Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

lunes, enero 31

¿Por qué comemos palomitas en el cine?

(Leído en el muro de Vodafone en Facebook el 19 de enero de 2022)

Comencemos con un poco de historia: A mediados de 1800, las palomitas de maíz ya eran un alimento popular que se vendía en circos, ferias y también en las calles. Sin embargo, había un lugar en el que no se vendían: los cines. De hecho, el cine ni siquiera se había inventado todavía.
 
Incluso cuando el cine comenzó a ser cada vez más común a principios del siglo XX, las palomitas de maíz aún no habían llegado a las salas. En los primeros días del llamado séptimo arte, las salas de cine hacían todo lo posible para recrear el lujo de un teatro tradicional: asientos lujosos, alfombras... y no se permitía comer.
 
Por aquel entonces, el cine era una forma de arte para personas ricas y bien educadas. Esto fue en parte apoyado por la necesidad de leer. Las películas mudas se basaban en pantallas con texto para exponer aspectos importantes de la trama, lo que significaba que solo las personas alfabetizadas podían disfrutarlas.
 
Fue la llegada de las películas con sonido en 1927 lo que hizo que el cine fuera accesible para las masas y, claro, la gente quería llevar sus bocadillos al cine. Los vendedores ambulantes vieron la oportunidad y comenzaron a vender sus palomitas de maíz fuera de los cines. Después, los propios dueños de los cines no tardaron en ver el negocio y comenzaron a vender palomitas de maíz ellos mismos.
 
Desde el punto de vista del dueño del cine, era perfecto. Las palomitas de maíz son baratas de producir a gran escala y no se necesitan habilidades especiales para hacerlas. Además, su tentador olor es un anuncio más eficaz que cualquier cartel publicitario. Para el público también era ideal: se puede comer con las manos y no distraía la atención de la película.
 
Por eso la gente come palomitas en el cine. Es un snack sencillo y práctico que el público disfruta y del que los propietarios de cines pueden obtener grandes ganancias.

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domingo, enero 30

Los quintos de Aguarón salen de ronda

(Leído en la Gaceta Universitaria de febrero de 2018)

La fiesta de Quintos de Aguarón es una tradición que, cuando menos, sorprende a todo el que la vive por la acogida y hospitalidad de sus gentes. Una cita que "hay que ver y sentir en primera persona" para ser consciente de lo que significa para sus vecinos. Una fiesta que multiplica por cinco el número de habitantes censados en esta población perteneciente al Campo de Cariñena.

Los 600 habitantes de Aguarón, en Zaragoza, esperan con ilusión la que sin duda es una de las más importantes: los Quintos. Esta festividad, que congrega a más de 3.000 personas, se celebra el domingo próximo a la festividad de San Blas, adaptándose para conveniencia y bien de todos al anterior o al posterior. No se recuerdan sus orígenes, pero todo indica que cuando se hacía el sorteo para la mili los quintos se situaban en el balcón del Ayuntamiento. "Nadie sabe bien el porqué; ni nuestros abuelos recuerdan desde cuándo se celebra", explican desde Aguarón.

Pero de lo que no cabe duda es que esta fiesta es una excusa para la diversión relacionada con el desaparecido servicio militar. Una jornada de despedida de aquellos que estaban a punto de incorporarse al ejército, cuando era obligatorio. Desde Identidad Aragonesa explican que "hace seis siglos el rey Juan II de Castilla decretó la obligatoriedad de sustentar el ejército real mediante una contribución de sangre". Se llegó a la conclusión de que con uno de cada cinco jóvenes, con la mayoría de edad recién cumplida, bastaría para mantener la milicia. Así, por ser la quinta parte, los jóvenes que tenían que ir al ejército empezaron a conocerse como "quintos". El término se generalizó luego a todos los que tenían la misma edad o habían realizado juntos el servicio militar, qué fue obligatorio para casi todos desde el siglo XVIII.

En Aguarón, algunos de sus vecinos más ancianos, recuerdan que cuando se hacía el sorteo militar, "los quintos se ponían en el balcón del Ayuntamiento. El secretario, con voz fuerte, leía la papeleta con el nombre y el número determinado. El que sacaba el más alto se libraba y los que sacaban el número más bajo tenían que ir fuera de la península, a África, a Cuba... Las familias y las novias mientras tanto, esperaban en la plaza esperando la suerte de "su quinto". Al que se libraba, lo ataban en la plaza Del Santo, lo dejaban sin comer y le hacían alguna jugarreta".

Antiguamente, los quintos estrenaban ese día un traje de baturro o se ponían el que vistieron sus antepasados; con el cachirulo en la cabeza y la tradicional vara de madera (recta, pulida y con abrazadera de cuero o piel). Con el paso del tiempo, el atuendo va cambiando: ahora no falta un vistoso y decorado bastón con cintas de colores, un pañuelo y gorro.

También se sigue adornando a una burra, como se hacía antigua-mente, aunque el serón de esparto lo llevan por conservar la tradición: ya no se regalan alimentos, sino dinero. En el centro y a lo alto de la albarda, en un panel, ponen un roscón grande que dice: "Viva la Quinta del Año".

Cántico a las madres

"Como la madre ninguna.

Mujeres hay en el mundo,

Como la madre ninguna.

Que es la que nos trajo al mundo

y es la única que perdona"

LA FESTIVIDAD. La fiesta arranca con una misa en honor a San Blas y a la salida comienza el recorrido por las calles del pueblo, donde no faltan los cánticos y las degustaciones: primero al Ayuntamiento, luego a las madres y a las novias de cada quinto en su casa, a los diversos establecimientos... "Cada sitio tiene su copla particular", explican desde el Consistorio. Cuando se termina la ronda, todos juntos se reúnen en el pabellón a comer lo que han preparado las madres, porque "sin ellas, esta fiesta no sería tan especial".

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sábado, enero 29

San Valero de Zaragoza... y otros sitios

(La columna de Guillermo Fatás en el Heraldo de Aragón del 29 de enero de 2017)

Fuera de la capital de Aragón, sobreviven, aunque con intensidad decreciente, bastantes celebraciones que conmemoran a san Valero, patrono de Zaragoza.

San Valero tiene, o tuvo, fiesta propia en muchos lugares, no solo en Zaragoza. Así, en Roda y en Enate, en Morillo de Tou, en Bueña, Cañizar del Olivar, Los Olmos y Valfarta, pero también en lugares mayores de otras partes de España como Segorbe, el barrio valenciano de Ruzafa, Mondragón, Sevilla... En algunas poblaciones, el santo se vincula al agua, ignoro por qué: así ocurre en La Puebla de Valverde, Seno o Ruesca.

Un obispo extraviado. Por el motivo que fuera, el obispo Valero, que caminaba por tierras extrañas para él, acabó por extraviarse en un valle. El relato no aclara si había emprendido la caminata para escapar de perseguidores malintencionados no eran buenos tiempos para los obispos o andaba en algún quehacer propio de su oficio. El caso es que, exhausto y apremiado por una intensa sed, no encontró con qué saciarla en aquellos parajes: ni un arroyo, ni un charco, ni lluvia, ni nada.

Cuando, al fin, casi agotado, llegó a Ruesca, con el hilo de voz que salía desfalleciente de su garganta reseca pudo pedir algo de beber. La falta de agua era total, absoluta (ya escribió Baroja que, cuando la sequía aprieta en Aragón, ni aun moscas se ven). Aquellas buenas gentes le ofrecieron, pues, el único líquido que tenían: vino. Valero lo aceptó de buen grado y salió del grave apuro.

Una vez mitigado el padecimiento, pensó que debía devolver la merced a sus bienhechores y se le ocurrió que sería buen regalo facilitarles algo tan esencial para la vida como el agua. Dicho y hecho, a la manera de Moisés, se dirigió al caño reseco de la fuente del pueblo y dijo: «Cuando Dios quería, de esta fuente agua salía». Y el tubo se puso a manar, con gran alborozo de sus caritativos auxiliadores. Desde entonces, en prueba de gratitud, cada año, cuando llega el 29 de enero, acuden todos al lugar milagroso. El cura bendice el líquido que, mil setecientos años después, sigue brotando del manantial, dotado ahora de cinco caños.

Esta Fuente de san Valero mana bajo una obra, de ladrillo a cara vista, en forma de templete. Se accede a ella mediante una escalera y, por otra fachada, se entra pasando bajo un arco rebajado. El tejado de la edificación remata en una esbelta hornacina, dentro de la cual se cobija una estatuilla del obispo. Encima, una sencilla cruz de hierro dota al templete con aires de peirón.

Ruesca, perfil particular. En Ruesca, los festejos de san Valero tienen un perfil particular. La víspera de su fiesta, los vecinos van al monte, a la sierra del Espigar, para hacer acopio de leña en la pinada. Se corta con supervisión del agente forestal. Servirá para que, al día siguiente, se encienda una buena hoguera. Durante la recogida de madera, en memoria del auxilio que dieron a Valero y que les resultó tan beneficioso, los ruesquinos se acomodan en el refugio que allí existe. Preparan un buen rancho de arroz y patatas y vierten vino de sus botas o botellas en una teja, de la cual lo beben. Por averiguar está si eso de la teja es lo que hicieron sus ancestros con el legendario obispo perdido. La madera, cargada en tractores porque ya nadie tiene carros y mulas como antaño, se lleva a la plaza mayor.

El día 29 hay ceremonia litúrgica en la parroquia, que custodia una reliquia del santo. Concluida, y a los sones de una música peculiar, alegre y pegadiza, que interpreta una charanga, vecinas y vecinos bailan, sueltos o cogidos, de modo regocijado, pero contenido. El baile es simple: media docena de pasos rápidos adelante y otros tantos atrás, entre vivas al patrono. Es curioso ver al cura, revestido, dando esos saltitos. La escena la preside el santo, sacado de la iglesia sobre unas andas cubiertas de las que cuelgan roscones. Las manejan cuatro vecinos, sin acepción de sexo. Por la tarde, tras las 'completas' en el pueblo se sigue usando este horario de origen monacal se enciende el gran fuego en la plaza. Los grandes troncos colocados sabiamente en la alta pira, arderán toda la noche. Eugenio Monesma lo filmó todo hace unos años.

Antes del alba, un grupo de hombres, con una gran campanilla de sonido penetrante, recorría las calles del pueblo, llamando a la misa festiva. Decían a coro una cantinela, en la que el solista intercalaba este verso: «Préstame atención», no sé si dirigido al santo o al vecindario durmiente. Tenía una parte histórica («Obispo y santo fue de Zaragoza») y otra, implorante («Te pedimos todos los cristianos nos libres y guardes de aquel mal dolor», sin especificar cuál, quizá la sequía). Para ayudar al despertar, se disparaba un cohete al final de cada recitado. Me dice un informante que ya ha muerto esta práctica de los 'rosarieros'. No obstante, la fuente sigue manando. Se ve que san Valero sigue siendo agradecido.

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viernes, enero 28

¿Sabias que... San Valero es el patrono de Zaragoza desde el siglo XII?

 (Leído en la gaceta universitaria de febrero de 2018)

San Valero, el que fuera obispo de Zaragoza, y el patrono de la ciudad, nació en la capital en fecha desconocida y murió desterrado en el año 315. Su biógrafo, Prudencio, cuenta que fue elegido obispo de la capital y que alcanzó una larga longevidad. Sufrió la persecución del emperador Diocleciano, pero no por ello dejó de predicar la fe. Fue detenido, encadenado y enviado a Valencia por orden de Daciano. 

Valero fue condenado al destierro y, ya anciano, murió. No hay acuerdo entre los historiadores sobre el primer destino de su cuerpo. Al parecer, a mediados del siglo XI sus restos -o los que se tomaron como tales- fueron trasladados a Roda de Isábena, entonces cabeza eclesial de Aragón. Alfonso I reclamó que los huesos del santo regresaran a Zaragoza y en 1170, bajo el cetro de Alfonso II, fueron traídos primero el brazo y, más tarde, el cráneo. 

Sus reliquias se veneran en la capilla barroca de la Catedral de San Salvador. Su festividad se celebra con el tradicional roscón y, aunque no se conoce con certeza el comienzo de esta tradición, unos cuen-tan que procede de la Edad Media, de cuando los grandes próceres ofrecían "migajas" a sus súbditos durante los días de fiesta. "Migajas" que se convirtieron en el dulce que actualmente conocemos. Otros van un poco más allá y ponen su origen en las saturnales romanas, fiesta de origen pagano que conmemoraba el nacimiento del sol. Aunque este último caso podría estar asociado directamente con el roscón de Reyes. Lo que sí está claro es que Zaragoza es la ciudad más rosconera de este país, ya que este postre se elabora en Reyes, en San Valero, en San Blas, en Santa Águeda y en San Antón.

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lunes, enero 24

Tratamientos posnavidad: comienza la recuperación

 

(Un texto de Stefanie Milla en el XLSemanal del 7 de enero de 2018)

Cremas más ricas aplicadas en doble dosis para el rostro, aceites prelavado para el cabello o clorofila y romero para sanear el sistema digestivo. Llega el turno de limpiar los excesos de las fiestas.

Juguemos a las adivinanzas: ¿cuánto tiempo tardaste en romper el primer propósito de 2018? ¿Días, semanas…? ¿Y cuánto tiempo en recuperar un poco el ritmo normal y la rutina? Esa respuesta es más fácil: cuando empezó el cole, tanto el de los niños como el de los adultos. Pero, claro, las consecuencias de estas semanas de desparrame tienen un precio, que se paga en forma de lorza indiscreta, piel algo agotada y alguna toxina que otra más agarrada a nuestro cuerpo como un ejército de okupas. ¿Cómo hacer borrón y cuenta nueva de los excesos de las fiestas?

Tiempo de mimar la piel

El invierno es una época que no siempre es fácil para la piel. Por el aire seco provocado por las calefacciones, el aire frío y el viento del exterior y los frecuentes cambios de temperatura, a nuestra pobre epidermis le toca esforzarse más de lo normal. A falta de la posibilidad de hibernar… ¿cómo echarle una mano para superar esta época?

-        SI BAJAN LAS TEMPERATURAS, sube la textura (de tu crema…). Es tiempo de recurrir a cremas más ricas, sobre todo en las áreas más secas, como las mejillas. ¿Otra opción? Hacer lo mismo que al vestir y acumular capa sobre capa, aplicando primero un sérum, luego un aceite facial y finalmente sellar todo con crema.

-        LAS DUCHAS han de ser cortas y con agua tibia para evitar deshidratar la piel en exceso.

-        BEBE AGUA, sí, pero por salud, no por tu pobre epidermis. Por común que sea el mito de que dos litros de agua al día ayudan a tener buena piel, lo cierto es que el nivel de hidratación cutáneo depende más de los ácidos grasos ingeridos y de la rutina facial que del vaso de agua de turno.

-        EN CLIMAS SECOS usa un humidificador y evita que el aire seco de la calefacción robe, atrape y se lleve hasta la última gota de agua de la epidermis.

Piel agotada

No es casualidad que empecemos enero físicamente exhaustos y con la piel en el mismo estado. Noches cortas, más alcohol del habitual y sobredosis de azúcar, unidos a la sequedad del invierno, no son la mejor receta para una piel impecable. ¿Cómo solucionarlo?

-        UN TRUCO FÁCIL que propone Paola Gugliota, creadora de Sepai, consiste en alternar mascarillas de hidratación, nutrición y luminosidad y usarlas una seguida de las otras durante un par de días.

-       OTRO SECRETO: «Funciona muy bien aplicar los sérums o cremas de siempre, pero a lo grande: se coloca una dosis tres o cuatro veces mayor que la dosis habitual y se masajea hasta su completa absorción. Los masajes han de ser profundos y simular que se está 'planchando' la superficie de la piel, desplazándola hacia arriba como si se quisiera dibujar una uve con las dos manos, partiendo del mentón y hasta las sienes. En la frente, en cambio, se ha de hacer un movimiento horizontal, de lado a lado, y repetir cien veces, cincuenta para uno y cincuenta para otro», propone la experta. Funciona, ¿verdad? Paola recomienda aún más: ¡repetir para mejorar el efecto!  

Belleza sin salir de casa

Ahora que anochece pronto y la idea de arrebujarse entre las sábanas resulta tentadora, es el momento de aprovechar para mimarse un poco más y montar un minispa en casa. ¿Quién se apunta?

-        HIDRATACIÓN PROFUNDA del cabello. Aplicar la mascarilla de pelo 20 minutos ¡antes! del lavado es una cura excelente.

-       ¿COLETA y tarde en casa o día de gym? Aprovecha para aplicar un aceite prelavado –siempre natural y sin aceites minerales– de medios a puntas. Basta utilizar un poco y peinarlo bien. Déjalo actuar cuanto quieras y luego lava con normalidad.

-       ¿QUÉ TAL DARLES UN MIMO A LOS PIES? Usa unos calcetines exfoliantes ahora, que luego los tendrás tapados: se aplican en casa durante una hora (no excedas el tiempo) y a los siete días los pies empezarán a descamarse.

-       OJO AL PARCHE: descubre los transdérmicos para el contorno y verás cómo esa área donde tanto les gusta acumularse a arruguitas, ojeras y bolsas mejora notablemente. Si puedes, aprovecha para poner los pies en alto durante el tiempo de aplicación. ¿Quieres rizar el rizo? Túmbate en el suelo o en la cama con el trasero pegado a la pared y las piernas hacia arriba, en ángulo recto con el cuerpo. Esta postura descongestiona, drena y mejora el retorno venoso.

-       EN INVIERNO CONVIENE EXFOLIAR CON MODERACIÓN. Realiza un peeling, sí, pero mejor por la tarde-noche, antes de dormir, para que la piel se recupere tranquilamente. ¿El combo perfecto? Primero exfoliación y luego mascarilla hidratante en capa bien generosa. Cuando haya penetrado, no la retires por completo y masajea todo el excedente, dejándolo actuar toda la noche.

Un descanso para el estómago 

Quien más quien menos se ha excedido un poco a la hora de comer, picar o merendar… Algo que no deja de tener sus consecuencias para nuestro organismo, al que le toca funcionar a todo gas durante demasiado tiempo. Es hora de darle un descanso… Leticia Carrera, nutricionista del centro Felicidad Carrera de Madrid, nos da las pautas:

-          Conviene evitar las grasas saturadas, azúcares y harinas.

-          ¿Para cenar? Proteína magra como puede ser atún, pavo natural o una tortilla a la francesa.

-          Durante dos o tres días, nada como hacer una dieta fácil de digerir que incluya consomés de verduras, verduras al vapor, pollo a la plancha o pescado al horno o a la plancha. Es decir, algo parecido a la dieta blanda, porque hace muy fácil la digestión, descongestiona el hígado y permite que nuestro aparato digestivo se recupere de los excesos.

-          Tomar probióticos también nos ayuda a recuperar la salud del sistema digestivo.

Depurar desde el interior 

Cuando sentimos que las toxinas nos salen por los poros y a la letargia del invierno se suma el peso de todas esas celebraciones acumuladas, ¿qué toca hacer? La doctora Paula Rosso, especialista en estética corporal y nutricionista del Centro Médico Lajo Plaza, explica:

-        La alcachofa y la cúrcuma son al mismo tiempo hepatoestimulantes y hepatoprotectoras.

-        La clorofila y el romero ejercen como protectores y antioxidantes para limpiar y sanear las células del sistema digestivo.

-        El brócoli favorece el drenaje de toxinas.

-        Los aminoácidos L-cistina y metionina desempeñan funciones de neutralización de metales pesados presentes en el ambiente contaminado y de 'detoxificación' del hígado.

-        Las vitaminas B y el zinc en dosis nutricionales ayudan al buen funcionamiento de cientos de sistemas enzimáticos del hígado. El zinc también actúa en la neutralización y eliminación de metales pesados presentes en nuestras células.

El sueño 'detoxifica' el cerebro

Dormir ayuda a regular el apetito, permite que el cuerpo se regenere, reduce los niveles de estrés, repara los daños producidos durante el día y ahora también sabemos que el cerebro se limpia de toxinas. Un estudio del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos demostró que durante el sueño la estructura celular del cerebro cambia: el espacio entre estas células aumenta, permitiendo que se expulsen y drenen las toxinas acumuladas durante las horas de vigilia.

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