Calores que matan
(Un texto de Marisol Guisasola en la revista Mujer de Hoy
del 4 de agosto de 2018)
Las
altas temperaturas del verano pueden
tener efectos negativos y hasta mortales. Pero ¿sabías que
el temido golpe de calor no es el
más frecuente de los males desatados por la canícula? Hacemos un recuento (a la sombra) de sus peligros y te ofrecemos las claves para prevenirlos.
Resulta que, al final, Bruce Lee -leyenda de las artes marciales,
cuya frase "be water, my friend" se hizo famosa en España por un
anuncio-, no murió, como recogían la mayoría de versiones, por un edema
cerebral provocado por sensibilidad a un analgésico, sino por un golpe de
calor. Lo cuenta el periodista Matthew Polly en su nuevo libro Bruce Lee, A Life. Como le explicó Linda, viuda de Bruce, él ya había sufrido
un desvanecimiento 10 días antes por la misma razón. "El día de su muerte,
le filmaban en una zona donde habían apagado el aire acondicionado para no
interferir con la banda de sonido -le contó Linda-. Salió con fiebre alta, tan
mareado que cayó al suelo sin conocimiento. Trasladado a un hospital, los
médicos diagnosticaron edema cerebral, pero mi conclusión
es que se trató de un golpe de calor. Es una causa de muerte bastante frecuente en atletas jóvenes," se lamenta
ahora Linda.
Pero el
hecho es que junto a los golpes de calor, el agotamiento, la deshidratación,
los sarpullidos; las quemaduras y los desmayos son flor de verano. Conocer los
peligros ayuda a evitar riesgos.
Deshidratación
Cuando
hace mucho calor, sudas y, con el sudor, eliminas agua y electrolitos indispensables,
como el sodio, el potasio o el magnesio. Sed intensa; pocas visitas al baño
para orinar; boca, lengua y ojos secos; confusión y mareo... son síntomas de deshidratación.
¿Qué hacer en ese caso? Busca la sombra y el fresco y toma una bebida rehidratante que te permita recuperar los
electrolitos perdidos. Si los síntomas son intensos y no desaparecen, ve a tu
centro de salud o a urgencias.
Agotamiento
Se da
en personas que trabajan o hacen ejercicio al exterior en días de mucho calor,
porque, en el intento de refrescarse, el cuerpo elimina mucha agua y
electrolitos a través del sudor. Piel pálida húmeda, cansancio, debilidad, náuseas,
cefaleas, calambres y confusión mental son sus síntomas, junto con algo de
fiebre. ¿Qué hacer? Refréscate bajo la ducha (también puedes hacerlo con
un pulverizador), toma una bebida rehidratante y túmbate a la sombra. Si no lo
haces, puede derivar a golpe de calor.
Golpe de calor
Es la
consecuencia más grave. Los síntomas son temperatura corporal de 40ºC o más,
piel caliente y seca (no hay sudor), pulso rápido, náuseas y vómitos, confusión
y hasta pérdida de conocimiento. ¿Qué hacer? Llama al 112 y, mientras
llega la ayuda, traslada a la persona afectada a un sitio aireado y fresco,
quítale ropa, túmbala con los pies en alto y mójale la piel con agua mientras
le abanicas o le aplicas compresas frías en el cuello, axilas, ingles y cabeza.
Si no se atiende pronto, el problema puede derivar en coma y fallecimiento.
Sarpullido (miliaria)
Suele
darse en climas calurosos y húmedos cuando los poros (conductos sudoríparas) se
obstruyen y el sudor queda atrapado bajo la piel. Ampollitas y bultos rojizos
son sus síntomas, que pueden provocar picor. Aparecen sobre todo en axilas,
ingles, cuello, el interior de los codos y bajo los pechos. ¿Qué hacer?
Por lo general, la erupción desaparece por sí sola. Para evitarla, mantente lo
más fresca y seca que puedas, con prendas holgadas de tejidos naturales. Si no
remite o si hay signos de infección (como fiebre o pus) acude al médico.
Desmayos
El
riesgo aumenta si viajas a climas muy cálidos (¡poca gente es consciente de que
en realidad necesitamos varias semanas para acostumbrarnos a ellos!). En
realidad, el desmayo se produce porque el sudor reduce el aporte de sangre al
cerebro. ¡Recuerda que el 80% de la sangre es agua! ¿Qué hacer? Busca la
sombra, túmbate con los pies más altos que la cabeza y toma despacio una bebida
rehidratante o un refresco isotónico.
Quemaduras
Enrojecimiento,
picor, dolor e incluso ampollas, fiebre y náuseas son la consecuencia de la
sobreexposición al sol, además de arrugas, manchas cutáneas y aumento de riesgo
de melanoma a largo plazo. ¡Y los riesgos no desaparecen con cielos grises,
porque el 90% de la radiación uy penetra a través de las nubes y la bruma! ¿Qué
hacer? Para conseguir la vitamina D que tu salud
necesita, basta con que tomes 20 m de sol al día. Luego, busca la sombra y
mantente hidratada. Y recuerda que el FPS de las cremas solares solo indica el
tiempo que puedes exponerte al sol sin quemarte. ¡No son la protección total!
Edema por calor
Piel
tirante e hinchazón en piernas, pies y dedos de las manos son típicos en días de
calor. Eso pasa porque el calor dilata los vasos sanguíneos y también porque
dificulta el retorno de la sangre desde las extremidades al corazón y, como consecuencia,
la sangre se acumula en ellas. Además, como en el caso del sarpullido, también
se obstruyen los poros. ¿Qué puedes hacer? Para empezar, tomártelo con
calma. No suele ser grave y generalmente los síntomas desaparecen cuando
volvemos a casa y nos tumbamos a la fresca con los pies en alto. Pero si hecho
esto no mejoras, consulta al médico para que descarte un problema renal,
cardiaco u otras posibles causas.
Calambres
Se producen por espasmos musculares, a menudo en el abdomen, los brazos o las piernas, cuando existe un déficit de sodio en el organismo. Pueden ocurrir después de haber sudado mucho, a menudo tras hacer esfuerzos físicos a pleno sol o en ambientes calurosos. Cómo actuar. Lo primero es dejar lo que estamos haciendo y buscar la sombra y el fresco. Enseguida, hay que rehidratarse con bebidas isotónicas (o bien con agua, con una pizca bicarbonato y unas gotas de zumo de limón) y no salir al exterior en las próximas horas, aunque cedan los calambres. Un nuevo esfuerzo podría derivar a un colapso o, aún peor, en un golpe de calor. Si los calambres no ceden, es imprescindible llamar al médico. También hay que buscar atención médica si el afectado tiene problemas cardiacos o sigue una dieta baja en sodio (sal).
Se producen por espasmos musculares, a menudo en el abdomen, los brazos o las piernas, cuando existe un déficit de sodio en el organismo. Pueden ocurrir después de haber sudado mucho, a menudo tras hacer esfuerzos físicos a pleno sol o en ambientes calurosos. Cómo actuar. Lo primero es dejar lo que estamos haciendo y buscar la sombra y el fresco. Enseguida, hay que rehidratarse con bebidas isotónicas (o bien con agua, con una pizca bicarbonato y unas gotas de zumo de limón) y no salir al exterior en las próximas horas, aunque cedan los calambres. Un nuevo esfuerzo podría derivar a un colapso o, aún peor, en un golpe de calor. Si los calambres no ceden, es imprescindible llamar al médico. También hay que buscar atención médica si el afectado tiene problemas cardiacos o sigue una dieta baja en sodio (sal).
Cómo
preparar una bebida rehidratante casera
Añade dos cucharadas de azúcar, media cucharadita de sal, media cucharadita
de bicarbonato y una tacita de zumo de limón a un litro de agua. Remueve bien y
mantenla fresca. Las bebidas isotónicas ayudan también a recuperar el agua y
los electrolitos perdidos con el sudor.
Evita la cafeína y el alcohol
# Come ligero y
más a menudo (verduras, frutas, ensaladas, gazpachos, yogures, kéfir, pescados
a la plancha, revueltos ... son algunas opciones).
# Lleva ropa holgada de tejidos naturales y colores
claros.
#No hagas ejercicio en
exteriores en horas de sol y calor.
#Bebe mucha agua. Una
orina muy amarilla o anaranjada indica deshidratación.
# ¡Jamás dejes a un niño o aun perro solos en
un coche! Con una temperatura exterior de 21ºC, el
interior puede superar los 45ºC
en 1 h. (Si los
ves, llama enseguida al112 y sigue sus indicaciones). Los bebés y niños
pequeños tienen menos glándulas sudoríparas y son muy vulnerables a las altas temperaturas.
Hay que mantenerlos bien hidratados, vestirlos con prendas frescas, sacarlos temprano
(cuando no hace mucho calor) y luego tenerlos al fresco. Estos tres signos
ayudan a identificar la deshidratación: lloros sin lágrimas, pocos pañales mojados
y ojos y mejillas hundidos.
# Visita
a personas mayores de tu entorno que viven solas, en casas poco aireadas y/o
sin aire acondicionado para ver si están bien.
Etiquetas: Pensando en la salud
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home