Una digestión más fácil

(Leído en la revista Mujer de Hoy del 19 de junio de 2010)

Digerir es un mecanismo complejo que implica varios órganos. Con estos consejos conseguirás mimarlos, y de paso, despedirte de la pesadez, los gases y demás molestias.

Disfruta del momento
El truco no está sólo en comer una deliciosa onza de chocolate, sino en saborearla. Vamos, que te puedes permitir comer cualquier alimento, incluso éste, pero nunca si te lo tragas sin prestar atención, mientras trabajas o miras la televisión. Siéntate y disfruta comiendo, ése es el secreto para asimilar mejor los nutrientes y sentir rápidamente la sensación de saciedad.

Preserva los nutrientes
La cocción te permite concentrar los jugos y cocinar sin grasas. Te proponemos una guarnición de zanahorias, apio y calabaza. Pícalas en trozos pequeños y cuécelos 15 minutos a fuego lento y con una gota de aceite de oliva. Antes de servir, puedes añadir especias o unas gotas de salsa de soja.

Activa la vesícula
Tomar el zumo de un limón diluido en un vaso de agua templada por la mañana en ayunas te permite activar y limpiar la vesícula. Pero esta bebida no es conveniente para todo el mundo: está contraindicada especialmente para las personas nerviosas, frioleras o con úlcera.

Vigila tu estómago
No le gustan los excesos, especialmente si provienen de una ingesta desproporcionada de un estimulante como el café. Si necesitas algo que te anime, recurre al té, que es más de su agrado, especialmente los tés chinos que tienen menos concentración de taninos.

Reconforta el sistema
La menta, que podemos encontrar fresca todo el año, se puede utilizar en algunas recetas. Se puede emplear sin límite, lo que te permite aprovechar sus propiedades digestivas, carminativas, estimulantes y antioxidantes.

Ayuda al hígado
Si tomas menos pesticidas o aditivos potenciando los productos bio y la cocina casera, y restringes las grasas, se aligera su trabajo. Y si quieres ayuda extra recurre a las tisanas de alcachofa y diente de león, o al aceite de oliva.

Impulsa el proceso
Lógralo con una combinación de especias. Por ejemplo, una cucharadita de cúrcuma y otra de granos de sésamo con un 5% de sal marina y una pizca de pimienta negra. Lograrás un condimento que estimula la digestión y potencia el sabor de tus verduras y sopas.

Firma la paz con los intestinos
Hay que consumir mucha fibra para proteger la flora intestinal. La fibra se esconde en las leguminosas, los cereales, los plátanos no demasiado maduros y tiene la ventaja de que se digiere fácilmente.

Cuida tu colon
Tiene dos floras, una de fermentación y otra de putrefacción, y las fibras alimenticias contribuyen a su mantenimiento. Esta fibra se encuentra en grandes cantidades en los cereales integrales y en las leguminosas (lentejas, judías y guisantes), masticándolo todo convenientemente.

Mastica mucho y bien
La masticación provoca la secrección de enzimas para la digestión, pero la clave es ir despacio porque si el paladar identifica lípidos el cuerpo no producirá las mismas enzimas que si detecta glúcidos. Otro defecto es comer "blando". Toma cereales integrales que obligan a masticar más.