Argán: el secreto está en las cabras
(Un texto de Icíar Ochoa de Olano en el Heraldo de Aragón
del 1 de diciembre de 2018)
En el sur de Marruecos los chivos ramonean en los árboles de
argán. Son un eslabón en la elaboración del cotizado aceite cosmético.
Si no hubiera un lugar en el mundo en el que la cabaña
caprina volara, o en el que los pájaros estuvieran literalmente como cabras,
o en el que los árboles dieran frutos místicamente cornudos, probablemente José
Luis Cuerda se habría encargado de inventarlo. Pero existe. Con permiso de
Vargas Llosa, la fiesta del chivo se celebra a diario en Marruecos. Allí, este
animal vivaz e independiente, con cuyo sacrificio las culturas vetustas
expiaban tradicionalmente sus culpas, está que se sube por los árboles. Ramonea
en sus ramas. Es la belleza cabrita que exhibe el argán, el oro líquido que
el sector de la cosmética ha encontrado en estos almendros endémicos del
reino magrebí.
La 'Argania spinosa' crece en el suroeste marroquí,
entre las villas costeras de Agadir y Esauira. En una lengua de terreno de
8.000 hectáreas se contabilizan 21 millones de ejemplares de esta especie de
almendro. El clima allí es tan riguroso que en los momentos de ausencia total
de humedad sus frutos se convierten en los únicos nutrientes para los bóvidos.
Aunque es bien conocida su pericia escaladora, el camino hasta las copas no es
iniciativa suya. Se lo muestran lo bereberes cuando aún son crías. Incluso
podan los árboles para que su acceso les resulte más fácil. Humanos y rumiantes
se benefician de esta insólita conquista. Las cabras se ocupan de ingerir las
almendras y de disolver con sus jugos gástricos la dura capa elástica que cubre
las cáscaras. Cuando las defecan, sus dueños las recuperan para extraer las
semillas y, a continuación, tostarlas, machacarlas y prensarlas hasta extraer
la última gota de su cotizado aceite. Los cuadrúpedos regurgitan los frutos de
mayor tamaño diseminando así las semillas de este árbol salvaje, capital para
frenar la erosión que el viento y el agua ocasionan en la zona -de ahí que la
Unesco declarara esos bosques Reserva de la Biosfera en 1998- y también para
sacar a su población femenina del agujero del analfabetismo y la pobreza.
El elixir que se esconde detrás de la estampa
acrobática que hipnotiza a los turistas se ha convertido en los últimos años en
un preciado elemento de la industria cosmética por su alto poder
nutritivo y antioxidante. Se utiliza en cremas para la piel y, sobre todo, es
muy valorado por sus beneficios para el cabello, al que proporciona
luminosidad e hidratación. Grandes multinacionales, como la francesa Kérastase,
elaboran gamas enteras con este ingrediente como protagonista estelar.
Hace un par de décadas, la investigadora y profesora de Química de la Universidad Mohamed V de Rabat Zoubida Charrouf se ocupó de lanzar la alarma para detener el desastre ecológico, proporcionar una base científica al secreto de belleza y culinario de los bereberes, y lanzar un proyecto económico que ha alumbrado desde entonces hasta trescientas cooperativas femeninas dedicadas a la producción de aceite de argán. En 1996, cuando la académica echó a andar la primera, Marruecos solo exportaba cien litros de este producto al año para su uso gastronómico, a tres euros por litro. Hoy vende más de 1.200 toneladas a unos 25 euros por litro.
No solo las arcas del país norteafricano se han beneficiado del 'boom' del argán, hasta el punto de que el Gobierno se ha comprometido a reforestar 200.000 hectáreas antes de 2025. Miles de mujeres berebeberes han logrado dignificar sus vidas -el analfabetismo femenino ha pasado en veinte años del 95% al 50% en la zona-, ganar un salario estable y escolarizar a todos sus hijos.
El elixir
Propiedades
El aceite de argán es
el que más concentración de vitamina E tiene y posee tres veces más omega 6 que
el de oliva.
Uso
Cosmético, por su alto
poder nutritivo y antioxidante -en especial para el cabello, al que proporciona
luminosidad e hidratación-, y culinario.
Elaboración
Para producir un litro
son precisos 30 kilogramos de frutos y 20 horas de trabajo si se hace de forma
artesana.
Etiquetas: Cosmética y belleza, Culturilla general
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home