Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

miércoles, mayo 26

Ampollas en los pies

 (Leído en la revista de Podoactiva de hace unos meses)

Prevención
Los aspectos que debemos tener en cuenta para evitar la aparición de ampollas en nuestros pies son: 

Zapatilla correcta
La zapatilla tiene que ser de la medida justa, no debe ni presionar el pie ni dejarlo suelto dentro de la deportiva. Es muy importante probar las zapatillas nuevas en tiradas cortas. De esta manera, se puede ir apreciando cualquier signo de alarma como el enrojecimiento o el dolor, puesto que la ampolla no aparece de inmediato. No es recomendable estrenar una zapatilla directamente en una competición.

Calcetín térmico
Utilizar un calcetín térmico favorece la transpiración y mantiene el pie fresco durante la práctica deportiva.

Hidratar los pies
Es muy importante tener hidratados los pies todo el año. Para ello, te recomendamos utilizar una crema específica para corredores de forma habitual, ya que la piel de los pies es hasta 50 veces más gruesa que la de la mejilla. Su uso regular ayudará a mantener una correcta hidratación de los pies.

Vaselina
Se recomienda utilizar vaselina en las zonas de mayor riesgo de generación de ampollas como son el talón y zona dorsal y lateral de los dedos. Muchos corredores también aplican un poco de vaselina por encima del calcetín para aminorar la fricción entre la zapatilla y el pie.

Proteger las zonas más sensibles
Si ya se han tenido ampollas en los pies con anterioridad, aconsejamos proteger las zonas donde han aparecido previamente. Un truco es usar un poco de "piel artificial" sujeta con un esparadrapo en estos puntos más delicados.

Tratamientos

El tratamiento que se debe aplicar dependerá del tamaño y de la molestia que genere la ampolla cuando disfrutamos de nuestro deporte favorito. Si esta lesión dérmica es muy pequeña y no genera dolor, lo ideal es mantener la piel limpia y aplicar por encima un antiséptico como la povidona iodada para favorecer el secado de la piel y prevenir infecciones.

En el caso de que la ampolla tenga mayor tamaño y resulte dolorosa, se recomienda drenar el líquido, el cual puede ser transparente o sanguinolento en función de la sobrecarga que haya soportado. Para ello, hay que lavar la zona con agua y jabón, y desinfectarla aplicando povidona iodada por encima. Después, hay que pinchar la ampolla para sacar el líquido con una aguja estéril, es decir, las que utiliza el personal sanitario para poner inyecciones. En caso de no disponer de este tipo de aguja se puede utilizar una de coser que hayamos quemado previamente para desinfectarla.

Algunos corredores atraviesan la ampolla con una aguja con hilo de coser, y al cortar el hilo dejan un trozo pequeño a cada lado del pinchazo. El objetivo es mantener el agujero abierto. Es importante no retirar la piel que cubre la ampolla ya que dicha piel es el mejor apósito que podemos usar para proteger la piel de debajo.

Una ampolla en mitad de la carrera, ¿qué hago?
Si la ampolla aparece en el transcurso de una carrera y causa molestias, la mejor opción es detenerse y tratarla. En primer lugar, hay que drenar el líquido (si es que lo hay) y desinfectar la zona. Tras ello, se debería colocar una protección para poder seguir corriendo, sobre todo, en los casos en los que la piel que cubre la ampolla se haya despegado total o parcialmente.

Como hemos comentado, la mejor opción es mantener la propia piel de la ampolla sin recortarla, pero en muchas competiciones la ampolla se ha podido romper y la piel superficial haber desaparecido. La piel que queda al descubierto es muy sensible y resulta muy doloroso pisar directamente sobre ella. Por este motivo, la forma de protegerla, una vez desinfectada, es poner un trozo de "segunda piel" o "piel artificial" que cubra la totalidad de la zona lesionada. La "segunda piel" o "piel artificial" es una especie de película viscosa, habitualmente un hidrogel, que va a proteger la zona sin quedar pegada a la misma.

Posteriormente, la "piel artificial" se cubre con un esparadrapo elástico para que no se mueva. Si estamos compitiendo en una carrera de larga distancia lo aconsejable es colocar una venda por encima, sujeta hasta el tobillo, para evitar que se desplace el apósito.

Uno de nuestros consejos es no cubrir el lugar donde ha aparecido una ampolla con ningún apósito que contenga adhesivo, ya que al despegarlo podrá dañar la zona donde se ha producido la lesión de la piel. Esta es una de las razones por las que usamos un trozo de hidrogel para cubrir la superficie dañada.

Para evitar infecciones y utilizar los materiales clínicos adecuados, es recomendable acudir a un profesional para el drenaje y curación total de esta lesión.

Etiquetas: