Algunas vergonzosas meteduras de pata
(Un artículo de Azucena S. Mancebo en El Magazine del 9 de
mayo de 2010)
Tomar decisiones conlleva un riesgo: equivocarse. Repasamos
algunos de los errores más garrafales que se han cometido en el cine, la
música, la literatura…
1.- Colón descubrió ¿Asia?
Ése era el plan del genovés cuando partió del Puerto de
Palos, el 3 de agosto de 1492, junto a 87 hombres. Su gran error fue creer que,
al otro lado del Atlántico, se encontraba la costa este de Asia. Pero su
disparatada aventura le valió el mayor de los descubrimientos. Sin embargo,
años después seguía creyendo que había llegado al continente asiático. El
primer atisbo de duda que tuvo fue en 1498: "Creo que éste es un
continente enorme que hasta ahora ha permanecido ignorado”.
2.- El panadero que incendió Londres.
Tras años de esfuerzo y trabajo, John Farynor fue
nombrado panadero del rey Carios II. La noche
del 2 de septiembre de 1666, Farynor se fue adormir sin haber apagado del todo
los hornos. A las 2.00 de la madrugada, la panadería se incendió. Las llamas alcanzaron
los comercios colindantes. En un ataque de lucidez, las autoridades no le
dieron importancia, pero el fuego no pudo ser sofocado hasta el miércoles, dando
lugar al que se ha conocido como el gran incendio de Londres.
3.- El barco que no podía hundirse.
Más de 3.000 hombres trabajaron durante dos años en los
astilleros Harland & Wolff de Belfast, Irlanda, para construir el barco más
grande de la Historia. Pero una mala decisión acabó con el sueño de muchos y con
la vida de más de 1.600 personas. El capitán del Titanic, Edward Smith, decidió
que la velocidad de crucero fuera de unos 24 nudos y desoyó los avisos de
peligro mandados por otros buques por la presencia de icebergs. Cuando, en la
madrugada del 15 de abril de 1912, el vigilante avistó el bloque de hielo, no se
pudo cambiar el rumbo de la nave por su velocidad.
4.- Los diarios falsos de Hitler,
Fueron publicados en 1983 por el diario alemán Stern y
comprados por unos tres millones de euros al estudiante de arte Konrad Kujau.
Unos meses después fue detenido por las autoridades de la República Federal Alemana
por falsificación: los documentos escritos por Adolf Hitler eran falsos. Fue
condenado a cuatro años de cárcel.
5.- Paul Newman no quiso Ser Ben-Hur.
Antes de en Charlton Heston, William Wyler pensó en Paul Newman
para encarnar al príncipe Ben Hur. Sin embargo, el actor rechazó la oferta. Al
parecer, Newman consideraba que no tenía las piernas adecuadas para llevar
túnica. El filme conquistó 11 Oscar, incluido el de Mejor Actor.
6.- Mejor la pintura que los Beatles.
Así lo prefirió Stuart Sutcliffe en 1960 cuando abandonó
su puesto de batería en el grupo de Liverpool. Sutcliffe, amigo íntimo de John
Lennon, estuvo sólo un par de años en la banda y más por aumentar su imagen de
bohemio que por amor a la música. Su verdadera vocación era la pintura. Y para
dedicarse plenamente a ella, en Alemania, dejó de ser un Beatle.
7.- Reagan no tiene pinta de presidente.
Eso era lo que consideraba, a principios de los años 60,
el director de cine Franklin Schaffner. Por eso, rechazó al, en ese momento
actor, Ronald Reagan, para el papel principal de la película El mejor
hombre (1964), en el que tenía que encarnar a uno de los dos
aspirantes de un partido político que luchan para llegar a ser el candidato a las
elecciones presidenciales americanas. Dos décadas después, Reagan ocupaba el
Despacho Oval de la Casa Blanca.
8.- IBM no quiso los derechos de ms-dos.
En 1980, la multinacional ya tenía listo su primer
ordenador. Pero necesitaba un sistema operativo y contrató a un joven BiII
Gates. IBM consideraba que el verdadero éxito de su producto estaría en el
hardware, por lo que no compró los derechos del sistema de Gates, el MSDOS,
sino que sólo adquirió la licencia. Este software evolucionaría, años más
tarde, al sistema operativo que domina la informática en la actualidad,
Windows.
9.- FOX no confía en La
guerra de las galaxias.
Muchos ejecutivos presagiaron un rotundo fracaso para La guerra de las galaxias (1977). Por
eso, y a cambio de que no subiera su caché como director, 20th Century Fox
aceptó que Lucas se quedara con el 40% de los beneficios de la película, con
todos los derechos de la explotación del merchandising derivado del
filme y con los beneficios totales de la saga. En total, más de 3.000 millones
de euros.
10.- El editor que traicionó a Salinger.
Hapwoth 16,1924 fue la última obra del
enigmático escritor. Aunque no fue publicada en forma de libro -sólo como una historia
en la revista New Yorker, en 1965-, Roger Lathbury, propietario de una pequeña editorial, estuvo a
punto de lograrlo. Todo comenzó con una tímida carta en la que Lathbury, en
1988, consultaba a Salinger si podía publicar su texto. El escritor tardó ocho
años en contestar la misiva. Le dijo que sí. Durante meses, editor y autor intercambiaron
cartas en las que hablaban del proyecto. Incluso, llegaron a reunirse. Pero
todo se truncó cuando Lathbury concedió una entrevista a un diario de
Alejandría que también publicó The Washington Post. Lathbury no volvió a
saber de Salinger, el autor de El guardián entre el centeno, que ha
vendido más de 60 millones de ejemplares.
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