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sábado, noviembre 1

Plantas con receta



(Un texto de M. Guisasola en la revista Mujer de Hoy del 10 de mayo de 2014)

Algo está ocurriendo en los ambulatorios españoles: cada vez más pacientes salen de las consultas con una prescripción de fitoterapia. Un cambio que favorece a las mujeres. 

Antes, los médicos ni siquiera hablaban de las plantas medicinales. “Ahora, es mi doctor de atención primaria quien me recomienda algunas para según qué problemas y eso me da seguridad y libertad para hablar del tema con él”, explica Raquel Correa, de 47 años. “Las plantas son medicamentos que, además de efectos terapéuticos, pueden tener interacciones con fármacos u otras plantas; por eso deben prescribirlas profesionales de la medicina con conocimientos actualizados en fitoterapia y que conozcan la historia de cada paciente”, señala el dr. Juan Espino, el médico que trata a Raquel. En España se hacen unos 400 millones de consultas al año en los centros de salud y en el 92% de ellas el paciente sale con una receta en la mano. La consecuencia: botiquines rebosantes, centenares de hospitalizaciones al año por abuso de medicamentos y un gasto insostenible. 

A pesar del ninguneo de la fitoterapia por la medicina “oficial”, uno de cada tres españoles consumía plantas medicinales hace cinco años y tres de cada cuatro de ellos eran mujeres, según una encuesta del Centro de Investigación en Fitoterapia INFITO. Hoy, ellas siguen siendo las más receptivas. “Las mujeres tienen un concepto más abierto al considerar soluciones para la salud. Los países más evolucionados son los que más reservan los medicamentos de síntesis para cuando son realmente necesarios y, en otros casos, recurren a la fitoterapia y otras terapias alternativas con evidencias científicas”, explica el dr. Espino. En Francia, Alemania o Suiza, las féminas recurren a menudo a la naturaleza en busca de remedio para el síndrome premenstrual, los síntomas de la menopausia, la ansiedad o el estrés. Descubre las mejores aliadas de la salud femenina. 

1. Sauzgatillo contra el SPM (Vitex agnus-castus) 
Irritabilidad, cefaleas, cambios de humor, llanto fácil, tensión abdominal... son síntomas del síndrome premenstrual (SPM), que afecta a la mitad de las mujeres y puede alterar sus relaciones personales y sociales. El sauzgatillo (o árbol casto) puede contribuir a regular las variaciones hormonales que conlleva el ciclo menstrual. El dr. B. Arnal, ginecólogo y fitoterapeuta, lo aconseja en forma de tintura madre o en cápsulas entre los días octavo y vigésimoprimero del ciclo, durante tres meses. 

2. Pie de león para regular el ciclo (Alchemilla vulgaris) 
Considerada sagrada en la antigüedad, cedió su nombre a los alquimistas, que recogían las gotas de rocío de sus flores para sus pócimas. La tradición le atribuye la propiedad de fortalecer el aparato genital femenino hasta el punto de “hacer parecer vírgenes a mujeres que no lo eran” (de ahí su sobrenombre de “abrigo de la Virgen”). Por su acción similar a la de la progesterona, los naturópatas la emplean en ciclos menstruales irregulares o reglas abundantes. Por su acción vasoconstrictora, se emplea para aliviar piernas pesadas y hemorroides. Para su uso ginecológico puede emplearse en tintura madre, cápsulas o tisana, a mitad del ciclo menstrual. 

3. Valeriana, el ansiolítico natural (Valeriana officinalis) 
Su eficacia contra el insomnio es conocida, pero no pienses que va a actuar tan rápido como los fármacos somníferos. De hecho, actúa mejor restaurando los ciclos de sueño a largo plazo. Por eso, para empezar a notar su efecto, hay que tomarla tres o cuatro semanas. Además, se prescribe para la ansiedad, las migrañas, los temblores leves y los dolores musculares y articulares. Se usa en infusión, cápsulas o comprimidos. 

4. Raíz de oro, un activador mental (Rhodiola rosea) 
También conocida como raíz del Ártico, se ha utilizado durante siglos en Siberia para sobrellevar las bajas temperaturas y como tónico. Considerada una planta adaptogénica (actúa aumentando la resistencia al estrés sin alterar las funciones biológicas), diversos estudios han comprobado su eficacia en la mejora de los niveles de rendimiento físico y mental, la depresión, la ansiedad y la fatiga mental. Sus efectos se atribuyen a su capacidad para aumentar la disponibilidad de serotonina y dopamina. Actúa como antioxidante, mejora la respuesta inmunológica y aumenta la energía sexual. Hay que tomarla por la mañana. 

5. Milenrama alivia el dolor (Achillea millefolium) 
Se considera ideal para ginecología, por su acción antiinflamatoria, y es beneficiosa para solucionar dolores pélvicos y espasmos uterinos asociados a los ciclos menstruales. Conocida por su poder cicatrizante y antimicrobiano, los romanos usaban sus flores para lavar las heridas. Como no causa sueño ni disminuye las facultades mentales, se aconseja para situaciones que implican tensión pero requieren una mente despejada, como una reunión. Puede tomarse en cápsulas, tintura madre o infusión. 

6. Matricaria antiinflamatoria. (Matricaria recutita) 
Utilizada por griegos, romanos y germanos, la matricaria (manzanilla alemana) sigue siendo considerada casi una panacea. De efecto sedante, ayuda a calmar la ansiedad y a conciliar el sueño. Por su acción antiinflamatoria, antiséptica y antiespasmódica, se emplea contra diarreas, náuseas, digestiones pesadas, inflamaciones del tracto urinario y en las menstruaciones dolorosas. Aplicada de forma externa con compresas empapadas en una infusión, ayuda a sanar heridas y erupciones cutáneas y la inflamación en los ojos. Si se hacen gárgaras y enjuagues con su infusión, alivia inflamaciones y lesiones bucales y de garganta.

7. Melisa para el buen ánimo (Melissa officinalis) 
Con aroma parecido al limón, se ha utilizado en cocina, como infusión y como repelente de mosquitos. Además de calmar dolores menstruales que cursan con ansiedad y agitación, es útil en los trastornos del sueño, sobre todo combinada con otras de efecto sedante, como la valeriana, el lúpulo, la pasiflora o la tila, y en casos de taquicardias asociadas a alteraciones nerviosas. Hay estudios que indican que el extracto de melisa mejora el estado de ánimo, aumenta la sensación de calma y no reduce el estado de alerta. Puede tomarse en cápsulas y en infusión. 

8. Hamamelis antivarices (Hamamelis) 
Ayuda a tonificar las paredes vasculares por vasoconstricción. Por eso, se suele emplear para aliviar los casos de insuficiencia venosa y en las varices. Rica en ácido tánico y con propiedades astringentes, desinfectantes y antiinflamatorias, también ayuda a reducir las bacterias de la piel y por eso se emplea en forma destilada destilada contra el acné. Además, aplicada su infusión con algodón, alivia las hemorroides. 

9. Cola de caballo para la retención de líquidos (Equisetum arvense) 
Su acción diurética suave la convierten en remedio contra la retención de líquidos, los cálculos renales, las infecciones del tracto urinario e incluso la incontinencia. Por su contenido en silicio y otros minerales, es útil en mujeres en edad menopáusica, con riesgo de osteoporosis. Justo por esa acción de remineralización, se emplea también en la caída de cabello, las uñas quebradizas, la artrosis y las hemorragias nasales frecuentes. Por su contenido en tiaminasa, debe tomarse con supervisión, en cápsulas e infusión. 

10. Salvia ayuda a la fertilidad (Salvia) 
Significa “la que salva” y los egipcios creían que fomentaba la fertilidad. Hoy se sabe que es ricas en fitoestrógenos, por lo que se utiliza para regular las menstruaciones y aliviar los sofocos de la menopausia. Por esa misma razón, está contraindicada en los hombres (puede provocar problemas de erección) y en mujeres con riesgo de cánceres dependientes de hormonas, como los de mama y útero. De efecto antiséptico, aumenta la secreción biliar y se emplea para la hinchazón abdominal, espasmos gástricos e intestinales y digestiones difíciles.

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