Un fin de semana en Gibraltar
(Leído en el suplemento de viajes
de El País del 4 de abril de 2014)
Una escapada con sabor británico a
un paso de las playas de Cádiz y de la Costa del Sol. 'Fish and chips', calles londinenses,
'bobbies', macacos, libras esterlinas y pintas de cerveza que justifican un city break (escapada a una ciudad en un viaje
corto), para descubrir un Gibraltar multicultural, comer junto al mar o contemplar
dos continentes desde lo alto del Peñón, donde viven los monos. Cerca de dos millones
de turistas españoles visitan cada año Gibraltar.
Cómo llegar
La forma más habitual de llegar a
Gibraltar desde España es cruzando a pie desde La Línea de la Concepción
(Cádiz). Si se va con coche, lo recomendable es dejarlo en territorio español: hay
largas colas en la aduana y es difícil aparcar. Tras atravesar el aeropuerto,
en 10 minutos a pie se llega a Casemates Square, una animada plaza con terrazas,
epicentro de la ciudad, rodeada de antiguos cuarteles y fortificaciones que hoy
albergan pubs y tiendas. Allí está también
la oficina de turismo. Los ciudadanos españoles pueden entrar en Gibraltar con el
documento nacional de identidad.
www.visitgibraltar.gi
El último neandertal
The Rock, como dicen los ingleses, llama
poderosamente la atención de cualquiera que la ve por primera vez. Y el perfil
recortado y rotundo de la roca calcárea que constituye el Peñón -calizas jurásicas
formadas hace 200 millones de años-, de una altura de 426 metros y paredes
inexpugnables cortadas a pico, impone aún más con la cercanía. Por dentro está hueco,
horadado por más de 130 grutas naturales y una vasta red de túneles excavados
por los británicos a lo largo de tres siglos. En una de estas grutas, la cueva de
Gorham, aparecieron hace unos anos los vestigios más modernos de neandertales: artefactos
y fósiles con una antigüedad de unos 30.000 años. Algunos se exhiben en el Museo
de Gibraltar, en Bomb House Lane.
www.gibmuseum.gi
Allá en lo alto, los monos
Desde The Upper Rock, como los gibraltareños
llaman a la parte más alta del Peñón, se avistan el Mediterráneo, el Atlántico.
España y África. Unas vistas espectaculares con solo mover la cabeza. Un letrero
-Apes- indica dónde están los monos, unos 300 en todo el enclave. Son de la
especie de los macacos de Berbería, descendientes de los que trajeron en el siglo
XVIII los ingleses desde África. Está prohibido darles de comer o tocarlos:
algunos turistas han perdido sus bolsas y sus cámaras de fotos por acercarse
demasiado a los simpáticos macacos.
Para subir hasta The Upper Rock, lo
mejor es tomar el Cable Car (teleférico) desde la estación que hay junto al Jardín
Botánico de la Alameda (www.gibraltargardens.gi). […]
Leyendas subterráneas
Una de las mayores atracciones de
Gibraltar es la gruta de San Miguel (St. Michael's Cave), una profunda caverna natural
donde se celebran en verano conciertos y espectáculos musicales. Se puede
llegar en taxi, teleférico o a pie. Las entradas […] permiten acceder a dos de
los sitios turísticos más importantes del Peñón: el castillo árabe y los
túneles del Gran Asedio.
En 1942 se descubrió
accidentalmente una segunda caverna, la Lower St. Michael's Cave, aún más espectacular
que la anterior, con un gran lago subterráneo. Las visitas guiadas a esta gruta,
que no está acondicionada como la anterior, se pueden concertar directamente
con los guías del Ministerio de Defensa (en la web de Turismo de Gibraltar están
los teléfonos y direcciones de e-mail) con un mínimo de tres días de aviso
previo.
Sobre esta gruta circulan varias leyendas.
Se dice que desemboca en un túnel que comunica con África, el que habrían
utilizados los macacos hace siglos para llegar hasta el Peñón.
El búnker de Churchill
Otra de las visitas imprescindibles
en Gibraltar es la de los túneles del Gran Asedio (Upper Galleries), construidos
cuando España y Francia se aliaron contra Reino Unido para reconquistar el
Peñón entre 1779 y 1783. En su interior hay cañones y figuras de cera con
uniformes de época que muestran cómo se vivió el asedio desde dentro.
Este laberinto defensivo se amplió
entre 1939 y 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, y hoy tiene una extensión
total de más de 50 kilómetros. Allí se reunieron Churchill y Eisenhower para
planificar la Operación Antorcha, la invasión del norte de África. En su
interior hubo hospitales, generadores de electricidad, polvorines, depósitos de
armas, cocinas y barracones en los que aún se pueden ver las literas
desvencijadas donde dormían los militares, hasta 16.000 soldados. La sala más
grande mide 500 por 300 metros y tiene 30 de altura.
Los llanitos y la diversidad
En los 6,5 kilómetros cuadrados del
Peñón viven unas 30.000 personas. La población se acomoda en la ladera
noroeste, con la Main Street como arteria principal. En sus calles se mezcla el
acento andaluz con el británico, aunque no todos los llanitos -como se conoce a
los gibraltareños- son descendientes de ingleses o españoles: un alto
porcentaje de la población procede de comerciantes llegados de distintos puntos
del Mediterráneo y de Asia, de modo que los apellidos malteses o genoveses alternan
en la guía de teléfonos con los ingleses, españoles, malayos e indios. La
ciudad tiene una catedral católica (Saint Mary the Crowned, erigida en el siglo
XV sobre la antigua mezquita principal, de la que aún conserva algunos
arabescos), algunas iglesias protestantes, cuatro sinagogas, una suntuosa mezquita
y un templo hindú construido en 2000 para las 600 personas de Gibraltar que profesan
esa religión.
"Straight ahead, quillo"
Entre las muchas razones para visitar
Gibraltar está la posibilidad de ver, 1.600 kilómetros al sur de Londres,
autobuses rojos de dos plazas y bobbies,
policías gibraltareños uniformados al estilo londinense que hablan en un perfecto
español con deje gaditano: una experiencia surrealista. Otro buen motivo para
acercarse al Peñón son las compras. El principal territorio de shopping está en
Main Street, con sus cabinas de teléfonos rojas y sus tiendas de ropa de marca,
aparatos electrónicos, perfumes y souvenirs.
Como no hay IVA, algunos productos se consiguen más baratos que en España.
Pescaíto, churros & 'chips'
Gib, como llaman coloquialmente los
llanitos al Peñón, es uno de los pocos lugares donde se pueden encontrar en el mismo
menú tapas andaluzas, churros o un genuino cream
tea (té cremoso) al más puro estilo británico. Para pescados y mariscos, la
mejor opción es acercarse al puerto de Catalan Bay, donde hay restaurantes con
vistas a la playa como La Mamela, donde se sirven especialidades gaditanas como
la urta a la roteña. En la Roca se encuentran algunos de los pubs ingleses más
auténticos y antiguos de la Península. A destacar el Angry Friar, en 287 Main Street; el Bull and Bush, 30 Parliament
Lane; el Coach and Horses Bar, 1 South Sheds Place, y el Pig & Whistle,18
The Watergardens.
Atardecer en el faro
Para ver la puesta de sol hay que
tomar el autobús número 3 en Line Wall Road (paralela a Main Street) hasta Europa
Point, la punta más meridional de Gibraltar, donde encontraremos un faro y un
mirador desde el que se ven las costas de África. Muy cerca de allí está la
imponente mezquita de Ibrahim al Ibrahim (se puede visitar a partir de las 17.00),
y justo al lado de esta, el santuario de Nuestra Señora de Europa (Our Lady of
Europe), patrona de Gibraltar para los católicos.
Etiquetas: Sitios donde perderse
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