Salud natural: pequeñas plantas, grandes remedios
(Publicado en Mujer de Hoy el 18
de agosto de 2012)
Para los ojos. La manzanilla es
antiinflamatoria y tiene la virtud de aliviar los ojos enrojecidos, que
escuecen o están irritados. La receta: haz una infusión cociendo durante 10 minutos una
decena de flores secas por cada taza de agua. Cuela la infusión, déjala enfriar
y, después, empapa unas gasas estériles y colócalas en los párpados 15 minutos.
Para la boca. Las virtudes calmantes y emolientes
de la malva contribuyen a calmar las pequeñas irritaciones de la mucosa bucal. La receta: prepara una decocción
hirviendo durante 10 minutos una cucharada sopera de flores en un tazón de
agua. Deja enfriar y utilízalo como colutorio antes de cepillarte los dientes.
Prepara uno nuevo cada día hasta que mejore la irritación.
Para la digestión. La melisa facilita
la digestión y aplaca los pequeños achaques gastrointestinales (gases, pesadez,…).
La receta: infusiona durante diez minutos una decena de flores frescas o secas
por cada taza de agua. Toma la infusión fría, después de las comidas, durante
una semana como máximo, porque tiene el efecto de disminuir la capacidad del
organismo para absorber hierro y provoca somnolencia.
Para la tos. El tomillo calma la tos
seca, gracias a sus virtudes antiespasmódicas, y ayuda a despejar las vías
respiratorias en caso de bronquitis. La receta: haz tu propio jarabe antitós,
dejando que se disuelvan 125 gr. de miel en 10 cl. de una infusión muy caliente
de tomillo. Puedes tomar una cucharadita de este jarabe tres veces al día.
Para la sudoración nocturna excesiva. La
salvia calma la sudoración nocturna excesiva o los problemas de piés y manos
húmedos. Debe evitarse en el caso de tener antecedentes de cánceres
hormonodependientes. La receta: echa un puñado de hojas en un litro de agua
hirviendo, déjalas hervir cinco minutos y reposar otros 30. Vuelca la decocción
en una palangana con agua tibia y sumerge en ella las manos o los pies 20
minutos.
Para la resaca. La receta: infusiona
una decena de hojas secas de menta en una taza de agua hirviendo. Sus efectos
mejoran si la asocias al jengibre: hierve durante dos minutos una cucharadita
de raíz de jengibre laminada. Vierte en una taza y agrega las hojas de menta.
Etiquetas: Trucos caseros
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