los elementos más deslumbrantes de la Naturaleza, tanto en sentido literal como metafórico. Su elevado poder reflectante –hasta el 90% de la radiación solar incidente– es un factor clave en el balance radiativo de la Tierra. De no haber grandes extensiones de nieve cubriendo sendos hemisferios, la temperatura media del planeta se elevaría de forma significativa, algo que a escala regional ya se está observando desde hace años en el Ártico, debido a la pérdida creciente de superficie helada.

La blancura inmaculada de la nieve tiene su origen en la porosidad de la misma, al formar sobre el suelo un manto muy esponjoso y uniforme constituido por una superposición de copos, formados a su vez por una amalgama de cristalitos de hielo. El hielo común que forma la nieve, gracias a su estructura cristalina, es un medio transparente a la radiación solar. Los cubitos que empleamos para enfriar las bebidas corroboran este hecho, si bien a veces su apariencia es blanquecina. Esto último ocurre cuando el proceso de congelación del agua líquida fue tan rápido que no la permitió liberar a tiempo el aire que contenía disuelto. Basta con picar hielo para comprobar experimentalmente cómo un hielo en origen transparente se transforma en otro –triturado– de color blanco, que nos recuerda bastante a la propia nieve.

La clave del color blanco reside, por tanto, en el aire atrapado entre los cristalitos de hielo que forman la nieve. En el seno del manto nivoso, dichos cristales, de estructura hexagonal, se disponen de forma un tanto anárquica, de manera que cuando la luz incide sobre ellos es reflejada en todas las direcciones, a través de los intersticios. El resultado de los múltiples rebotes que sufre la radiación solar es una mínima absorción de la misma por parte del hielo. Como consecuencia de ello, la luz blanca apenas se dispersa, siendo reflejada casi en su totalidad.

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