Agua de colonia

 (Leído en una encuesta de la revista Mujer de Hoy del 16 de junio de 2012)

Históricamente, un agua de colonia es alcohol, romero, melisa (toronjil), esencia de bergamota, de cidro, de timón o de neroli (flor de naranjo), pero todas las interpretaciones alrededor de los cítricos son posibles con variaciones más o menos picantes, florales, ambarinas, almizcladas, con aroma a madera... En la actualidad, la tendencia es calificar como agua de colonia a todas las aguas frescas y esencias poco concentradas con muchas notas de entrada explosivas y volátiles, un corazón ligero y pocas notas de fondo.

Pierre-Frangois Pascal Guerlain creó el agua Imperial para la emperatriz Eugenia de Montijo. Esta deliciosa oda al neroli nació en 1853 para la esposa de Napoleón III, puesto que los "perfumes violentos le hacían daño". El frasco original con las abejas se ha mantenido hasta la actualidad y es el más vintage de la colección.

Juan María Farina pero inventó la primera agua de colonia pero la receta original nació en algún monasterio de la Edad Media, en la época de las grandes epidemias. La historia oficial cuenta que el Aqua Mirabilis vio la luz en el convento de Santa María Novella en Florencia, pero el comerciante lombardo Gian Paolo Feminis se la llevó a Alemania. Allí pasó por la Academia de Medicina, que reconoció sus propiedades terapéuticas. Y por el número 4711 de la calle Glockengasse de Colonia, donde el hijo del banquero Muelhens la reinterpretó; por la calle Saint-Honoré, donde Jean-Marie Farina (sobrino nieto del comerciante lombardo Paolo Feminis) logró que fuese amada por la flor y nata de París; por Inglaterra, donde Yardley la combinó con la lavanda; y por Roger&Gallet quienes "adquirieron los derechos" en 1863.

Napoleón la utilizaba sin moderación y su ayuda de cámara lo friccionaba con ella de pies a cabeza todos los días.