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jueves, junio 18

Interacciones entre la comida y algunos fármacos



(Un artículo de Olga F. Castro en Mujer de Hoy del 15 de junio de 2013)

Está comprobado que los fármacos interfieren en la absorción de algunos minerales y vitaminas. La cuestión es: ¿son preocupantes estas interacciones? Los expertos insisten en que, para que haya déficits importantes, tienen que tomarse dosis altas del fármaco durante un tiempo prolongado. En opinión de la dra. Carmen Gómez Candela, jefa de la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital La Paz, en Madrid, “la mayor complicación se da en enfermos crónicos, sobre todo en personas mayores polimedicadas”. Diuréticos, antiepilépticos, anticoagulantes y protectores gástricos son los que más difícil se lo ponen al organismo para asimilar determinadas sustancias esenciales, aunque sea en pequeñas cantidades.

Interferencias con el calcio


Es un mineral importante para mantener los huesos fuertes.
Su carencia, en los casos más graves, puede dar lugar a osteoporosis, una enfermedad que los debilita haciéndolos más propensos a las fracturas. Existen fármacos, como los antiepilépticos (fenitoína, fenobarbital, carbamazepina), que dificultan su absorción. En el caso de los niños, que están en pleno desarrollo óseo, plantean un problema importante: “Hay muchos epilépticos que, desde temprana edad, toman la medicación de manera continua, esto puede llevar a problemas de crecimiento y a osteoporosis en la edad adulta –explica Mª Victoria Calvo, farmacéutica en el Hospital Universitario de Salamanca, especialista en nutrición clínica– . Estas personas deben tener controles médicos para medir el calcio en sangre y también pruebas de imagen para conocer el estado de sus huesos”.
Los corticoides son otros de los “enemigos” del calcio. Un riesgo que corren las personas con enfermedades como el lupus eritomatoso sistémico, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la hepatitis autoinmune o la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa). Algunos de los fármacos que se recetan para combatir el colesterol (como la colestiramina) interfiere en la absorción de vitaminas liposolubles (solubles en la grasas), como la vitamina D, necesaria para asimilar el calcio. “Esto puede dificultar la absorción de este mineral; y el mismo efecto producen los laxantes que contienen aceite mineral”, explica Mª Victoria Calvo. En estos casos, se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas liposolubles: aceite de oliva, pescado azul y frutos secos.

Amenaza para el hierro

Es esencial para que el organismo fabrique glóbulos rojos, los encargados de llevar oxígeno a las células del cuerpo. Cuando nuestro cuerpo dispone de poco hierro se producen menos glóbulos rojos o de peor calidad dando lugar a la anemia ferropénica. Existen fármacos que pueden dificultar su absorción, como los inhibidores de la bomba de protones, conocidos como antiácidos o protectores de estómago. “Para que el hierro se absorba en el aparato digestivo, requiere un medio ácido y este tipo de fármacos, a una dosis habitual, mantienen baja la acidez del estómago”, explica Mª Victoria Calvo. Se recetan con frecuencia a las personas que padecen de úlcera o a quienes deben tomar medicamentos que pueden dañar la mucosa del estómago, como los antiinflamatorios; también los pacientes polimedicados deben tomar el protector de por vida. La carencia de hierro se trata con suplementos y revisando la dieta: “Puede ser de origen animal (hierro hemo) o vegetal (hierro no hemo). El que mejor se absorbe es el de origen animal, presente en las carnes rojas, el pavo, el conejo, el hígado, el pescado (sardina, pescadilla, lubina), los crustáceos (almejas, berberechos, mejillones) y la yema de huevo”, indica Antonio Ramírez, farmacéutico y nutricionista.

Descenso del potasio

Este mineral interviene en la contracción de los músculos, por eso cuando bajan sus niveles se producen calambres nocturnos. “Este es el síntoma más característico de la hipopotasemia –indica Antonio Ramírez–. Cuando se produce por interferencia de algún medicamento, se suele deber a que no se ha elegido bien el fármaco o a que no se ha ajustado bien la dosis”. Es muy frecuente en los pacientes que toman diuréticos (furosemida), algo que saben bien los hipertensos o personas con insuficiencia cardiaca. Se aconseja dieta equilibrada a base de legumbres, carnes magras, pescados, lácteos desnatados, aceite de oliva y frutos secos. El plátano y el aguacate también son muy ricos en potasio.

B12, la más afectada

Es una vitamina hidrosoluble esencial para la formación de glóbulos rojos. Un déficit prolongado causa anemia (cansancio, palidez, somnolencia). Los protectores gástricos pueden disminuir su absorción, porque para que esta vitamina se libere de los alimentos necesita un medio ácido. Un porcentaje importante de los ingresos hospitalarios de personas mayores está relacionado con la anemia producida por falta de B12. La metformina, utilizada para la diabetes tipo 2 también puede provocar un déficit leve aunque, para contrarrestarlo, por lo general basta con un complejo vitamínico que incluya B12 y una dieta rica en alimentos de origen animal, ya que esta vitamina se encuentra exclusivamente en ellos

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