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viernes, mayo 7

Fiesta de Jaca: Primer Viernes de Mayo

 (Leído en la gaceta universitaria de la primera quincena de mayo de 2016)

Jaca conmemora cada primer viernes de mayo la victoria del pueblo jacetano sobre las tropas invasoras musulmanas en el año 760. Una batalla que mezcla leyenda y realidad pero que, año tras año, miles de jacetanos salen a celebrar en un multitudinario desfile que recorre las calles de la ciudad capitaneado por el conde Aznar.

El Primer viernes de mayo de Jaca encierra, como muchas de las fiestas que se remontan a siglos atrás, parte de leyenda y parte de realidad. Lo que no quita para que cada año los jacetanos se echen a la calle para vivir uno de sus días preferidos y que, sin duda, tienen marcado en el calendario.

Como el propio nombre de la fiesta indica, el primer viernes de mayo de cada año la ciudad de Jaca conmemora la legendaria batalla de los Llanos de la Victoria, que enfrentó a moros y cristianos en el año 760 y que se saldó con la derrota de los musulmanes. La leyenda cuenta que fueron 90.000 moros (aunque seguramente fueron mucho menos dada la población musulmana de aquella época) los que acudieron hasta las puertas de Jaca para intentar conquistar la ciudad el primer viernes de mayo de 760.

Por aquel entonces, la capital jacetana formaba parte del Condado de Aragón que, a su vez, estaba integrado en la denominada Marca Hispánica, un territorio al sur de los Pirineos (desde Pamplona hasta Barcelona) que fue usado por el Imperio Carolingio como frontera político-militar para frenar el avance musulmán hacia lo que es la Francia actual.

Al mando de la ciudad de Jaca estaba el conde Aznar Galíndez que logró convencer a los jacetanos para que le siguieran en la lucha contra el ejército invasor. La superioridad numérica de los moros se hizo patente y cuando los de Jaca estaban a punto de claudicar, las mujeres de la ciudad salieron en ayuda de sus maridos, padres y familiares armadas con utensilios de cocina.

La leyenda dice que el reflejo de los rayos de sol en el metal de las cacerolas, sartenes y ollas que llevaban las mujeres hizo pensar a los musulmanes que un gran ejército se acercaba a socorrer a los jacetanos y huyeron espantados, dando la victoria al conde Aznar Galíndez y sus conciudadanos.

EL DESFILE DE LA VICTORIA. La conmemoración de esta victoria se viene celebrando desde hace varios siglos. En el siglo X, en los llanos donde tuvo lugar la batalla se levantó la Ermita de la Victoria. Un incendio provocado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia devastó la ermita, pero en 1816 los jaqueses acometieron las obras de rehabilitación levantando una nueva, que es la que conocemos hoy en día y que actualmente forma parte del cementerio.

A esta ermita acuden cada mañana del primer viernes de mayo miles de jacetanos, cambiando las espadas y los escudos por unos buenos platos de migas, costillas y embutidos. Tras el almuerzo popular, se celebra una misa en la ermita, tras la cual la comitiva se dirige al centro de la ciudad donde comenzará el Desfile de la Victoria.

Este desfile rememora la entrada del conde Aznar y los jacetanos a la ciudad tras la batalla de la victoria. Por ello, los cerca de dos mil jacetanos voluntarios que participan en él van ataviados con trajes de la época y comandados por el conde Aznar, interpretado por el vecino Miguel Carasol desde el año 2015. Durante el desfile, los participantes son divididos en siete escuadras: la Caballería, el Cortejo del Conde, el Cortejo Histórico, las Artesanas, los Labradores y las Labradoras. Además, las salvas de trabuco llenan de olor a pólvora el desfile que discurre por las principales calles de la ciudad que están engalanadas de banderas y flores.

También desfila el Síndico, uno de los grandes honores de la fiesta y que es el encargado de portar la bandera con el escudo de Jaca. Este personaje es el representante de la ciudad en esta fiesta y cada año rota entre los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de la localidad. El Desfile de la Victoria concluye en la puerta del Ayuntamiento, en la calle Mayor, donde los jacetanos entonan el Himno del Primer Viernes de Mayo, que fue compuesto en los años 50 por Eugenio Villacampa y José Luis Ortega Monasterio.

Desde hace varios años, la fiesta no se restringe únicamente al primer viernes de mayo de cada mes, sino que se celebra durante todo el fin de semana. Asimismo el Ayuntamiento organiza actos previos.

Así, el día de antes, en el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña se lleva a cabo un acto religioso en memoria del conde Aznar Galíndez y una ofrenda floral en su memoria. Ese mismo día por la tarde se inaugura oficialmente el mercado medieval, que permanece en Jaca durante todo el fin de semana. Actuaciones musicales, juegos infantiles, comparsas o una chocolatada son algunas de las actividades de las que pueden disfrutar jacetanos y visitantes para rememorar la valentía del pueblo jacetano frente a las tropas invasoras.

Himno

El himno que cantan los jaqueses dice en su estribillo:

Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel.

¡Viva España! ¡Viva Aragón! Marchad alegres sin desmayo;

celebrad el Viernes de Mayo;

unid progreso y tradición...

Guardad el secular laurel,

bravos, al vencer o morir.

Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel.

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