Breve historia de la democracia estadounidense V: del 29 hasta nuestros días
La Gran
Depresión fue un auténtico mazazo tras la época dorada de los años 20. "El
negocio de Estados Unidos son los negocios", afirmó el presidente
Coolidge, acusado de llevar al país a la crisis que sobrevino en1929, bajo la
presidencia de Hoover, con el crash
bursátil del 24 de octubre, el jueves negro.
Tras la
II Guerra Mundial, Truman -en cuyo mandato se lanzaron las bombas atómicas
sobre Hiroshima y Nagasaki- decidió poner fin a la tradicional política de
aislamiento militar e impulsó la OTAN. Eran los prolegómenos de la Guerra Fría,
que tuvo varios protagonistas por motivos bien distintos. El primero Kennedy;
un joven y atractivo presidente cuyo discurso encandiló, pero que naufragó en
Bahía de Cochinos y tuvo que hacer frente a la Crisis de los Misiles. Y el
segundo Nixon, que tiene el dudoso honor de ser el presidente más denostado de
Estados Unidos gracias al escándalo Watergate y a su falta de empatía con el
electorado medio y joven.
Reagan
es uno de los mejor valorados precisamente por lo contrario: su proximidad y su
sentido del humor, pero también por su firmeza en la lucha contra el
totalitarismo y por la fuerza de sus convicciones, basadas en una marmórea concepción
de la libertad individual.
Los 60 y
70 fueron especialmente convulsos. La lucha por los derechos civiles y la
Guerra de Vietnam convirtieron las calles de las principales ciudades
americanas en un polvorín. Luther King, desde la moderación y el humanismo, y
Malcom X, con un discurso mucho más visceral, reivindicaron los derechos de los
negros. Ambos murieron asesinados.
El mundo
se movía muy deprisa y en varias direcciones: este de Europa, oriente Próximo,
Asia,
América Latina... Reagan encaró todos
los conflictos con decisión. Su entendimiento con Gorbachov -no sin antes poner
en evidencia las carencias soviéticas en la carrera espacial- permitió
finiquitar la Guerra Fría. El desplome del muro de Berlín y del Pacto de
Varsovia cerró el siglo corto.
Dos Bush y dos Clinton son los
rostros de la nueva era, marcada a fuego y miel. Fuego por el atentado contra
las Torres Gemelas del 11 de Septiembre de 200l. El día en que América fue
atacada cambió el mundo y la concepción que Occidente tenía de él. Las
sociedades libres se toparon con un nuevo, poderoso e imprevisible enemigo.
Tras el 11-S, Bush ordenó la intervención en Afganistán e Irak.
Indudablemente, la miel fue la
campaña de Barack Obama en las presidenciales de 2008. Independientemente del
éxito de su gestión, su elección constituyó un hito necesario en la Historia de
la libertad. No solo llegaba por primera vez un hombre negro a La Casa Blanca.
Obama, precipitado Nobel de la Paz, introdujo arrobas de ponderación y mesura
en su discurso. Un Congreso mayoritariamente republicano evitó que culminara
con pleno éxito su reforma estrella, la sanitaria. Y como no está previsto que
la realidad deba ajustarse necesariamente a la expresión de los deseos, su
Administración fue la encargada de acabar con Bin Laden.
[…] Veremos quién consigue seguir
escribiendo esta historia de democracia y libertad.
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia
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