George Orwell, el escritor soldado que siempre quiso llegar a Huesca
(Un artículo escrito por Antón Castro en el Heraldo de Aragón del 6 de mayo de 2017)
Eric Arthur Blair combatió con el POUM en la sierra de Alcubierre entre enero y mayo de 1937, hasta que un disparo le hirió en el cuello. Lo contó en su polémico libro 'Homenaje a Cataluña'.
Eric Arthur Blair (Botihari, India, 1903 - Londres, 1950) ha pasado a la historia como George Orwell, autor de dos grandes libros: 'Rebelión en la granja' y '1984'. Sin embargo, en 1938, tras la decepción de combatir en la Guerra Civil española como miliciano afiliado al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), publicó una edición de 1.500 ejemplares del libro 'Homenaje a Cataluña'. Aragón protagoniza el grueso del volumen, que sintetiza su mirada sobre España, sus males y su idiosincrasia, y la contienda; ahí se recoge una frase ya mítica: «Meses antes, tras la captura de Siétamo, el general que mandaba las tropas republicanas había dicho alegremente: "Mañana tomaremos café en Huesca". Por lo visto se equivocó. Se habían producido sangrientos combates, pero la ciudad no había caído y todo el ejército utilizaba ya "mañana tomaremos café en Huesca" como una coletilla humorística. Si alguna vez vuelvo a España, prometo firmemente tomarme un café en Huesca».
Ese vínculo del escritor con la ciudad ha dado lugar a una gran exposición, con 600 piezas, 'Orwell toma café en Huesca', que comisaría el periodista y escritor Víctor Pardo Lancina en el Museo de Huesca, sin duda uno de los grandes estudiosos que reactivó la memoria del escritor entre nosotros. De algún modo, al menos simbólicamente, así el escritor y periodista de la BBC, que murió demasiado pronto, en 1950 de tuberculosis, visita la capital del Alto Aragón como había soñado, algo que sí ha podido hacer de verdad su hijo Richard. A Orwell le pasa con Huesca como a Cervantes con Zaragoza: no llegaron a estar por distintas circunstancias y esa ausencia ha hecho correr ríos de tinta. En cualquier caso, George Orwell si estuvo en la provincia oscense, en las trincheras monegrinas, y la estancia alimenta muchas páginas de 'Homenaje a Cataluña'.
Orwell llegó a Barcelona el 26 de diciembre de 1936. La ciudad lo impresionó porque tuvo la impresión de que «estaban al mando los obreros». Se alistó en el cuartel Lenin (diría: «Prefería ser extranjero en España que en cualquier otro país. ¡Qué fácil es hacer amigos en España! Al cabo de un día o dos, ya había veinte milicianos que me llamaban por mi nombre de pila»), ingresó en el POUM y el 3 de enero de 1937 se trasladó a Monte Pucero en la sierra de Alcubierre. Y fue a Monte Irazo. Tampoco allí entró en combate, lo cual le creaba una situación de hastío. Escribía: «Todas las víctimas de aquella guerra las causaban las balas perdidas», anotó.
Del cielo al suelo. Eso sí, como recuerda Víctor Pardo, lo incomodaban los francotiradores y los aviones, dispuestos a arrojar bombas. Orwell conoció diversos lugares: Monte Oscuro, Monflorite, el castillo de Montearagón y Quicena o Tierz. Estuvo varado en las afueras de Huesca.
El 25 de abril se fue a Barcelona para ver a su esposa Eileen. De vuelta en el frente, el 27 de mayo de 1937, de madrugada (tal como cuenta su hijo Richard Blair en el catálogo) recibió un balazo en el cuello. Diría Orwell: «Tuve la sensación de encontrarme en el centro de una explosión. Creí oír una detonación muy fuerte, vi una luz muy intensa y sentí una tremenda sacudida, aunque no me dolió: solo fue una sacudida muy violenta, como una descarga eléctrica, acompañada de una debilidad terrible, como si me hubieran golpeado y no tenía fuerzas para hacer nada. (...) Debieron pasar dos minutos en los que pensé que me habían matado. (...) Aunque parezca un tópico en lo primero que pensé fue en mi mujer. Lo siguiente que sentí fue una violenta rabia por tener que dejar este mundo, en el que, a pesar de todo, me encuentro muy bien. Tuve tiempo de sentirlo de forma muy vívida».
Lo evacuaron primero a Siétamo y luego a Barbastro y a Lérida, y finalmente a Barcelona. Se fue de España un 25 de junio. En esa fecha se clausurará la muestra de fotos, libros, carteles, vídeos, películas... 'Homenaje a Cataluña' le creó incomprensiones. Algunos no entendieron su demoledora y valiente crítica a Stalin y los totalitarismos.
Hoy, Orwell es un modelo de intelectual y de pensador, hermano de rebeldía de Albert Camus. La recuperación de las trincheras de la Ruta Orwell y el Centro de Interpretación de la Guerra Civil en Robres le deben mucho a este hombre que creyó que «lo que había sucedido en España no era solo una Guerra Civil, sino el inicio de una revolución». En esa revolución, con serenidad y sinceridad, estaba él, dispuesto a llamar a la sensatez y a la heterodoxia. Pocos lo quisieron oír.
Etiquetas: libros y escritores
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