Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

jueves, mayo 31

John Steinbeck, el cronista de la Depresión I

(Un artículo de Manuel Hidalgo en El Mundo del 20 de abril, en el apartado "Galería de imprescindibles")

"Los mejores planes de ratones y hombres/ a menudo se frustran/ y no nos dejan más que sufrimiento y dolor/ por el gozo prometido". La lectura de estos versos del poeta dieciochesco escocés Robert Burns determinó que John Steinbeck titulara finalmente, en 1937, su novela corta De ratones y hombres, escrita en tres actos e íntegramente en forma de diálogos, esto es, pensada para su adaptación al teatro, cosa que ocurrió de inmediato. Hoy, sin provenir de un dramaturgo, es uno de los clásicos teatrales del siglo XX, varias veces llevado al cine.

Después de varios tanteos notables -en especial, Tortilla Flat (1935), su mejor obra para algunos-, John Steinbeck abordó con De ratones y hombres los contenidos, el estilo y el punto de vista que identificarían para siempre lo fundamental de su producción novelística: la aproximación al mundo de los trabajadores y desfavorecidos con una mirada humanista de implícita denuncia y bajo los cánones de un cierto naturalismo entendido a su modo. Sus antagonistas dirán que Steinbeck pecó de verbosidad y de una utilización excesiva del lirismo y la sentimentalidad. 

Esta veta de su creación literaria alcanzó su culminación con Las uvas de la ira (1939), la triste historia de unos emigrantes de Oklahoma -okies, se les llamaba- que cruzan el país para tratar de encontrar una tierra prometida -nueva decepción- en California. La novela, basada en artículos periodísticos del propio Steinbeck, obtuvo el Premio Pulitzer y fue rápidamente llevada al cine por John Ford. De Tortilla Flat a Las uvas de la ira y otras, el viaje y la carretera, Steinbeck de puente entre los pioneros de la conquista del Oeste y la literatura beat de Jack Kerouac. 

La década de los 30 estuvo marcada en EEUU por las consecuencias de la Depresión y también por las sucesivas presidencias del demócrata Franklin D. Roosevelt y su New Deal, o sea, por el intento de reconstruir el país sobre políticas sociales y progresistas, de las que Steinbeck fue partidario. 

El éxito le reportó a Steinbeck un aluvión de rechazo y problemas. Las fuerzas conservadoras -terratenientes y banqueros- rechazaron sus libros, que también fueron prohibidos en algunos estados -sobre todo, en bibliotecas y colegios públicos- bajo la acusación de contener un lenguaje soez y, en el caso de De ratones y hombres, con el pretexto de apología de la eutanasia, delirante interpretación del desenlace de la obra. El FBI de Hoover lo puso bajo seguimiento con la falsa suposición de pertenencia al Partido Comunista. 

Además, la conexión de Steinbeck con el periodismo y con el cine provocó una rebaja de sus méritos por parte de ciertos críticos literarios puristas. Fue el caso de Edmund Wilson -véase su Obra selecta, en Lumen-, que lo alabó con muchas reticencias y pegas y tardó mucho en admitir su grandeza. Wilson, a propósito de Las uvas de la ira -que calificó como «novela de propaganda»-, llegó a decir que Steinbeck «ha aprendido de la pantalla» -¡lo peor!- y, todavía más grave, que escribía pensando en Hollywood. Eso no pareció afectar a los académicos suecos, que le concedieron el Premio Nobel de Literatura en 1962.

(Mañana sigo)

miércoles, mayo 30

Cointreau, las naranjas hechas arte

(Extraído de un artículo de Juan Barbacil en un ejemplar de abril del Heraldo de Aragón)

[...] En 1849, dos miembros de la familia Cointreau, Adolphe y Edouard-Jean, famosos maestros pasteleros, constituyeron una destilería en Angers, región francesa del Loira, en la que producían licores con frutas de la región. Edouard Cointreau, hijo de Edouard-Jean, destiló un licor a partir de cáscara de naranjas dulces y amargas, con un alto grado de cristalinidad. Este licor, que se llamó Cointreau, se produce desde entonces con una receta secreta que ha permanecido inalterable desde hace 150 años.

Esta perfecta combinación se consigue a través de la recogida de naranjas de variedades y procedencias distintas, tanto amargas, con un tono verde dorado, como dulces, de un naranja intenso. Las cáscaras se secan al sol, se dejan macerar y, finalmente, pasan por un proceso de destilación en unos alambiques de cobre, en los que se extrae cada gota de esta esencia. Combinado con los otros ingredientes -alcohol (40%), azúcar y agua- se forma este licor equilibrado, intenso y suave, cálido y refrescante, dulce y amargo, que no deja indiferente a nadie.

Tradicionalmente, esta bebida se tomaba en los postres, después del café, o como bebida digestiva, pero años después se convirtió en el triple seco más utilizado en la composición de cócteles tan conocidos como el Margarita, el Cosmopolitan o el Sidecar.

Ya desde el comienzo, se diseñó la característica botella, cuadrada y de color ámbar, una composición que rompía radicalmente con las clásicas botellas de aquellos tiempos, y que ha sido uno de los distintivos para la compañía desde entonces.

Esta exitosa marca se fue abriendo paso y ya, a principios del siglo XX, se vendían 800.000 botellas de Cointreau al año, llegando incluso a EEUU, Canadá y Latinoamérica.

En sus primeros años de historia, Pierrot, un divertido payaso francés, se convirtió en el personaje más simbólico de la imagen de la marca. El famoso artista del cartel, Nicolas Tamago, fue el artífice de tal composición. Un año después, Edouard Cointreau lanza la primera película publicitaria, protagonizada por el famoso Pierrot.

En los años 60, James Bond fue el elegido para representar a la marca en su publicidad. [...] En el año 2010, Dita von Teese, embajadora de la marca desde 2007, abre el primer Cointreau Privé, una coctelería efímera en el corazón de Montmartre, en París.

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lunes, mayo 28

Grecia, en quiebra desde su nacimiento

(Un artículo de Isabel Velloso en El Mundo del 28 de mayo)

"Grecia vive en plena bancarrota desde su nacimiento". "Los contribuyentes no pagan sus impuestos al Estado y éste no paga a sus acreedores". "Es necesario que las principales potencias garanticen su solvencia mediante un préstamo". "Los recursos del país no han crecido en los últimos veinte años". Esta serie de afirmaciones no vienen de reconocidos analistas financieros, ni premios Nobel de Economía ni de agencias de calificación sino que fueron escritas hace ya más de siglo y medio, exactamente en 1858, por el escritor y periodista francés Edmond About.

Este hijo de un pequeño comerciante era un alumno brillante que ingresó, con 23 años, en la Escuela francesa de Atenas, donde vivió durante dos años acompañado por el arquitecto Charles Garnier. Con su obra 'La Grèce contemporaine' obtiene, a su regreso a Francia, un éxito notable y en estos días, con toda Europa pendiente del país heleno recobra plena actualidad.

Grecia, intervenida y en fase de rescate por sus socios europeos, se debate entre su permanencia o no en la Eurozona después de unas elecciones que no han logrado formar Gobierno y que han de volver a celebrarse el próximo 17 de junio. Esta semana el ex primer ministro griego Lucas Papademos advertía sobre la posibilidad de la salida del país del euro lo que tenía una respuesta casi instantánea del Eurogrupo que instaba a cada uno de los países que integran la moneda única a tener un 'plan B' por si se daba esta circunstancia.

La escritura de About, provocador y polemista nato, destila ironía desde el inicio del capítulo siete de 'La Grèce contemporaine', dedicado a las finanzas helenas. "El régimen financiero de Grecia es tan extraordinario y tan distinto a lo que conocemos que, yo creo necesario antes de entrar en detalle en sus presupuestos, hacer una serie de observaciones generales".

A saber, "Grecia es el único ejemplo conocido de país que vive en plena bancarrota desde su nacimiento. Si Francia o Inglaterra se encontraran un sólo año en esta situación sería una catástrofe terrible. Grecia ha
vivido más de veinte años en paz con la bancarrota", escribe el clásico francés que conoció la cárcel por el elevado tono de sus críticas.

En su libro satírico sobre Grecia, que llegó a alcanzar, al menos, cinco ediciones que fueron publicadas por Hachette, asegura que aunque el país heleno estuviera infinitamente financiado por las principales potencias
no se encontraría mucho mejor. "Sus gastos nunca estarán cubiertos por sus ingresos". Es más, escribe  About que ni siquiera podrá hacer frente a los intereses de los préstamos concedidos.

En cuanto a los impuestos, el autor de 'La Grèce contemporaine' viene a decir que no existe esta cultura. Es más, incluso en el caso de que se llegaran a pagar sería en especies en las zonas rurales y aunque se pagasen en efectivo, el sistema de recaudación de impuestos resulta considerablemente más costoso frente a lo que realmente se ingresa.

En el caso de los ricos propietarios, que son "personajes tan influyentes", dice de ellos que encuentran siempre la manera de "defraudar al Estado" y de intimidar al funcionario para no pagar sus tributos. A su vez, el funcionario como está mal pagado y no tiene su futuro asegurado "no defiende los intereses del Estado como si fueran los de su casa". "Los funcionarios son blandos con los contribuyentes", escribe. "Los griegos no conocen apenas ese concepto abstracto que se llama Estado".

Estas son las observaciones generales que el autor quiere precisar antes de abordar el análisis de los presupuestos de Grecia desde los años 1833 a 1843, entre otros ejercicios presupuestarios, cuando los ingresos medios de cada año eran de aproximadamente 12,5 millones de dracmas y los gastos medios ascendían a 13,8 millones.

martes, mayo 22

140 años de periodismo de investigación

(Algunas pinceladas sobre periodismo de investigación leídas en un artículo de Virginia Drake en el XLSemanal del 14 de marzo)

Todo empezó con una serie de artículos del periodista Julius Chambers en 1872 que denunciaban en el New York Tribune las inhumanas condiciones de vida en los psiquiátricos. Sus artículos cambiaron las leyes del país y doce pacientes sanos fueron dados de alta.

Los pioneros
1881 - Henry D. Lloyd destapa la corrupción y manipulación de precios de la petrolera Standard Oil y pone en la picota a Rockefeller.

1887 - La joven periodista Nellie Bly se hace pasar por loca y consigue que la ingresen en un manicomio, donde estará diez días. Realiza una serie de reportajes para el New York World, de Joseph Pullitzer, en los que describe la crueldad con la que se trata a los internos.

1906 - Upton Sinclair denuncia en el libro La Jungla las condiciones insalubres de los mataderos de carne en Chicago.

1922 - Herbert B. Swope gana el Pullitzer con su investigación sobre el Ku Klux Klan.

La época dorada
1966 - Hunter S. Thompson pasa un año viajando con los Ángeles del infierno de California y publica un libro que se convierte en best seller. Los motoristas le propinan una paliza.

1970 - Seymour Hersh denuncia la masacre de My Lai durante la guerra de Vietnam. Años después, en 2004, alzará su voz contra las torturas de las tropas de EEUU en la prisión afgana de Abu Ghraib.

1971 - El New York Times comienza la publicación de los papeles del Pentágono sobre la guerra de Vietnam. La mayor filtración de documentos oficiales hasta WikiLeaks.

1972 - Bob Woodward y Carl Bernstein publican el primer artículo sobre Watergate en el Washington Post. El escándalo le cuesta a Nixon la presidencia.

1985 - El periodista alemán Günter Wallraff se hace pasar por turco para denunciar la xenofobia de la sociedad germana.

1977 - Un tribunal norteamericano condena a la cadena ABC News por fraude. Varios periodistas descubrieron que la empresa de alimentos Food Lion usaba carne rancia y mordida por las ratas. Las denuncias eran ciertas, pero los jueces estimaron que los periodistas habían mentido sobre sus currículos para conseguir un empleo en la compañía. El veredicto supone un varapalo para el periodismo con cámara oculta, que empieza a caer en desuso en EEUU.

2004 - El periodista español Antonio Salas (pseudónimo) se infiltra en un grupo neonazi. Su grabación con cámara oculta servirá de prueba en el juicio contra ellos.
Una televisión expone las torturas a los reclusos en Abu Ghraib. La historia incluye fotos tomadas por los propios guardianes y luego filtradas a los medios.

2006 - La periodista rusa Anna Politkovvskaya, cuyos reportajes sobre las atrocidades en la guerra de Chechenia incomodan al Kremlin, es asesinada.

2010 - Wikileaks filtra más de 250.000 documentos del pentágono. Antes había filtrado miles de registros relativos a las guerras de Afganistán e Irak, hasta un total de 700.000. La mayoría sin editar.
Los premios Pullitzer incluyen por primera vez un galardón al periodismo digital.

2010 - Desaparece el diario británico News of The World, del magnate Rupert Murdoch, debido a un escándalo de escuchas telefónicas.

2012 - El Tribunal Constitucional español declara ilegítimo el uso de cámaras ocultas.

lunes, mayo 21

La vocación, según Rilke

(Extraído de un artículo de Pilar Cambra en El Mundo del 13 de mayo de 2012)

[...] La vocación, la profesión que un día elegimos libre y apasionadamente, es otra cosa: es, precisamente, lo que nos hace seguir adelante, lo que nos ayuda a sobrevivir en medio de las peores tormentas laborales. Ya pueden venir tifones, olas gigantes y terremotos que esa pequeña o gran llama de la vocación no se apaga, se mantiene incólume y da razones de nuestra esperanza aún cuando sobrevenga lo peor.

[...] Raine María Rilke es uno de los grandísimos poetas en lengua alemana, uno del escogido grupo de "los mejores". Nacido en Praga el 4 de diciembre de 1875, murió de leucemia en Suiza el 29 de diciembre de 1926. Su obra magna son las Elegías de Duino, que toman su nombre de un castillo en el que vivió. Rilke estudió, a su pesar y contrariado, en una escuela militar que calificó de "abecedario de los horrores"; más tarde pasó por la universidad siguiendo carreras de literatura, filosofía e historia del arte. Tuvo una turbulenta vida sentimental, con varias aventuras con mujeres casadas y solteras, y fue un viajero incansable: Italia, Rusia, Alemania, Francia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Bélgica y España. Cautivado por la belleza, fue amigo íntimo del escultor Rodin y de los pintores Cezanne e Ignacio Zuloaga.

El 17 de febrero de 1903, Rilke inicia, desde París, una correspondencia -recogida en el libro "Cartas a un joven poeta"- con el joven poeta Franz Xaver Kappus. Y en esa primera carta se halla el párrafo lleno de pasión vital que retrata a la perfección qué es -y qué no es- la vocación profesional: "Nadie puede aconsejarle ni ayudarle. Nadie. Sólo hay un único medio: entre en sí mismo. Indague cuál es la causa que lo mueve a escribir; examine si ella expande sus raíces hasta lo más profundo de su corazón. Confiésese a sí mismo si moriría, en el supuesto caso de que se le privara de escribir. Ante todo, pregúntese en la más silente hora de la noche: "Debo escribir?". Hurgue dentro de sí mismo en busca de una profunda respuesta. Y si esta resultara afirmativa, si puede afrontar tan serio interrogante con un enérgico y sencillo "debo", entonces construya su vida según esa necesidad".

Substitúyase la palabra "escribir" por la que defina su oficio, su ideal profesional, su trabajo soñado y comprobará como casi nada tiene sentido [...] sin esa pasión que planta sus raíces en lo más hondo y fértil de nuestro corazón. 

domingo, mayo 20

Encuesta telefónica


(Extractado de la novela "Lo mejor que le puede pasar a un cruasán", de Pablo Tusset)

Sólo el timbre del teléfono fue capaz de devolverme al planeta Tierra.
—Siií.
—Buenos díaaaas. Le llamo de Centro de Estudios Estadísticos con motivo de un estudio general de audiencia de medios. ¿Sería tan amable de atendernos durante unos segundos?, será muy breve.
Era la voz de una chica tele—márqueting, con esa extrema dulzura que sin embargo no puede ocultar la mala leche típica del que detesta su trabajo. Pero lo peor es que el rollo de la encuesta tenía toda la pinta de ser sólo una excusa para intentar venderme algo, y eso sí que me jode.
Decidí ponérselo difícil:
—¿Una encuesta...? Qué bien: me encantan las encuestas.
—Ah, ¿sí?, pues está de suerte... ¿Me podría decir su nombre, por favor?
—Rafael Bolero.
—Rafael Bolero qué más.
—Trola: Rafael Bolero Trola.
—Muy bien, Rafael, ¿cuántos años tienes?
—Setenta y dos.
—¿Profesión?
—Pastelero.
—Pas—te—le—ro, estupendo. ¿Te gusta la música?
—Uf: horrores.
—¿Siií?: ¿y qué tipo de música?
—El Mesías de Haendel y La Raspa. Por este orden.
La tía estaba empezando a titubear, pero no se dio por vencida. Todavía preguntó si oía la radio, si veía la tele, si leía periódicos y cuáles y al fin, después de soltarme el rollo entero, abordó la cuestión:
—Muy bien, Rafael... Pues mira: en agradecimiento por tu colaboración, y como veo que te gusta la música clásica, te vamos a regalar una colección de tres CD's, casets o discos completamente gratis. Sólo nos tendrás que abonar los gastos de envío: dos mil cuatrocientas doce, ¿te parece bien?
—Ay, pues lo siento mucho, pero tendría que consultarlo con mi marido...
Mi voz es inequívocamente masculina, del tipo cavernoso, y la tía estaba ya alucinando. Fue el momento justo de lanzarme a saco:
—Huy, perdona, no te extrañes, es que verás, somos una pareja de hecho homosexual, ¿no sabes?, vivimos juntos desde que salimos del centro de desintoxicación y montamos la pastelería, va para seis meses. Y mira por dónde un cliente que también es gay y nos compra lionesas (porque, me está mal el decirlo, pero tenemos unas lionesas di—vi—nas...), pues resulta que nos inició en la Hermandad de la Luz por Antonomasia..., ¿pero ya conoces la Hermandad, supongo?
—Pues... no...
—Uh, pues tienes que conocerla. Nosotros estamos encantados. Fíjate que por las mañanas mi marido va a hacer apostolado y yo me quedo en la pastelería; y por la tarde invertimos el turno... ¿Así que tú no has visto la Luz todavía?
—No, no...
—¡No?, pues no te apures que eso se arregla enseguida. A ver, ¿cómo te llamas?
La tía estaba ya acojonada del todo.
—No, es que...
—O mejor, mira: dame tu dirección y esta tarde vengo a verte y charlamos, ¿qué te parece?
—No, perdone, es que no nos permiten dar la dirección...
—¿Que no te permiteeen...? Eso no es problema: yo inmediatamente te localizo la llamada en el ordenador y envío a una Gran Hermana Lésbica para que hable con tu jefe, ¿vale? Ah, ya me salen los datos en pantalla, a ver..., ¿llamas de Barcelona, verdad? Si esperas un momento me saldrá enseguida la dirección exacta...
No resistió más, oí el clic del teléfono colgado a toda prisa.

sábado, mayo 19

La vaca y la pequeña granja

(Leído en la columna de Paulo Coelho del XLSemanal del 4 de marzo)

Un filósofo paseaba por un bosque con un discípulo, conversando sobre la importancia de los encuentros inesperados. Según el maestro, todo lo que está delante de nosotros nos ofrece una oportunidad de aprender o enseñar.

En este momento cruzaban el portal de una granja, que, aunque muy bien situada en un hermoso paraje, tenía una apariencia miserable.

–Vea este lugar –comentó el discípulo–. Usted tiene razón: acabo de aprender que mucha gente está en el paraíso, pero no se da cuenta, y continúa viviendo en condiciones miserables.

–Yo dije aprender y enseñar –retrucó el maestro–. No basta con constatar lo que sucede: es preciso verificar las causas, pues solo entendemos el mundo cuando entendemos las causas.

Llamaron a la puerta y fueron recibidos por los moradores: un matrimonio y tres hijos, con las ropas sucias y rotas.

–Usted está en medio de este bosque y no hay ningún comercio en los alrededores –dijo el maestro al padre de familia–. ¿Cómo sobreviven aquí?

Y el hombre, calmadamente, respondió:

–Amigo mío, tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte de ese producto la vendemos o la cambiamos en la ciudad vecina por otros tipos de alimentos; con la otra parte producimos queso, cuajada y mantequilla para nuestro consumo. Y así vamos sobreviviendo.

El filósofo agradeció la información, contempló el lugar durante algunos instantes y se marchó. En mitad del camino le dijo al discípulo:

–Busca esa vaca, llévala hasta ese precipicio que tenemos enfrente y tírala abajo.

–¡Pero si es el único medio de sustento de aquella familia!

El filósofo permaneció mudo. Sin otra alternativa, el muchacho hizo lo que le había ordenado y la vaca murió en la caída.

La escena quedó grabada en su memoria. Pasados muchos años, cuando ya era un exitoso empresario, decidió volver al mismo lugar, confesar todo a la familia, pedirles perdón y ayudarlos financieramente.

Cual no fue su sorpresa al ver el lugar transformado en una bella finca, con árboles floridos, coche en el porche y algunos niños jugando en el jardín. Se desesperó al pensar que aquella humilde familia había tenido que vender la propiedad para sobrevivir tras perder la vaca. Apresuró el paso y fue recibido por un casero muy amable y simpático.

–¿Adónde fue la familia que vivía aquí hace diez años? –preguntó.

–Continúan siendo los dueños –fue la respuesta.

Asombrado, entró corriendo en la casa, y el propietario lo reconoció. Le preguntó cómo estaba el filósofo, pero el joven estaba ansioso por saber cómo había conseguido mejorar la granja y situarse tan bien en la vida:

–Bien, nosotros teníamos una vaca, pero se cayó al precipicio y murió –dijo el hombre–. Entonces, para mantener a mi familia, tuve que plantar verduras y legumbres. Las plantas tardaban en crecer, así que comencé a cortar madera para su venta. Al hacer esto, tuve que replantar los árboles y necesité comprar semillas. Al comprarlas, me acordé de las ropas de mis hijos y pensé que tal vez podía cultivar algodón. Pasé un año difícil, pero, cuando la cosecha llegó, yo ya estaba exportando legumbres, algodón, y hierbas aromáticas. Nunca me había dado cuenta de todo mi potencial aquí: ¡fue una suerte que aquella vaca muriera!

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jueves, mayo 10

¿600 dólares a cada estadounidense?

(Leído en el suplemento Crónica de El Mundo del 6 de mayo -aunque hay trozos copiados del nosesilosabes.blogspot.com)

Marc Faber es un analista de inversiones y empresario norteamericano. En junio de 2008, cuando el Gobierno Bush estudiaba lanzar un proyecto de ayuda a la economía americana, Marc Faber escribía en su boletín mensual un comentario con mucho humor:

"El Gobierno Federal está estudiando conceder a cada uno de nosotros una suma de 600,00 $. Si gastamos ese dinero en Walt-Mart, ese dinero va para China. Si gastamos el dinero en gasolina, va para los árabes. Si compramos un ordenador, el dinero va para la India. Si compramos frutas, irá para México, Honduras o Guatemala. Si compramos un buen coche, el dinero irá para Alemania o Japón. Si compramos tonterías, se va para Taiwan, y ningún centavo de ese dinero ayudará a la economía americana. El único medio de mantener ese dinero en USA es gastándolo en putas o cervezas, considerando que son los únicos bienes todavía producidos aquí. Yo, estoy haciendo mi parte..."

Respuesta de un economista español igualmente de buen humor:

"Estimado Marc: Realmente la situación de los norteamericanos es cada vez peor. Y lamento informarle que la cervecera Budweiser fue recientemente comprada por la brasileira AmBev. Por lo tanto, le quedan solamente las putas. Ahora bien, si ellas (las putas), decidieran mandar su dinero a sus hijos, el mismo vendría directamente hacia el Congreso de los Diputados en Madrid, donde existe la mayor concentración de hijos de puta del mundo".

martes, mayo 8

De confeti, confites y confit

(Extraído de la columna de Caius Apicius en El Confidencial del 08/05/2012)
Se llama "falso amigo", en lingüística, a aquella palabra de otro idioma que suena igual que otra del propio pero no significa lo mismo; hay muchos casos y algunos hasta casi divertidos, como pedir en una farmacia francesa un remedio contra el constipado y que le den a uno un laxante, porque, en francés, "constipé" no es acatarrado, sino estreñido... Trayendo el ascua a nuestra sardina, tendríamos que hablar de una trinca de falsos amigos que forman el español confite, el francés "confit" y el italiano "confetti".
Esta última palabra designa, en castellano (en el que se le cae una "t") y francés, a los papelitos que se tiran alegremente en fin de año, fiestas o carnavales, con las serpentinas; es palabra derivada del italiano, idioma en el que, en cambio, designa (es voz plural de "confetto") a pequeños dulces formados por un interior variable recubierto de una capa de azúcar. O sea: un confite, en buen español. A nuestro confeti, los papelillos, los italianos les llaman "coriandoli"... palabra plural cuyo singular, "coriandolo", significa cilantro. Un lío.
Vayamos al confit, cosa de la que se habla mucho (porque se consume) desde hace algún tiempo. Para escándalo de los puristas, entendemos por confit una preparación generalmente de pato u oca cocida y conservada en su propia grasa. "Confitar", en español, no es eso; es, según dice el DRAE, "cubrir con un baño de azúcar las frutas o semillas para hacerlas más agradables al paladar". También vale "cocer las frutas en almíbar" y, por supuesto, "endulzar, suavizar".
"Confit" es el participio del verbo francés "confire". Según el "Larousse Gastronomique", equivale a preparar alimentos para su conservación cociéndolos lentamente en su grasa. También significa lo mismo que en español, o sea, cubrir de azúcar o cocer en almíbar algunas frutas, pero incluye la conservación en alcohol (como las guindas) o en vinagre (como los pepinillos y otros encurtidos). Pero la misma enciclopedia nos señala que por confit, culinariamente hablando, se entiende sólo el resultado de la primera acepción, la larga cocción y conservación en la propia grasa. O sea: "confire" es confitar como dice la RAE, pero también encurtir y conservar en manteca.
Los confits clásicos son los de pato, oca y cerdo. El de oca es un ingrediente importante de platos del Sud-Ouest francés, caso de la "garbure", que es un caldo típico bearnés (la tierra natal de Enrique IV, primer Borbón que ocupó el trono de Francia) hecho básicamente con col, caldo de verduras y confit de oca. También es básico en el "cassoulet", plato de alubias especialidad del Languedoc, en cuya versión tolosana (de Toulouse, no de la Tolosa guipuzcoana) es pieza fundamental, con unas cuantas "parroquias" porcinas.
Hoy hay en el mercado muy buenos confits de oca o de pato. Suelen ser muslos o alas con su parte de pechuga, y aparte de estar muy ricos son una cosa muy fácil de preparar, ya que basta con calentarlos despacio y eliminar toda la grasa, que puede usarse como delicioso excipiente para freír unas patatitas o saltear unas verduras. [...]

jueves, mayo 3

El Juncal, historia de un naufragio II

(Seguimos con la historia de ayer)

El Juncal está considerado como el mayor tesoro hundido del imperio español. Su valor hoy en el mercado superaría los 3.000 millones de euros [...] Una montaña de plata y oro de unos 120.000 Kgs, haciendo un cálculo pesimista. Y mucho más, pues en el cargamento tambiñen iban depositadas las esperanzas y el futuro de muchos mercaderes, en forma de cajas de cotizado chocolate, sedas, valiosísimas tinturas (grana fina y salvaje, conchinilla, palo del brasil, entre otras) para la industria textil de lujo del viejo mundo.

De la flota de trece naves que zarpó de Veracruz rumbo a La Habana el Juncal era, a efectos de transporte de caudales, el auténtico navío insignia, por más que cerrara la comitiva. Desempeñaba el puesto de comandante en jefe el capitán general Manuel Serrano de Rivera, a bordo del Santa Teresa. El 22 de octubre, el Juncal acusó una segunda tanda de temporales, por lo que se decidió enfilar las costas de Campeche con la intención de embarrancar. Las vías de agua eran incontrolables. Aristizábal ordenó lanzar por la borda parte del cargamento y piezas de artillería. Se vieron obligados también a cortar el palo mayor para lograr estabilidad.

De poco sirvió que el almirante don Andrés de Aristizabal, que accedió al puesto por la muerte del general Miguel de Echazarreta, en Veracruz, animara a sus hombres en la contienda contra las fuerzas de la naturaleza. El azar había querido que la fabulosa remesa de metales preciosos quedara a cargo de un inexperto capitán de infantería.

Durante diez extenuantes jornadas, todos los tripulantes, soldados y pasajeros mantuvieron una titánica batalla contra el agua que invadía el casco. El mal mantenimiento durante la invernada en Veracruz y la fuerza de los elementos habían roto el galeón. Se achicaba agua con las bombas, con vasijas, con botijas; día y noche, por turnos.

Se resistió hasta el día 31 de octubre, el del hundimiento. El segundo piloto, tras inspeccionar los daños interiores, advirtió a sus compañeros: pongámonos bien con Dios, que ya no tenemos remedio; y luego desmayaron todos", declararía luego a sus superiores.

En el tiempo de tres credos, con Aristizábal vistiendo su hábito de Santiago, acaecieron escenas de confesiones públicas y oraciones ante la inminencia de la muerte. De los 400 tripulantes y pasajeros, sólo 39 se salvaron. Unos y otros pugnaron en su desesperación por hacerse con un espacio en la lancha de servicio. No se sabe a ciencia cierta lo acaecido en la pequeña embarcación, a pesar del proceso que se siguió después a los supervivientes.

Esta desgracia supuso una auténtica conmoción para las Españas de Felipe IV (el penúltimo monarca de la Casa de Austria y en cuyo reinado se consagra la decadencia del imperio español). El Juncal supone la pérdida del oro y la plata que debían enjugar parte de las deudas de la monarquía y financiar la política imperial en Europa. El desastre no afectó sólo a la Corona. Muchos comerciantes y pasajeros porteaban en las bodegas del desdichado galeón sus capitales. Con toda seguridad, el montante del oro y la plata transportados realmente en el bajel de Aristizábal arrojará una cifra muy superior a la recogida en los registros oficiales. Estamos ante uno de los grandes desastres de la carrera de Indias, equiparable a la desaparición de la flota de Tierra Firme de don Luis Fernández de Córdoba en 1605 y muy superior a los casos del Atocha, del Margarita (1622) o del Maravillas (1656). Mitos de la época aún hoy en pie.

Cuando la noticia llegó a Madrid, cinco meses después, la desolación se apoderó de la corte y el monarca quedó tocado, desesperado, ante la situación derivada del desastre.

[...]

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miércoles, mayo 2

El Juncal, historia de un naufragio I

(Un artículo de Jaime Lázaro en el suplemento Crónica de El Mundo del 15 de abril)

Considerado el mayor tesoro hundido de la flota imperial española, el Juncal transportaba desde América oro y plata valorada, a fecha de hoy, en 3.000 millones de euros.

[...] el Juncal tardó en hundirse tres credos. Ante lo inevitable, el almirante de la flota, la más ahíta de tesoros de cuantas habían sido en la carrera de Indias, don Andrés de Aristizábal, se vistió con su hábito de Santiago, que es como se amortajaba a un caballero para la sepultura. Porque a eso sabían ya que iban todos aquel 31 de octubre del año del Señor de 1631. Tres credos, dos minutos y medio escasos bastaron para que la nao viajara en vertical al fondo del Caribe, allá por el banco de Campeche, en el sureste del Golfo de México, frente al Yucatán. Y allí sigue. Sepultura de 361 hombres. De oro como nunca se había visto. De plata. Piedras preciosas y el botín capturado en Extremo Oriente por corsarios españoles a una embajada del legendario reino de Siam (hoy Tailandia).

Al "Nuestra Señora de Juncal", galeón de tres palos y 24 cañones de bronce se lo tragó el mar en lo que se rezan tres credos. Dos años llevaba la nao amarrada en el puerto de San Juan de Ulúa, Veracruz, a la espera del momento propicio para emprender el viaje de vuelta. Cuando zarpó, el 14 de octubre, al Juncal le correspondió cerrar la flota de Nueva España. Era la nave 13. Por delante de todas, la Santa Teresa. Harían escala en La Habana.

No logró salvarse ni un soldado de los 140 que iban a bordo; tampoco las personas de calidad que viajaban, incluídos el propio almirante y el marqués de Salinas. Sólo marineros, artilleros, tres pajes de unos diez años y dos clérigos, a la orden del contramaestre Francisco Granillo, escaparon en la noche del 31 de octubre. En total, 39 vivos, 361 muertos.

En los momentos de confusión se desató la ambición, el deseo descontrolado de apoderarse de los metales preciosos antes de que los engullese el mar. Aparte de algunas sacas pequeñas de oro, los supervivientes cargaron en el batel (la lancha de servicio del navío) 50.000 duros de plata (1.350 Kg.). Pero el riego de zozobrar les obligó a arrojar al agua el botín, no sin haber deliberado antes sobre el dilema de deshacerse de uno de los frailes o, en su lugar, de las monedas acuñadas en la Ciudad de México. La tragedia parecía cernirse sobre ellos hasta que el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, el patache de la capitana de la flota rescataba a la diezmada tripulación. Varios días después arribaban al puerto de San Francisco de Campeche.

[...] la obra de un profesor español, Fernando Serrrano Mangas, de la Universidad de Extremadura, recrea los últimos días del Juncal. [...] Los tres credos de don Andrés de Aristizábal es el título de la obra [...]


(Seguirá...)

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