El semáforo

(Extraído de un texto de Jesús María Alemany en el Heraldo de Aragón del 5 de octubre de 2014)

[…] Muchos automovilistas piensan que hay demasiados. Bastantes peatones creen que faltan precisamente en el cruce hacia su casa. Pero en algo están de acuerdo. Cuando una avería eléctrica hace caer la red de semáforos de tráfico el caos es total y desean que se restablezca rápidamente. Por eso cabe celebrar los 100 años del semáforo. Ocurrió el día 5 de agosto de 1914 en Cleveland, Estados Unidos. Sobre las 5 de la tarde un policía de tráfico puso en funcionamiento en el borde de la calle cuatro lámparas eléctricas, dos rojas y dos verdes, que concedían el paso alternativo a autos y carruajes. El cambio de color era acompañado por una pequeña campanada del agente. La triple combinación rojo-ámbar-verde fue introducida en 1920 en la Gran Manzana de Nueva York. Más tarde se incorporaron los peatones al sistema. Hoy el semáforo es un elemento necesario en el paisaje de las calles del mundo. Los alemanes, que lo calculan todo, dicen que en su país un automovilista a lo largo de su vida espera ante el semáforo rojo un promedio de 2 semanas, 14 días, 336 horas o 20.160 minutos (Münchner Merkur).