Cajeros automáticos: dinero (y otras cosas) las 24 horas del día
(Un
texto de ángel gavin en el tercer milenio del heraldo de Aragón del 23 de mayo
de 2017)
No
poder retirar dinero de su banco porque había cerrado puso en marcha la cabeza
del escocés John Shepherd-Barron, creador del primer cajero automático que sería
aceptado por los usuarios. Fue en los años sesenta. La inspiración le vino de
las máquinas dispensadoras de chocolatinas.
[…]
sabemos que quien inventó los cajeros automáticos lo hizo precisamente después
de no poder retirar dinero de su banco, al encontrarse la oficina cerrada.
Paradójicamente no fue el primero en intentarlo, pero sí en tener éxito.
Todos
conocemos, desde que íbamos al colegio, al gran Thomas Alva Edison. Menos
conocido es Luther George Simjian, al que algunos denominan el ‘segundo Edison’
por tener casi 200 patentes a su nombre. Simjian quedó huérfano de padres tras
el genocidio del pueblo armenio por parte del imperio otomano. De pequeño tuvo que
emigrar a Estados Unidos, donde terminaría desarrollando una brillante carrera
como inventor.
Simjian
inventó el primer cajero automático, pero no tuvo éxito. A veces pasa cuando
eres el primero. En 1939 registró hasta 20 patentes relacionadas con los
cajeros automáticos. Contactó con el grupo bancario Citi y consiguió que se
hiciera una prueba. Sin embargo, el resultado no fue el esperado: la gente que
usaba el cajero lo hacía persiguiendo el ‘anonimato’, sin ser vistos por el
personal del banco.
Habría
que esperar a los años sesenta para encontrar el primer cajero automático que
fue aceptado por los usuarios. Se le debe al escocés John Shepherd-Barron. Cuenta
la historia que, un sábado por la mañana, John pretendía sacar dinero del banco
y se encontró que había cerrado hacía solo unos minutos.
Como
otros muchos en su tiempo, sufrió en sus carnes el problema de no poder
disponer de efectivo 24 horas al día, todos los días del año. Pero, a
diferencia del resto, puso su empeño en resolver este ‘pequeño’ inconveniente.
John trabajaba por entonces en una empresa que hacía máquinas para contar
billetes. Pero la inspiración le vino de las máquinas dispensadoras de
chocolatinas: una manera sencilla de conseguir chocolate en cualquier momento
del día.
El
primer cajero era muy distinto a los que conocemos ahora. No existían las
bandas magnéticas, por lo que las ‘tarjetas’ eran cheques impregnados con un
material radiactivo. Ideó también los códigos PIN (siglas de Número de
Identificación Personal, en inglés) de cuatro dígitos para identificar al
propietario. John Shepherd-Barron pensó en un número de seis dígitos, como el
que identifica a los soldados, pero su mujer le recomendó que fueran cuatro por
ser más fácil de recordar.
El
cajero de Shepherd-Barron no estaba conectado a la red del banco. Solo
dispensaba billetes de 10 libras y, al no poder comprobar si el usuario
disponía de saldo, estaba restringido a personas de máxima confianza del banco.
Fue
el grupo Barclays quien puso en marcha el primer cajero automático de
Shepherd-Barron, en el municipio londinense de Enfield Town, un 27 de junio de
1967. Los cajeros automáticos no llegarían a España hasta 1974, ya con banda
magnética. Desde entonces, han estado en constante evolución.
Por
su aportación a la banca, en 2005 John Shepherd-Barron recibió el nombramiento
de Oficial de la Orden del Imperio Británico.
En
la actualidad, los medios de pago están evolucionando de forma vertiginosa. La
introducción de banda magnética, la conexión a red, la posibilidad de pagar en comercios…
son realidad desde hace tiempo. Hoy en día ya no necesitamos ni la tarjeta.
Pero,
¿y si nos olvidamos el móvil y la cartera? ¿Podemos todavía pagar? Los bancos
ya han pensado en ello: relojes inteligentes, huellas dactilares, iris del ojo
o reconocimiento facial nos están liberando ya de esos ‘pesados’ artilugios que
son las tarjetas.
LECCIONES
APRENDIDAS
NO
IMPORTA NO SER EL PRIMERO
Ser
el primero en hacer o conseguir algo no significa necesariamente alcanzar el
éxito. Facebook no inventó el concepto de red social, ya había una antes (My
Space). Pero por algún motivo My Space desapareció y fue Facebook quien se
llevó todos los honores.
LA
SOLUCIÓN QUE VALE PARA TI VALE PARA OTROS
Como
ya se ha dicho en otras ocasiones, si tienes un problema, resuélvelo. Una vez
resuelto descubrirás que son muchos a los que tu propuesta les resulta
interesante.
INCONFORMISMO
El
inconformismo siempre ha sido un valor en alza. Si todo el mundo asumiera que
«las cosas siempre han sido así» y no se hiciera nada por cambiarlas, entonces no
habría progreso.
Etiquetas: Innovando que es gerundio
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