Diputación General y Generalitat: un mismo origen
(Leído en un artículo de Guillermo Fatás en el Heraldo de Aragón del 1 de octubre de 2017)
Impuesto general. La Diputación del
General nació en las Cortes Generales de Monzón (1362-1363), a la vez que las
de Valencia y Cataluña. Sus diputados, retribuidos y de número variable, fueron
la representación estable de los estamentos que formaban las Cortes. En
principio, se ocupaba del correcto cobro de un impuesto 'general' (porque no
hacía excepciones), concedido por sus estados a Pedro IV para sus gastos de
guerra. Los primeros dieciséis diputados, cuatro por cada brazo de las Cortes
aragonesas, tenían las cuatro llaves -una por estamento- del cofre en que se guardaba
la recaudación y eran elegidos con publicidad y solemnidad y no sin amaños.
En Cataluña y Valencia primero, y en Aragón,
después, la institución se fue emancipando y adquirió funciones de
representación de los brazos de las Cortes y competencia en la protección de
los fueros. Fernando el Católico intervino para reglamentaria (y controlarla) en
1495. Felipe II aprovechó el alzamiento zaragozano de 1591 para recortar su
poder. La institución desapareció definitivamente, como sus homónimas en
Cataluña y Valencia, con la 'Nueva Planta' (es decir, nuevo diseño o estructura
política) que impuso Felipe V.
Felipe V, el primer rey Borbón, mantuvo
activa la ceca de Barcelona después de concluida la Guerra de Sucesión
(1700-1714).
Supuesta causa de todos los males. Aunque
el nacionalismo suele culpar a Felipe V de Borbón de todos los males y
desdichas posibles e imaginables de Cataluña, lo cierto es que ya durante el
reinado de su predecesor, Carlos II de Austria (1665-1700) las Cortes catalanas
no se habían reunido ni una sola vez. El siglo XVIII fue floreciente para
Cataluña. La casa de la moneda barcelonesa siguió activa años
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia
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