Entendiendo al río
(La columna de Paulo Coelho en el XLSemanal del 6 de febrero de 2011)
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Mi libro titulado Ser como un río que fluye está
inspirado en un poema de Manuel Bandeira. "Un río nunca pasa dos veces por el
mismo sitio", dice un filósofo. "La vida es como un río", dice otro filósofo,
y así acabamos llegando a la conclusión de que esta es la metáfora que más se
aproxima al sentido de la vida. Por lo tanto, es bueno recordar siempre que:
A. Siempre estamos delante de la primera vez. Mientras nos movamos desde
nuestra fuente (el nacimiento) hacia nuestro destino (la muerte), los paisajes
serán siempre nuevos. Debemos enfrentar todas estas novedades con alegría y no
con miedo, -ya que es inútil temer lo que no se puede evitar-. Un río no deja de
correr jamás.
B. En un valle, andamos más lentamente. Cuando todo a nuestro alrededor es
más fácil, las aguas se vuelven más tranquilas, somos más amplios, más
generosos.
C. Nuestros márgenes siempre son fértiles. La vegetación sólo nace donde
existe el agua. Quien entra en contacto con nosotros necesita entender que
estamos allí para dar de beber a quien tiene sed.
D. Las piedras han de ser contorneadas. El agua es más fuerte que el granito,
pero para comprobarlo hace falta tiempo. De nada sirve dejarse dominar por
obstáculos más fuertes, o tratar de chocar contra ellos: gastaremos nuestra
energía para nada. Es mejor tratar de entender dónde se encuentra la salida y
seguir adelante.
E. Las depresiones necesitan paciencia. De repente, el río entra en una
especie de agujero y deja de correr con la alegría de antes. La única forma de
salir es con la ayuda del tiempo. Cuando llegue el momento adecuado, la
depresión se llenará de agua y el río podrá seguir. En donde había un agujero
negro y sin vida, ahora existe un lago, que otros pueden contemplar con
alegría.
F. Somos únicos. Nacemos en un lugar que nos estaba destinado, que nos
mantendrá siempre lo bastante provistos de agua como para que, frente a
obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesarias
para seguir adelante. Nuestro curso comienza suave, frágil, de manera que
hasta una simple hoja puede detenernos. Mientras tanto, como respetamos el
misterio de la fuente que nos engendró y confiamos en su Eterna sabiduría,
poco a poco vamos ganando todo lo necesario para recorrer nuestro camino.
G. Aunque seamos únicos, en breve seremos muchos. A medida que caminamos, las
aguas de otras fuentes se aproximan, porque aquel es el mejor camino para
seguir. Entonces ya somos apenas uno, sino muchos y hay un momento en que nos sentimos
perdidos. No obstante, como dice la Biblia, "todos los ríos corren hacia el mar". Es
imposible permanecer en nuestra soledad, por más romántica que esta nos parezca.
Cuando aceptamos el inevitable
encuentro con otros cursos de agua, acabamos entendiendo que eso nos hace
mucho más fuertes, rodeamos los obstáculos y llenamos las depresiones en mucho
menos tiempo y con mayor facilidad.
H. Somos un medio de transporte. De hojas, de barcos de ideas. Que nuestras
aguas sean siempre generosas, que podamos llevar siempre adelante todas las
cosas o personas que necesiten de nuestra ayuda.
I. Somos una fuente de inspiración. Por lo tanto dejemos a un poeta
brasileño, Manuel Bandeira, las palabras finales:
"Ser como un río que fluye
silencioso en medio de la noche
sin miedo a la oscuridad.
Si hay estrellas
en el cielo, reflejarlas.
Y si el cielo se llena de nubes
como el río las
nubes son aguas
reflejarlas también sin tristeza
en las profundidades
tranquilas".
Etiquetas: Pensamientos varios
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