Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

viernes, agosto 31

Malta: un paraíso en el Mediterráneo

(Un texto de María León en la revista Mujer de Hoy del 12 de agosto de 2017)

Tres pequeñas islas forman el país más misterioso y fascinante de Europa, que nos ofrece una herencia histórica y cultural única, aguas azules y románticos atardeceres.

Parece increíble que una isla con solo 30 kilómetros de extensión, entre los dos puntos más lejanos, albergue tanta historia y tanta cultura. Pero Malta es así. Mágica y de leyenda. Con un rico legado y un presente fascinante, que la ha llevado a ser elegida como Capital Europea de la Cultura en 2018.

Malta es un destino sorprendente: no solo se disfruta de un delicioso clima y un mar de un intenso azul, sino que también cuenta con un patrimonio histórico de gran riqueza, que en buena parte gira en torno a la famosa Orden de San Juan, formalmente conocida como la Soberana Orden Hospitalaria y Militar de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta, cuyos caballeros construyeron La Valeta, la capital más pequeña de Europa. Quizá por ese aire mágico y misterioso, ha sido elegida para rodar películas como Munich, de Steven Spielberg; Guerra Mundial Z, con Brad Pitt; Ágora, de Alejandro Amenábar; Troya, Gladiator; o parte de la primera temporada de Juego de Tronos.

A pesar de estar rodeada de mar, no es una isla con grandes playas. Sin embargo, tuve la suerte de alojarme en un hotel que tenía una pequeña y privada: el Intercontinental Malta, que se encuentra en la zona de St. Julian´s, conocida por su animado ambiente nocturno. 

La Valeta está declarada Patrimonio de la Humanidad. De hecho, pasear por su centro es sumergirse en un auténtico museo al aire libre, donde sus calles, inundadas de flores blancas y rojas -a juego con su bandera-, llevan a preciosos edificios medievales, iglesias y jardines de ensueño.

La historia de Malta se enriquece con el legado de las culturas prehistóricas -como puede apreciarse en sus misteriosos templos megalíticos-, así como con los de las civilizaciones fenicia, cartaginesa, romana y bizantina, que también dejaron aquí su huella. Sin embargo, si hay dos tradiciones que hayan marcado a esta sociedad, son la cristiana y la musulmana. Se dice que fue el propio San Pablo quien introdujo el cristianismo en la isla, cuando naufragó allí de camino a Roma. Y ocho siglos después, los árabes dejaron una fuerte impronta en el idioma de los malteses -aunque ahora también se habla inglés-.

Tras ellos llegarían los normandos y después, por orden de Carlos I de España y V de Alemania, los caballeros de San Juan, que trajeron una etapa de gran esplendor a la isla, encargando trabajos artísticos y arquitectónicos a los grandes maestros de la época. Y, por supuesto, no podemos olvidar la influencia inglesa, puesto que el Reino Unido ha dominado la isla hasta finales del siglo XX. Si os cuento todo esto es porque esta multiculturalidad se aprecia en cada rincón del país, que ha absorbido lo mejor de cada cultura para adquirir una personalidad propia, única e inconfundible.

Nuestro paseo por La Valeta nos lleva por calles empedradas y con empinadas cuestas, tanto que Lord Byron -que, según cuentan, visitaba a su amante allí- decía que era una ciudad construida por caballeros, pero para caballeros sudorosos... El ejercicio merece la pena si al final se contempla una vista como la que se puede disfrutar desde los jardines de la Barraca de Arriba, desde donde se divisan las tres ciudades amuralladas de la isla: Vittoriosa o Birgu; Senglea o Isla; y Cospicua o Bormla.

Seguimos la ruta en la Concatedral de San Juan, un lujoso templo donde cada gran maestre de la Orden de San Juan creaba un rincón para la historia en su propia capilla. Al principio era una iglesia conventual muy sobria, pero Nicolás Cotoner, un gran maestre de origen mallorquín, consideraba que gente tan rica como ellos merecía más pompa, así que encargó al artista Mattia Preti reformar la iglesia y adornarla con todo lujo de detalles barrocos: pan de oro en las paredes, suelo de mármol, un altar de oro y lapislázuli (que fue regalo de Felipe II) y, por encima de todo, dos de las obras maestras del maestro Caravaggio: La decapitación de San Juan Bautista y San Jerónimo escribiendo.

La vía principal de La Valeta es la calle de la República, y allí descubrimos la tienda de Charles & Ron, una firma regentada por dos de los diseñadores de aquel país más reconocidos internacionalmente. Sus creaciones son todo un canto a la isla, en la que viven desde hace 25 años -aunque uno de ellos es de origen holandés-: son muy famosos sus bolsos con fotografías de los coloridos balcones de la ciudad. El otro nombre propio de la moda local es Carina Camilleri, una estilista famosísima allí, que se ha convertido en un icono fashionista. La moda tiene también su hueco anual en la Malta Fashion Week.

Nuestro recorrido por la capital sigue entre edificios de piedra caliza -donde se pueden ver, incluso, fósiles-. Y así llegamos a la Plaza de San Jorge, en la que se levanta el Palacio de los Grandes Maestres; o a la Plaza de la República, donde es obligado tomar un tentempié en el Café Cordina, el primero que hubo en La Valeta. El almuerzo lo disfrutamos en Valeta Waterfront, una zona muy agradable con vistas al puerto y restaurantes mediterráneos como el Bistro 156.

Tras verlas desde los jardines de la Barraca de Arriba, uno no puede resistirse a conocer de cerca las "tres ciudades": imprescindible dar un paseo por los jardines de Senglea; la Puerta de los Aragoneses, que es la entrada a la ciudad de Birgu; y la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en Cospicua. Y, para terminar el día, nada mejor que un romántico atardecer desde la playa de Golden Sands, en Golden Bay.

Junto a la isla de Malta, el país lo forman otras dos más: Gozo y Comino. La primera es muy pequeña, de ambiente rural, ideal para disfrutar del submarinismo o hacer un recorrido en segway, como hice yo en la segunda etapa de este viaje. Allí el visitante no puede perderse la Basílica de San Jorge -con una réplica espectacular del altar del Vaticano-, la Plaza Sabina -con un bonito mercadillo-, y la Citadella -un asentamiento de la Edad de Bronce en el que luego dejaron su huella fenicios y romanos-. Además de la Basílica de Ta´Pinu, con mosaicos del famoso Marco Rupnik, y Dwejra, donde se encontraba la famosa ventana azul, icono del país, que se perdió recientemente por el efecto de la erosión.

Pero Gozo invita también a disfrutar de buen pescado. En Il-Kartell, en el puerto de Marsalforn, tomamos pez escorpión y patatas con hinojo, aunque el mejor lugar para saborear productos del mar es Mgarr ix-xini Bay, donde cenaron Angelina Jolie y Brad Pitt cuando rodaron 'By the Sea'.
El tercer día de visita nos lleva a la isla de Comino. Allí llegamos en barco y, sin duda, pasar el día a bordo es un planazo que permite descubrir las espectaculares calas y grutas de la costa. Después, se impone recuperar fuerzas. Para ello elegimos Marsaxlokk, un pueblecito de pescadores con mucho encanto: la vista del atardecer, con sus barquitos de colores, es un regalo. Tartarun es el restaurante que elegimos para disfrutar de cocina contemporánea y pescados de gran calidad. Para tomar una copa, recomiendo The Bridge Bar (en La Valeta) con jazz en vivo cada viernes y un magnífico ambiente.

Nuestra última jornada en Malta comienza haciendo shopping en The Point, el centro comercial más famoso de la isla, para luego disfrutar de piscina, sol y mar en el agradable Kuta Beach Club. Por la tarde, visitamos las ciudades de Rabat y Medina. En la primera encontraréis las catacumbas y el Museo WignaCourt, a través del cual se puede acceder a la cueva de San Pablo. A Medina se la conoce como "la ciudad del silencio", por la quietud que impera entre sus 300 habitantes. Caminando por sus calles llegamos hasta el Palacio Viena, el Palazzo Falson y la Catedral. Si buscáis calma, la hallaréis en su único hotel, el Xara Palace Relais & Chateaux.

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jueves, agosto 30

¡A tu sombra, jamás! (iii): Gabrielle Chanel y Elsa Schiaparelli

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 5 de agosto de 2017)

Celos en la cumbre de la alta costura. En los años 30, Coco Chanel estaba en su apogeo. Tenía 55 años, pero su belleza era mayor que nunca y su estilo alcanzaba la perfección. Jamás había sido tan admirada. En esa época, la alta costura parisina era un imperio gestionado solo por mujeres (Vionnet, Lanvin, las hermanas Callot), grandes reinas de la costura cuya clientela era exclusiva. Chanel era la más poderosa e influyente de todas.

Sin embargo, en esa época acababa de aparecer otra estrella que amenazaba, por primera vez, con hacerle sombra: Elsa Schiaparelli, a la que todos en París llamaban "Schiap". Una mujer tímida y rebelde, que había nacido en Roma, en 1890, en una familia aristocrática y culta que contaba entre sus antepasados con un astrónomo y una arqueóloga. Schiaparelli llegó a París desde Estados Unidos, donde había colaborado con artistas como Marcel Duchamp o Man Ray.

Una vez allí, empezó a hacer vestidos para sus mejores amigas, mientras Paul Poiret la vestía a ella gratis. Tras emplearse como diseñadora independiente en algunas casas de costura, se lanzó por su cuenta. En 1927, presentó su primera colección: jerséis, faldas y vestidos de punto tricotado con estampados de efecto trampantojo. Con sus diseños de aviador, sus faldas pantalón, sus hombreras, sus tejidos experimentales (lana recauchutada, cuero barnizado, plástico...) y sus sombreros surrealistas, Elsa mezcló la moda con el arte en un giro revolucionario, opuesto a la sobriedad ambigua de Chanel.

En los años 30, "Schiap" contaba con 400 empleados y ocho talleres en París. Decoraba sus salones con el mejor interiorista del momento, Jean-Michel Franck. Y celebró una cena de inauguración a la que invitó a Chanel. "A la vista del mobiliario moderno y de la vajilla negra, Chanel sintió un escalofrío, como si se encontrara en un cementerio", escribiría más tarde la italiana en su autobiografía. Gabrielle Chanel estaba en el otro extremo y su aversión era imparable.

La llamaba "esa artista italiana que hace ropa". Coco consideraba la moda un oficio, no un arte, y creía que una prenda debía ser, ante todo, funcional. Su lujo refinado y austero nada tenía que ver con el rosa shocking o el pantalón por encima del tobillo, inventado por la italiana. Lisa, a su vez, describía los diseños de Chanel como "pobres de lujo". Se dice que, en una fiesta, Gabrielle empujó a la pareja de baile de Elsa contra un candelabro, y acabó envuelta en llamas.

La prensa enfrentaba a menudo la figura de una y de otra: la amiga de los cubistas (Chanel), contra la amiga de los surrealistas. La modelo Marisa Berenson, nieta de "Schiap", diría en una entrevista años más tarde que Gabrielle Chanel estaba "celosa" de su abuela. Para Balenciaga: "Coco tenía poco gusto, pero bueno y Schiaparelli tenía mucho, pero malo". Elsa Schiaparelli aguantó en París hasta la invasión alemana y la formación del Gobierno colaboracionista de Vichy, en 1940. Al terminar la guerra, presentó nuevas colecciones.

Pero quebró en 1954. No pudo hacer frente a un nuevo espíritu, el que nació con el "New look" de Christian Dior, más realista y conservador. Se marchó de París. Dos semanas después, ironías del destino, regresó, tras un largo exilio, Coco Chanel. La dama de la Rue Cambon volvió a las pasarelas con un nuevo brío y logró hacer historia. Pero una y otra, cada una a su manera, siguen marcando nuestra silueta.

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miércoles, agosto 29

¡A tu sombra, jamás! (ii): Louella Parsons y Hedda Hopper

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 5 de agosto de 2017)

Dos malignos titanes de Hollywood. Viperinas, poderosas, megalómanas...Fueron las reinas del cotilleo en la época dorada de Hollywood, gobernada por los grandes estudios...Podían hacer saltar el escándalo o, por el contrario, esconderlo si les venía bien. Hacían y deshacían carreras. Y dominaron, ellas también, el espectáculo. Louella Parsons empezó su carrera como columnista en 1914, en Chicago, en un periódico de William Randolph Hearst.

La leyenda cuenta que se ganó sus favores porque sabía guardar silencio sobre sus muchos deslices. En 1925, con 44 años, hizo su aparición en Hollywood, con una columna diaria en Los Angeles Examiner y se convirtió en la reina del cotilleo de Hollywood. Su lema era: "Debes contárselo primero a Louella". Encontraba sus fuentes en los pasillos de los estudios, en las peluquerías y en las consultas de médicos y abogados. Sus tácticas no tenían límites.

De hecho, muchas actrices se enteraban de que estaban embarazadas por sus columnas. Y se consideraba a sí misma "la primera columnista de cine de la historia". Hedda Hopper, su gran rival, empezó siendo actriz de cine mudo, en 1916. Actuó en más de 100 películas, pero nunca alcanzó la fama. Así que dejó la actuación a mediados de los años 30 y decidió sacar partido de todos sus contactos. Inició su columna en Los Angeles Times, en 1938, y se convirtió en la competencia de Louella.

Su método: dejarse caer, sin anunciarse previamente y a media noche, en casa de sus víctimas. A Louella no le costó odiar a Hedda. No soportaba ni los vestidos que llevaba, ni, por supuesto, sus enormes sombreros, que se convirtieron en su seña de identidad. Los estudios las utilizaron a las dos como una forma de intimidar a sus estrellas. Y ellas se consideraban guardianas de la moral. Hedda iba más lejos (o era más sincera). Se llamaba a sí misma "la zorra mundial".

Se conocieron en la época en la que Hedda era actriz, cuando Louella la elogiaba en sus columnas y ella, a cambio, le contaba cotilleos. Acabaron detestándose, a pesar de lo que tenían en común. Las dos nacieron en ciudades pequeñas y criaron solas a sus hijos. Las dos ganaron mucho dinero en la prensa, pero estaban siempre endeudadas por su extravagante tren de vida. Y las dos compartían unas ideas políticas ultraconservadoras. No se detenían ante nada.

Fue Louella la que lideró la persecución que sufrió Ingrid Bergman, entonces casada con Aron Lindström, por su romance con Roberto Rossellini, hasta el punto de que el senador demócrata Edwin C. Johnson describió a la actriz como "una poderosa influencia maligna" de la que había que salvaguardar a América. Hedda, por su parte, provocó que Charlie Chaplin no pudiera entrar de nuevo en Estados Unidos tras un viaje a Europa, en 1952, por sus frecuentes críticas políticas y morales contra el actor.

ouella se consideraba la verdadera periodista. De hecho, Hedda tenía que dictar sus artículos porque casi no sabía ortografía. Entre ambas sumaban 75 millones de lectores. Pero su reinado declinó con el ocaso de los grandes estudios. Louella se retiró, en 1965, por el declive de su salud, y murió en una casa de retiro, en 1972, con la cabeza perdida. Hedda había fallecido seis años antes de neumonía.

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martes, agosto 28

¡A tu sombra, jamás! (i): Jackie Kennedy y su hermana

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 5 de agosto de 2017)

Jackie Kennedy y su hermana, Coco Chanel y su eterna rival... Nuestra nueva serie del verano explora las relaciones de rivalidad y admiración que unieron a estas mujeres de éxito, y demuestra que muchas veces las enemigas íntimas se crean a través del miedo... pero también del amor. 

En la infancia y en vida adulta, Jackie y Lee fueron hermanas, cómplices y rivales en la atención de los hombres y la admiración del mundo. En la tragedia, siempre ganó Jackie. En la belleza y el amor... solo a veces. En la madrugada del 5 de junio de 1968, poco después de que Robert Kennedy ganara la nominación demócrata a presidente de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy, su cuñada y viuda de otro presidente, recibió la noticia de que le habían disparado en el Hotel Ambassador de Los Angeles.

"Están matando Kennedys en este país", le confió a una amiga, sumergida en el dolor y en el miedo. Cuatro meses más tarde, el 20 de octubre de 1968, Jackie sorprendía al mundo huyendo de Estados Unidos y casándose con el naviero griego multimillonario Aristóteles Onassis. La opinión pública entró en shock porque consideró que Jackie había traicionado su legado como viuda de América, casándose con un hombre al que veían como una especie de pirata.

Pero quien más sufrió lo imprevisto de aquella noticia fue Lee Radziwill, la hermana de Jackie, a la que ni siquiera le había revelado el compromiso matrimonial. Fue el propio Onassis, al que había conocido mucho antes que Jackie, quien se lo contó y le rogó que acudiera a la ceremonia ortodoxa en la isla privada de Skorpios. Ante la prensa, Lee declaraba: "Me siento muy feliz de haber sido la causante de este matrimonio, que, estoy segura, le traerá a mi hermana la felicidad que necesita".

Pero en privado, sus palabras eran muy distintas. "¿Cómo ha podido hacerme esto?", le decía a Truman Capote. Lee estaba destrozada y la relación entre las hermanas nunca se recuperó del todo. Jackie y Lee se llevaban tres años y ya desde niñas oscilaban entre la complicidad y la necesidad de brillar más que la otra. Lee, la menor, se sentía sobrepasada por los logros de Jackie, buena alumna, buena amazona y el ojo derecho de su padre.

Lee fue la primera en casarse, en 1953, con un rico publicista, y se instaló en Londres, donde se convirtió en la reina de la alta sociedad. Sin embargo, Jackie no tardó en seguirle los pasos con un matrimonio mucho más espectacular: se casó seis meses después con el soltero más codiciado del momento, John F. Kennedy, guapo, inteligente y muy rico. El matrimonio de Lee terminó a los seis años, cuando ella se enamoró del príncipe polaco Stanislaw Radziwill, y siguió su ascenso social.

Mientras tanto, Jackie, a sus 31 años, se había convertido en la primera dama más joven de Estados Unidos. Jackie siempre consultaba cada movimiento con Lee, que pasaba temporadas en la Casa Blanca. Pero ella se sentía, más que nunca, ensombrecida por su hermana. Fue en esta época cuando Lee tuvo un affair con Onassis. En el verano de 1963, toda la prensa hablaba de ello. "¿Quiere convertirse el magnate griego en el cuñado del presidente Kennedy?", se preguntaba el Washington Post.

Los Kennedy lo veían como una traición. Y entonces, entró Jackie en escena. En agosto, Jackie dio a luz a un niño que falleció a las pocas horas. Lee pidió a Onassis que la invitara a su yate. Jackie acudió, a pesar de la oposición del presidente. Un mes después, las hermanas regresaban a casa con dos valiosas piezas de diamantes como recuerdo. "La mía parecía el adorno de comunión de una niña", comentaba Lee, celosa del collar de su hermana. El malestar de Lee no cesó, siquiera, con la tragedia.

Años después del asesinato del presidente Kennedy, confesaba que lo único que había sentido ante la noticia era un cierto alivio. "Estaba cansada de que me trataran como a una frívola en la prensa", explicaba en una entrevista. En su testamento, Jackie no le legó absolutamente nada a su hermana, ni siquiera un recuerdo personal. Simplemente, pensó que no lo necesitaría. Lee asumió el golpe. Al fin y al cabo, le ha sobrevivido más de 20 años y su elegancia sigue intacta.

Cuenta que los tiempos de la Casa Blanca fueron los más felices de su vida. Pero, eso sí, en cuanto un periodista le pregunta por su hermana Jackie, acaba exclamando: "¡Oh, no! ¿No será este otro de esos reportajes sobre mi hermana y yo, verdad?".

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lunes, agosto 27

Más que negocios (III): Steve Jobs y Bill Gates

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 12 de agosto de 2017)

En busca del grial de la tecnología. En una entrevista, a principios del año pasado, Bill Gates, el fundador de Microsoft, se refirió a Steve Jobs, fallecido en 2011 de cáncer, utilizando el verso de una canción de los Beatles: "Tú y yo tenemos recuerdos más profundos que el camino que nos queda por recorrer", dijo, y luego aclaró. "Solo él y yo sabemos lo intensa que fue nuestra relación y los recuerdos que acumulamos".

Visionario e intuitivo Jobs, analítico y racional Gates, tanto uno como otro han marcado la historia económica y tecnológica del siglo XX. Bill Gates es hoy el hombre más rico del mundo y dedica la mayor parte de su tiempo a la Fundación Bill y Melinda Gates. icrosoft es poderosa, aunque ya no figura entre las empresas que están cambiando el mundo, como sí sucede con Apple a pesar de la desaparición de Jobs. Hoy mandan Facebook, Google o Amazon. A Bill Gates le interesa más la filantropía.

Pero hubo un tiempo en el que el mundo vivió pendiente de los dos titanes de la tecnología. Su relación fue una de las más complejas del mundo empresarial. Nunca se llevaron bien, aunque en los últimos años pasaban el tiempo hablando de la vida y de sus hijos. Y, sin embargo, Apple no sería lo que es sin Microsoft y viceversa. Microsoft empezó su relación con Apple fabricando software, a finales de los 70, para el Apple II PC. Gates volaba con frecuencia a Cupertino, sede de Apple, para ver cómo iban las cosas.

A principios de los 80, empezó la colaboración más importante entre ambas empresas: el software para el nuevo Apple Macintosh, con su revolucionaria interfaz gráfica. mbos gigantes trabajaron codo con codo durante los primeros años. Pero, en 1985, Gates anunció la primera versión de Windows, por sorpresa. Jobs, fuera de sí, le acusó de haberle robado el Macintosh y su interfaz gráfica de ventanas. Gates le respondió con dureza: "Bueno, Steve, creo más bien que ambos teníamos un rico vecino llamado Xerox y yo fui a robarle el televisor, pero vi que tú se lo habías robado antes".

"Gates no tiene vergüenza -repuso Jobs-. Nunca ha inventado nada y se dedica a copiar las ideas de los demás". En 1985, Jobs fue despedido de Apple, la empresa que había fundado 10 años antes, y fundó NeXT. Fueron tiempo duros para Steve. Su recuperación llegó en 1996, cuando Apple, en serio peligro de quiebra, volvió a contratarle. Jobs la puso otra vez a flote y Gates aceptó hacer una inversión en la empresa. Y llegó la era dorada de Apple.

Cuando lanzó iTunes, Gates mando un correo interno a los trabajadores de Microsoft alabando "la capacidad de Jobs para centrarse en las cosas que tienen importancia". En 2006, Gates dejó su empresa para centrarse en su fundación. Steve Jobs, creador de Apple, que había construido la compañía más valiosa del mundo, murió en 2011. "Respeto a Jobs, era estimulante ser competidores. Nada de lo que dijo me molestó", dijo entonces Bill Gates.


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domingo, agosto 26

Más que negocios (II): Adolf y Rudolf Bassler

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 12 de agosto de 2017)

Caín y Abel en el estadio. Los comienzos de esta historia de rasgos épicos son, sin embargo, muy tranquilos. En 1926, la pequeña ciudad de Hergogenaurach, en Baviera (Alemania), los hermanos Adolf (28 años) y Rudolf (26) se afanaban en la GerbÜder Dassler Schuhfabrik, la pequeña empresa familiar de calzado, confeccionando zapatillas y pantuflas, y el primer calzado deportivo con clavos para los que corrían al aire libre, una rareza en la época.

Ambos hermanos habían combatido juntos en la Primera Guerra Mundial y se esforzaban por remontar la crisis de la posguerra. Adolf era tímido y creativo; Rudolf tenía talento para las relaciones públicas. Formaban un buen equipo y lograron que sus zapatillas llamaran la atención en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. En pleno nazismo, el campeón de atletismo fue un hombre negro, Jesse Owens, y calzaba unas zapatillas con clavos diseñadas por Adolf Dassler.

A llegada del régimen nazi, con su filosofía del deporte como espejo de la perfección aria, favoreció a los hermanos Dassler. Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial abrió una brecha entre ellos. Para contribuir al esfuerzo bélico, la empresa Dassler se reconvirtió, por orden del III Reich, en una factoría de tanques. Adolf se quedó al cargo, pero Rudolf, nazi convencido y descontento con la actitud "cobarde" de su hermano, se unió a las tropas alemanas en Sajonia.

Al acabar la guerra, se había consumado el cisma: Adolf, al que su hermano acusaba de haber maniobrado para quedarse con la empresa, fue exonerado por los aliados de complicidad con el nazismo y siguió al frente de la fábrica de Hergogenaurach; Rudolf, apresado por el ejército estadounidense, tuvo que emigrar con su mujer y sus hijos, y empezar de cero en una pequeña fábrica del barrio de Würzburgerstrasse, al otro lado del río Aurachque divide la ciudad. Rudolf siempre sostuvo que Adolf le había denunciado para salvarse.

Una parte de los empleados se quedó con Adolf y la otra con Rudolf. Así nació la marca Puma, creada por Rudolf, en 1948, y, un año después, Adidas, obra de Adolf, para hacerle la competencia. Las dos marcas comenzaron su ascenso al olimpo de la historia del deporte. Poco a poco, y con ayuda de la segunda generación Dassler, cada marca ideó una estrategia para alzarse sucesivamente con la victoria en los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol de las décadas de los 60 y 70.

Adidas se impuso en el Mundial de Suiza de 1954: fabricó para la selección alemana unas botas con tacos ajustables gracias a las cuales vencieron a Hungría, en plena tormenta. Más tarde, triunfó en los Juegos Olímpicos de Melbourne, en 1956, y en los de México, en 1968. Reclutó como imagen a los atletas Bob Beamon -récord de salto de longitud- y Dick Fosbury, el inventor del salto de altura en escorzo. Puma triunfaba entre los atletas del black power y reclutó entre sus adeptos a Pelé, en el Mundial de México de 1970, y a Cassius Clay.

Tanto Adolph como Rudolf entendieron que para la victoria de su negocio era esencial la publicidad. Rudolf murió el 6 de septiembre de 1976. No había vuelto a hablarse con su hermano desde los años 40. El encono era tal que la familia de Adolf publicó el siguiente comentario en la prensa: "Por razones de piedad humana, la familia de Adolf Dassler no hará comentario alguno sobre la muerte de Rudolf Dassler". Cuatro años después, moría Adolf. Hoy, el único miembro de la saga que trabaja para alguna de las dos marcas es Frank Dassler, nieto de Rudolf, y lo hace para Adidas, la marca que fundó su tío abuelo. Si Rudolf levantara la cabeza...

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sábado, agosto 25

Más que negocios (I): Onassis y Niarchos

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 12 de agosto de 2017)

La admiración y la rivalidad más encendidas encuentran el caldo de cultivo perfecto en las altas esferas empresariales. Onassis, Niarchos, los hermanos Dassler, Gates y Jobs... todos ellos fueron enemigos irreconciliables en los negocios y supieron sacar lo mejor y lo peor de sus reverenciados y detestados adversarios.

El mundo de los negocios y de la empresa se convierte, a menudo, en un cuadrilátero donde los contendientes dan rienda suelta a sus sentimientos más bajos: la envidia, el odio, el juego sucio... Pero llegar a la cima del mundo y mantenerse en ella siempre tiene un precio. Nuestros protagonistas lo saben bien. Tocaron la gloria con las manos, pero también perdieron a quienes amaban, sufrieron el zarpazo de la soledad más profunda y, finalmente, descubrieron que su lucha fue demasiado feroz.

Stavros Niarchos y Aristóteles Onassis

Capitanes del Olimpo. Los dos provenían de familias de clase media y compartían su talento para las relaciones y sus aspiraciones aristocráticas. Compitieron toda su vida para ser los navieros más importantes del mundo -un título que se turnaban cada cierto tiempo- y por conseguir el afecto de las mismas mujeres, pero fueron incapaces de conciliar sus ansias de grandeza con la vida familiar. Aún hoy, los Onassis y los Niarchos mantienen las distancias.

El secreto de los negocios para Stavros Niarchos era sencillo: comprar barato y vender caro. Nació en Atenas, en 1909, y se graduó en Derecho. Pero empezó en un negocio de molinos de viento de la familia de su madre, a la que convenció para que invirtieran en una flota propia. Así nació su imperio. Sin embargo, Niarchos no era el único que entendía cómo debía ser el modelo de negocio de una naviera. Aristóteles Onassis, nacido en Esmirna (Turquía), había sido capaz de poner en pie una flota propia, en Argentina, para comercializar su negocio de tabaco.

En la década que siguió a la Segunda Guerra Mundial, se encendió una encarnizada rivalidad entre ambos. Fue Onassis quien jugó la carta que les convirtió en enemigos de por vida: se casó con Tina Livanos, de 22 años, la hija menor del naviero más poderoso de Grecia y a la que Niarchos también deseaba. Niarchos, herido, pidió matrimonio a la hermana mayor, Eugenia. Se casaron un año después. Se habían convertido en cuñados, pero no por eso cejaron en su competencia.

Si Onassis construía un barco de 30.000 toneladas, Niarchos ponía en pie uno de 31.000. Poco después, el griego construyó un petrolero de 48.000 toneladas, el más grande del mundo. nassis contraatacó creando la compañía aérea Olympic Airways. Estaba celoso de los reportajes sobre Niarchos en las revistas de moda. Su rival se había convertido en un importante coleccionista de arte y había comprado la isla de Spetsopoula, donde recibía a miembros de la realeza, jefes de estado y estrellas de cine.

Poseía el avión privado y el yate más caros del mundo. Onassis, para no ser menos, construyó el Christina y compró la isla de Skorpios. El único punto en el que coincidían era la infelicidad de sus matrimonios. La primera en divorciarse fue Tina, cansada de las infidelidades de Onassis con Maria Callas. Habían tenido dos hijos: Alexandros y Christina. Cuatro años después, en 1964, se rompió el matrimonio de Eugenia y Niarchos, cuando este huyó con Charlotte Ford, la hija de Henry Ford II, el empresario norteamericano del automóvil, y se casó con ella en México.

Tuvieron una hija. Sin embargo, Niarchos regresó poco después con Eugenia. Pero la tragedia se había puesto en marcha. Poco tiempo después de su reconciliación con Niarchos, Eugenia amaneció muerta, en la isla de Spetsopoula, aparentemente por una sobredosis de barbitúricos. Niarchos fue investigado, y luego absuelto, porque el cuerpo de su mujer estaba lleno de moratones. Se cuenta que la víspera el matrimonio había tenido una agria disputa, porque Eugenia había sorprendido a Niarchos besando a su hermana Lina, la exmujer de Onassis.

Tina no regresó nunca con Onassis: se casó con el duque de Malborough y, tras divorciarse de este, con Niarchos, su antiguo pretendiente y rival de su primer marido. Murió de otra sobredosis en su casa de París, quizá incapaz de soportar la muerte de su hijo Alexandros en un accidente de avión. Niarchos fue investigado de nuevo, y de nuevo se cerraron las pesquisas. Onassis murió en 1975, a los 69 años, dejando una estela de amargas disputas por su herencia. Niarchos, por su parte, se retiró de la primera línea de los negocios y pasó sus últimos años saliendo con socialites europeas y disfrutando de su colección de arte y de sus caballos. Falleció en Zurich en 1996, a los 86 años.

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viernes, agosto 24

La verdadera historia de Dunkerque

(Un texto de Juan Eslava Galán en el XLSemanal del 13 de agosto de 2017)

En la primavera de 1940, 400 mil soldados aliados, acorralados por Hitler, fueron evacuados de Dunkerque, al norte de Francia. Una película reproduce ahora aquella operación de rescate, pero ¿cómo llegaron esos hombres a aquella playa?

Muchos lectores habrán visto la película ‘Dunkerque’, de Christopher Nolan, que narra el rescate del ejército británico copado por los alemanes en las costas de Flandes en mayo de 1940. La película es una verdadera proeza audiovisual en la que casi no vemos al enemigo ni la sangre y mucho menos los cuerpos destripados que tanto abundan en las películas del género.

Además, es parca en diálogos en beneficio de una opresiva banda musical que se coordina con las imágenes para transmitir al espectador la sensación de miedo y desesperación que viven los soldados atrapados entre la espada y la pared o, como dicen los ingleses, between the devil and the deep blue sea (entre el diablo y el profundo mar azul). El diablo era Hitler, por supuesto.

La crítica ha puesto la película por las nubes, pero también ha señalado su principal defecto. le falta el contexto. ¿Qué ocurrió para que 400 mil soldados aliados se vieran atrapados en las playas a merced del enemigo?

Desde que Hitler subió al poder, su principal preocupación fue construir un ejército fuerte que le asegurara la victoria en una guerra futura. Respaldado por ese ejército, inició una agresiva política exterior que le permitió anexionarse la vecina Austria, los Sudetes y Checoslovaquia.

Francia e Inglaterra se limitaron a elevar débiles protestas y a seguir una política que los ingleses denominaron ‘appeasement’ (apaciguamiento). Quizá pesaba sobre ellos la mala conciencia de haber impuesto a la derrotada Alemania unas condiciones leoninas en el Tratado de Versalles. Por otra parte, siendo gobiernos democráticos, por nada del mundo querían enajenarse la voluntad de sus votantes con actitudes belicistas.

Hitler se aprovechó de ello y, continuando con su programa anexionista, invadió Polonia. Estaba seguro de que Inglaterra y Francia se limitarían a elevar la consabida enérgica protesta como habían hecho anteriormente cada vez que Alemania se apropiaba de algún territorio. Pero esta vez se equivocó. Los dos países aliados comprendieron que tarde o temprano la guerra con Alemania sería inevitable y, haciendo honor al pacto contraído con Polonia, fueron a la guerra.

Pensaban los aliados que la potencia combinada del ejército francés y del cuerpo expedicionario que los ingleses enviaron a Flandes bastaría para contener a Hitler. Este optimismo se basaba en que el ejército francés era más numeroso y estaba mejor pertrechado que el alemán y en que la marina inglesa dominaba los mares. Además, la frontera francesa estaba protegida por la inexpugnable Línea Maginot, un sistema de fuertes y casamatas de hormigón y acero conectados por trenes subterráneos que protegía la frontera francesa desde Suiza hasta Bélgica.

La guerra relámpago

Todos esos cálculos se mostraron erróneos. El 10 de mayo de 1940, Hitler evitó la Línea Maginot y lanzó sus tanques y divisiones motorizadas a través de los bosques de las Ardenas, cuya defensa los aliados habían descuidado por considerarlos impenetrables para cualquier vehículo.

Fue un desastre. En pocos días, 141 divisiones alemanas penetraron en Holanda y Bélgica como una lanza térmica en un bloque de mantequilla.

Sobre el papel, los dos bandos estaban igualados en fuerzas, pero los carros de combate y aviones franceses se hallaban dispersos a lo largo de mil kilómetros de frontera, mientras que los alemanes habían concentrado los suyos en aquel punto del frente y los hacían avanzar arrollándolo todo a su paso. Esta novedosa táctica, la ‘guerra relámpago’ (Blitzkrieg), cogió desprevenidos a los aliados.

Dos semanas después del ataque alemán, Holanda se había rendido y las tropas francesas, inglesas y belgas estaban tan desbordadas que el general británico responsable del cuerpo expedicionario informó a su Gobierno de que la situación era insostenible. Todo el cuerpo expedicionario corría peligro de ser aniquilado o apresado por el enemigo.

El Gobierno británico le concedió inmediatamente permiso para retirar nueve de las diez divisiones y repatriarlas al Reino Unido. Los franceses se sintieron traicionados porque esa decisión los dejaba prácticamente solos frente al enemigo.

Lo que se temía ocurrió fatalmente. El jueves 23 de mayo de 1940, unos 400 mil soldados aliados (mayormente ingleses, pero también franceses y belgas) quedaron rodeados por fuerzas alemanas en torno a la ciudad portuaria de Dunkerque.

Solo un milagro podía salvarlos, y el milagro ocurrió. A las 12:30 horas del viernes 24 de mayo, los tanques alemanes recibieron orden de detener el avance hasta nueva orden. Los más avanzados estaban a tan solo 25 kilómetros de la costa.

¿Qué había ocurrido? Por una parte, el general Von Kluge, al mando del IV Ejército alemán, había solicitado permiso para darle un respiro a los tanques antes de atacar Dunkerque. Muchos blindados necesitaban reparaciones y las tripulaciones estaban agotadas. El general Von Rundstedt estuvo de acuerdo.

Por otra parte, el jefe de la Luftwaffe, Hermann Göring, había convencido a Hitler de que sus aviones bastarían para evitar que los aliados reembarcaran en Dunkerque y pusieran a salvo a sus tropas. A Hitler no le desagradó el plan. De este modo restaría protagonismo a los generales de la Wehrmacht, muchos de los cuales no simpatizaban con los nazis. Además, eso evitaría arriesgar innecesariamente los tanques en terrenos pantanosos.

Una decisión rara

El general Halder, jefe del Estado Mayor, protestó por la decisión: «La guerra está ganada -le replicó el general Jodl, jefe de operaciones-. Solo tenemos que terminarla. Sería absurdo arriesgar un solo Panzer cuando podemos hacerlo de una manera más barata, sirviéndonos de la Luftwaffe».

¿Que movió al Führer a detener sus tanques cuando tenía al enemigo acorralado en las playas? Ese es uno de los misterios de la Segunda Guerra Mundial para el que se han ofrecido diversas interpretaciones:

1. La más extendida, aceptada por Churchill en sus memorias, fue que la pasmosa facilidad con la que los blindados alemanes habían avanzado en pocos días hizo que Hitler y sus generales recelaran de que podría tratarse de una trampa. Quizá los aliados los atraían para atacarlos por el flanco.

2. Hitler cedió al ruego de Göring, que le garantizaba que su Luftwaffe bastaba para destruir al enemigo.

3. Hitler renunció a la posibilidad de aniquilar al ejército inglés porque no quería agraviar excesivamente a Gran Bretaña, con la que, a pesar de todo, deseaba llegar a un acuerdo, un armisticio que le dejara las manos libres para atacar a la URSS, su verdadero objetivo expansionista. Es revelador que, en su testamento político, fechado el 26 de febrero de 1945, cuando se sabía derrotado, acusara a Churchill por no haber apreciado su «espíritu deportivo» cuando se abstuvo de aniquilar sus fuerzas en Dunkerque.

Esta idea se contradice con la Directiva de Operaciones No. 13, emitida por el Cuartel General Supremo el 24 de mayo de 1940, en la que ordenaba aniquilar las bolsas de resistencia aliadas y encomendaba a la Luftwaffe que evitara la huida de los ingleses por vía marítima.

Aliviado por el respiro que le concedía el enemigo, Churchill envió a Dunkerque «todo lo que flotaba»: yates de recreo, barcos pesqueros, las gabarras del Támesis, e incluso los botes salvavidas de los barcos surtos en los puertos cercanos. Casi mil embarcaciones atravesaron los 50 kilómetros del Canal de la Mancha para evacuar a sus tropas bajo el martilleo constante de la Luftwaffe.

Los muelles del puerto de Dunkerque estaban demasiado dañados por los bombardeos y habían dejado de ser operativos, pero el oficial responsable, el capitán William Tennant, decidió que los barcos de mucho calado amarraran en el espigón Este, que estaba intacto, mientras que las embarcaciones de poco calado recogerían a los soldados en las playas y los transportarían a los buques de más calado. Una decisión muy práctica. Churchill había calculado que en total se podrían salvar unos 50 mil hombres, pero solo el 31 de mayo se pudo evacuar a más de 68 mil. El ejército inglés se había salvado y con él la posibilidad de continuar la guerra hasta la victoria final, cinco años después.

CHARLES DE GAULLE: LA CASANDRA DE FRANCIA

Como Casandra profetizó la ruina de Troya y nadie la creyó, un inteligente militar francés avisó de que su ejército se encaminaba a la ruina y fue represaliado por ello. El coronel de blindados Charles de Gaulle había advertido hacía años sobre la conveniencia de preparar al ejército francés para la táctica de la ‘guerra relámpago’, pero los generales franceses se limitaron a destituirlo de su puesto en el Estado Mayor. Tampoco le hicieron caso cuando, al comprobar la exactitud de su aserto tras la conquista de Polonia por los alemanes, elevó al mando un memorial urgente en el que hacía constar que «una fuerza acorazada solo se combate con otra fuerza acorazada». De Gaulle mantendría la bandera de la Francia libre y sería en la posguerra el artífice de la recuperación de Francia y de su grandeur.

Notas: La espera: solo 40 kilómetros separan la playa de Dunkerque de Inglaterra, pero había que esquivar a la aviación alemana. Del 26 de mayo al 4 de junio se lleva a cabo la Operación Dinamo.

A nado: 338 mil soldados ingleses llegaron a huir en todo tipo de embarcaciones enviadas por Churchill. Hasta botes salvavidas se usaron para dejar la playa.


Las pequeñas embarcaciones que participaron en el rescate de los británicos contribuyeron a crear la leyenda del ‘milagro de Dunkerque’.

Los olvidados: el filme narra el rescate de los ingleses y olvida el papel de Francia, lo que ha molestado mucho en este país: allí murieron 18 mil franceses.

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jueves, agosto 23

Odios tras la gran pantalla (III): Stanley Kubrick y Shelley Duvall

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 19 de agosto de 2017)

Stanley Kubrick y Shelley Duvall: la tortura del genio

¿Hay que sufrir para alcanzar la perfección artística? El director de cine Stanley Kubrick parecía creer que sí. Obsesivo y perfeccionista, no paraba hasta conseguir la mejor toma. "Los actores son instrumentos productores de emociones", explicaba. Quizá la actriz Shelley Duvall, protagonista junto a Jack Nicholson, en 1980, de la mítica película El resplandor, era demasiado emocional. Pero, además de la excelencia como actriz, conoció el infierno trabajando para Kubrick.

El propio Nicholson explicaba, tiempo después del estreno, que el director se transformaba cuando se dirigía a ella. La culpaba de todos los errores y retrasos del rodaje, incitó al equipo a no dirigirle la palabra y la obligó a repetir 127 veces la famosa escena del bate de béisbol, un record en la historia del cine. Duvall, aislada y lejos de su familia, enfermó durante el rodaje, que se alargó 13 meses cuando estaba previsto que durara 17 días, en unos estudios del sur de Inglaterra. El pelo se le empezó a caer a mechones. fue insoportable", explicaba años después en una biografía sobre el director.

"Fue el papel más difícil de mi carrera, llorando 12 horas al día, incluso fuera del plató, manteniendo todo el tiempo el sentimiento de terror. Era como un juego para mantenerme desquiciada, como al personaje de la película". El resultado fue que Duvall sufría ataques de ansiedad cada vez más intensos. "Jamás repetiría un rodaje semejante", aseguró años después. El resplandor sigue siendo el largometraje con mayor cantidad de película filmada de la historia, 400.000 metros. La versión final que llegó a los cines (142 minutos) contiene menos del 1% del material rodado.

Kubrick hacía tantos cambios en el guión que Nicholson, uno de los pocos que se enfrentaba a él, se negó a leerlos y le pidió que se los contara. El propio Stephen King, el autor de la novela en la que se basa la película, contó que no le gustaba el resultado porque trataba de forma 'muy misógina' al personaje de Duvall. Era demasiado indefensa, demasiado frágil, y él había inventado un personaje muy distinto. Tras la película, Duvall actuó en la versión cinematográfica de Popeye, encarnando a Olivia, y trabajó en varios programas de televisión para niños, tras fundar su productora.

Se retiró en 2002. El año pasado, apareció en un programa sensacionalista, irreconocible y claramente trastornada. "Estoy muy enferma, necesito ayuda", repetía la actriz, tras confesar que estaba casi en la indigencia. Fue la propia hija de Kubrick, Vivian, la que denunció al programa y lanzó una campaña para recaudar fondos. Quizá se acordaba del calvario que supuso para la actriz trabajar junto a su padre.

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miércoles, agosto 22

Odios tras la gran pantalla (II): Bette Davis y Joan Crawford

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 19 de agosto de 2017)

Bette Davis y Joan Crawford: el odio de dos viejas divas

Eran dos de las más grandes estrellas femeninas del viejo Hollywood y tenían bastante en común. En la cima de sus carreras, elegían los guiones o vetaban a sus compañeros de reparto. Davis era alabada por su talento interpretativo; Joan, por su belleza. Pero ambas amaban su profesión y luchaban por ella en una industria dominada por hombres. Pero, a comienzos de la década de los 60, habían entrado en decadencia. Si no es fácil ser una mujer madura en Hollywood hoy, todavía lo era menos entonces.

La cámara no miente y la belleza es efímera. Bette Davis y Joan Crawford lo sabían bien y ¿Qué fue de Baby Jane? les pareció su oportunidad. La película fue un éxito de taquilla y relanzó sus carreras. Además, Davis consiguió una nominación al Oscar por su interpretación. Pero, las columnas de chismes de la época no dejaron de hablar durante el rodaje de que ambas actrices se odiaban. Querían trasladar las peleas de los dos personajes a la vida real: ¿hay algo más morboso que dos viejas glorias poniéndose la zancadilla? Quizá su rivalidad no fue tan cruda como decían, pero Davis y Crawford nunca fueron amigas.

Tuvieron sus primeros enfrentamientos a mediados de los años 30 y fue por culpa de un hombre: el actor Franchot Tone. Bette Davis se había enamorado de él durante el rodaje de Peligrosa y eran pareja. Pero Tone prefirió a Joan Crawford y ambos se casaron poco después del estreno. Los celos de Davis nunca se apagaron del todo. La rivalidad entre ambas creció cuando Crawford escogió el papel protagonista de Mildred Pierce que Davis había rechazado. Con él ganó un Oscar.

En los años siguientes, azuzadas por la prensa, se intercambiaban comentarios crueles en cuanto hablaban la una de la otra: "Davis actúa siempre ocultando parte de su cara, algunos lo llaman arte, yo lo llamo camuflaje, porque nunca fue una belleza", decía Crawford. "Se ha acostado con todos los hombres del estudio Metro-Goldwyn-Mayer, salvo con Lassie [la perra que protagonizó varias películas], espetaba Davis. e dice que, para fastidiar a su compañera de rodaje, que estaba casada entonces con el presidente de Pepsi-Cola, Bette Davis mando instalar una máquina de Coca-Cola en el plató de ¿Qué fue de Baby Jane?.

Dicen que Davis llegó a darle 'patadas de verdad' a su compañera en varias escenas, y contó que había disfrutado mucho en la escena en la que la tira por las escaleras. Crawford, por su parte, se metía piedras en los bolsillos cuando Davis tenía que arrastrarla por el suelo. En el final de sus vidas, sin embargo, Bette Davis apoyó a Joan Crawford cuando la hija de esta, Christina, publicó unas sórdidas memorias sobre su madre en las que la acusaba de ser una madre cruel, egoísta y manipuladora.

La propia Bette había sufrido un ataque similar por parte de su hija. Davis murió en 1989 y trabajó casi hasta el final. Crawford había fallecido 12 años antes. Sus últimos años los pasó recluida en su casa, viendo sus películas en la televisión y respondiendo las cartas de sus fans, para protegerse de los comentarios despiadados sobre su aspecto envejecido.

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martes, agosto 21

Odios tras la gran pantalla (I): Olivia de Havilland y Joan Fontaine

(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 19 de agosto de 2017)

Las hermanas Olivia de Havilland y Joan Fontaine vivieron toda su vida enfrentadas; los celos alentaron la enemistad de las divas Bette Davis y Joan Crawford ; y Shelley Duvall sufrió las torturas del director Stanley Kubrick, que acabaron hundiéndola. Y es que, en ocasiones, los rencores más enconados traspasan la frontera de la ficción.

Alcanzar la cima y mantenerse en ella nunca ha sido fácil, pero si hay un lugar donde brillar lo es todo ese es Hollywood. La rivalidad entre las actrices era especialmente dura y cruel en los años dorados y formaba parte, incluso, de la publicidad que buscaban los estudios para vender sus películas. La meca del cine siempre ha sido un lugar misógino: maltratar a las actrices, bien porque envejecen o bien porque se considera una forma de sacar lo mejor de ellas, siempre se consideró allí una forma de arte.

Olivia de Havilland y Joan Fontaine: la pelea más morbosa

En unas declaraciones a la revista People, en 1978, la actriz Joan Fontaine comentaba: "Olivia siempre dijo que yo era la primera en todo. Fui la primera en casarme, la primera en ganar un Oscar y en tener un hijo. Y si me muero, estará furiosa, porque habré sido la primera también". Olivia es Olivia de Havilland, la hermana mayor de Joan y, sobre todo, su enconada rival.

Joan murió en 2013, pero Olivia no se inmutó: ganó un puesto en el pódium de las actrices más longevas del mundo -cumplió 101 años el pasado mes de junio- y recibió el título de Dama del Imperio Británico por su dilatada contribución al séptimo arte. Hay decenas de fotografías publicitarias de los años 40 y 50 de Joan Fontaine y Olivia de Havilland. En ellas, ambas aparecen con aspecto dulce, sonriente, delicado. Las dos eran menudas: Olivia era morena y de mirada penetrante; Joan, rubia y de aire soñador.

Pero su relación en la vida real distaba mucho de esa cálida complicidad. Fue, al contrario, una dura competencia que se remonta a su infancia y que las llevó a no hablarse durante casi cuatro décadas. Se llevaban tan solo 15 meses y ya se peleaban cuando eran muy niñas. Olivia disfrutaba asustando a su hermana menor leyéndole en voz alta las escenas de la crucifixión en la Biblia. Joan se pasaba las horas repitiendo todo lo que decía Olivia, hasta sacarla de quicio. Se abofeteaban, se tiraban del pelo.

En una ocasión, Olivia le rompió la clavícula a Joan, cuando esta intentó arrastrarla a la piscina cogiéndola por un pie. Joan acabó con una escayola, pero ni siquiera coinciden en sus recuerdos: según Olivia, la pelea se produjo cuando estaban en la adolescencia. Según Joan, cuando tenían cinco y seis años. uestro gran problema era que teníamos que compartir habitación", explicaba Olivia en una entrevista. Ambas habían nacido en Tokio, de padres británicos, pero se instalaron en California cuando estos se divorciaron.

Su padre se casó con el ama de llaves. Su madre, una antigua actriz de teatro, rehízo su vida con George Fontaine, un hombre rígido y autoritario, que lo solucionaba todo azotando a sus hijastras con una percha. Al final de la adolescencia, Joan decidió marcharse un año a Tokio, con su padre, para estudiar en un selecto colegio. A su regreso, se encontró a su hermana Olivia convertida en la nueva promesa de Hollywood. Era 1934. Olivia había actuado en todas las obras del colegio y siempre tuvo muy clara su vocación.

Le ofreció a su hermana menor pagarle los estudios en una exclusiva universidad. Pero ella lo rechazó de plano: "Quiero hacer lo mismo que haces tú", respondió. Olivia intentó disuadirla, pensando que su camino no era el espectáculo, sino un marido de la alta sociedad. Pero a cada momento, Joan respondía lo mismo: "Quiero hacer lo mismo que haces tú". Al final Olivia aceptó, pero puso como condición que escogiera un nombre distinto. Tras rodar un par de películas, el productor David O.

Selznick reparó en Joan y le pidió permiso a Olivia -que estaba rodando Lo que el viento se llevó- para contratarla. La película se llamaba Rebeca y la dirigía Alfred Hitchcock. Olivia se tragó sus celos. "Ella era mejor para el papel que yo", diría años después con elegancia. Estuvieron varias veces nominadas al Oscar al mismo tiempo. Joan lo ganó primero por Sospecha, también de Hitchcock, aunque Olivia se llevó la estatuilla dos veces. Ambas se habían convertido en grandes estrellas de Hollywood.

"Cada vez que coincidíamos, regresaban a mi mente todos los enfrentamientos que habíamos tenido desde niñas", recordaba Joan en sus memorias. La prensa estaba pendiente de cualquier mínimo gesto de la una hacia la otra para lanzar un buen titular. En alguna entrevista, sin embargo, Olivia confesó que, de niña, había adorado a su hermana. Joan jamás se hizo eco de esta mano tendida. "No recuerdo ni un solo gesto de ternura de mi hermana", sentenció.

Con el tiempo, la rivalidad pareció aplacarse. Joan se instaló en Nueva York, Olivia en París. Pero la animosidad se reavivó cuando su madre enfermó de cáncer en 1975. Joan estaba de gira y no apareció. Fue Olivia quien se ocupó de todo, y no se lo perdonó. En su funeral no se dirigieron la palabra. "Fue la ruptura final", dijo Joan.

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lunes, agosto 20

Yoga: el deporte del verano

(Un texto de A. Paris en la revista Mujer de Hoy del 19 de agosto de 2018)

No solo mejorarás tu elasticidad y tu tono mulcular: convertir el yoga en tu afición del verano reforzará tu salud. ¿Quieres saber cómo?

Triple protección. Practicar esta disciplina de forma habitual, una o dos veces por semana, reduce la concentración sanguínea de interleucina-6, una molécula ligada a la aparición de enfermedades cardiovasculares (infartos), diabetes tipo 2 y artritis. Asó lo afirma un estudio llevado a cabo por especialistas de la universidad de Ohio (EE.UU.).

Mejora tu dieta. Si practicas yoga, además, comerás mejor. ¿La razón? Quienes practican este deporte con asiduidad se vuelven "comedores conscientes" y distinguen cuándo las ganas de comer responden a una sensación de hambre o si obedecen a un impulso provocado por la ansiedad. Lo ha descubierto el Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson de Seatle (EE.UU.).

Menos cáidas
El yoga es especialmente recomendable para mayores de 65 años. Un estudio de la Universidad de Temple (EE.UU.), realizado con mujeres de ese rango de edad, ha concluido que practicarlo ayuda a prevenir las caídas porque incrementa la flexibilidad, el equilibrio y la confianza a la hora de caminar.

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domingo, agosto 19

¿Es mejor comer crudo?

(Un texto de Marisol Guisasola en la revista Mujer de Hoy del 19 de agosto de 2017)

Cada vez más gente se apunta al crudismo vegano. ¿Por qué lo hacen? ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de esa dieta?

La tenista Venus Williams se apuntó al veganismo crudista cuando, en 2011, le diagnosticaron síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune en la que el sistema de defensas ataca por error las glándulas productoras de humedad y que, además de producir sequedad de ojos, boca y piel, puede afectar a órganos vitales. "Como la medicina oficial no me ayudaba y me encontraba fatal, probé con esa dieta. Y la prueba de que funciona es que sigo en activo", afirmaba recientemente la deportista.

La tendencia hacia lo natural ha arrastrado a muchas otras celebrities al crudismo vegano. Gwyneth Paltrow (¡cómo no!), Madonna, Scarlett Johansson, Nathalie Portman, Demi Moore, Susan Sarandon, Sting o Cher se declaran fans de esa dieta divulgada en Hollywood por el famoso chef crudívoro Juliano Brotman.  

Asesor de restaurantes crudistas y autor del libro Espiritual Chef (una guía práctica con más de 70 recetas crudiveganas, editada por Ed. Urano), el chef argentino Javier Medvedovsky abandera en España la que califica como "una alimentación viva, que nutre cuerpo y alma". Restaurantes de todo el mundo se apuntan a la idea. Pionero en Europa fue el madrileño Crucina (Divino Pastor, 30), al que siguieron Bionéctar en Gerona (Carrer D´´en Francesc Eiximenis, 8) o The Blue Project (Princesa, 57) en Barcelona, y una larga lista en otras ciudades.

¿Cómo es esa dieta?¿Es buena para la salud? ¿Asegura todos los nutrientes que se necesitan? ¿Es verdad que ayuda a adelgazar? Para empezar a despejar estas dudas, hay que decir que no todos los expertos la dan por buena. Hace unos meses, el profesor Steven Jones (exdirector del departamento de Genética, Evolución y Medioambiente del London University College) se hizo viral al declarar que "una dieta compuesta solo por vegetales crudos puede matarte en seis meses". ¿Su argumento? "En el último periodo evolutivo, el organismo humano ha perdido las enzimas y mecanismos de absorción necesarios para digerir los alimentos crudos. Que vas a adelgazar con esa dieta es seguro, pero a costa de tu salud y puede que de tu vida".

De probióticos y enzimas 

"Las altas temperaturas que exige el cocinado destruyen vitaminas y enzimas naturales, y reducen la energía natural que tienen los alimentos crudos", se apresuraron a contraatacar los crudistas en sus blogs. "Nosotros germinamos, licuamos, fermentamos, deshidratamos, liofilizamos, maceramos... para asegurarnos nutrientes que, sinceramente, están poco presentes en la dieta tradicional", añadían.

"Como la dieta crudista es superabundante en frutas y verduras e incluye fermentados, algas y germinados, es rica en probióticos, minerales, vitaminas y antioxidantes que tienen un claro efecto antiedad", explica a su vez Gwyneth Paltrow. La exmodelo y actriz Carol Alt es seguramente la celebrity que más ha pregonado las bondades del crudiveganismo. Muchos de sus libros al respecto (no disponibles en castellano) se han convertido en bestseller.

Por su parte, la modelo Gisele Bündchen es otra fan de comer crudo, pero, al igual que Venus Williams, se declara cheagan (cheating vegan o vegana tramposa). Ambas practican el crudismo vegano como parte de una alimentación que incluye también pequeñas cantidades de alimentos cocinados. "No hace falta que todo sea crudo. Basta con que el 80% de los alimentos que consumes lo sean", asegura Bündchen.

Hoy, la gran mayoría de nutricionistas proponen ese enfoque menos radical, que combina la ingesta de frutas y verduras crudos con pequeñas cantidades de vegetales cocinados e, incluso, algunos alimentos de origen animal. Como señalan desde la American Dietetic Association: "No se trata de defender posturas dogmáticas. Estamos hablando de ciencia. Es cierto que el cocinado destruye ciertos nutrientes de los alimentos, pero también hace que otros se absorban mejor. Una buena salud necesita lo mejor de los dos mundos".

Pros y contras del crudiveganismo

Cuestión de peso 
Pro: como se consumen menos calorías, los crudiveganos pesan menos que el resto de la gente. Un estudio de 1999 con 500 personas, publicado en PubMed, comprobó cómo este tipo de dieta produce pérdidas de peso de entre 10 y 12 kilos a largo plazo. 
Contra: la tercera parte de las mujeres que siguieron estrictamente la dieta crudivegana desarrolló amenorrea o ausencia de reglas.

Cantidad de vitaminas
Pro: los alimentos crudos mantienen las vitaminas solubles en agua, como la C y las del grupo B.
Contra: un estudio de 2005, publicado en Journal of Nutrition, vio que más de la tercera parte de las personas que seguían dietas crudiveganas tenían déficit de vitamina B12. Otros estudios han comprobado que el cocinado aumenta la disponibilidad de antioxidantes, como el licopeno y el betacaroteno.

Colesterol arriba y abajo
Pro: los crudiveganos tienen menos probabilidades de desarrollar colesterol "malo" (LDL) y triglicéridos. Contra: el mismo estudio vio que esta dieta reducía los niveles de colesterol "bueno" (HDL).

Enzimas, ¿sí o no?
Pro: las altas temperaturas desnaturalizan las enzimas presentes en los alimentos.
Contra: muchas enzimas se desnaturalizan en el estómago. Además, el organismo produce enzimas de forma natural.

Seguridad y salud
Pro: como no emplea combustibles y usa vegetales orgánicos, la dieta crudista vegana es muy respetuosa con el medio ambiente.
Contra: el riesgo de desarrollar intoxicaciones alimentarias se dispara al consumir solo alimentos crudos.

Equilibrio nutricional
Pro: al descartar alimentos procesados (ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas y trans y carbohidratos refinados), la dieta crudivegana reduce el riesgo de obesidad, enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes tipo 2 o cáncer, entre otras enfermedades crónicas.
Contra: si no está bien diseñada, puede ser deficitaria en calorías. A la vez, si no se toman suplementos, puede generar carencias, en especial de vitamina B12, ácidos grasos omega-3 e incluso de vitamina D y hierro.

¿Qué se come en la dieta crudivegana?
  • Todo tipo de vegetales (frutas, verduras, legumbres, semillas, frutos secos y algas) que no hayan sido sometidos a temperaturas superiores a 40 ºC-48 ºC.
  • Además de excluir los alimentos de origen animal (incluidos los huevos y los lácteos), se descartan los productos procesados, refinados, pasteurizados, transgénicos y tratados con pesticidas, herbicidas o cualquier otro producto de síntesis.
  • Una dieta crudivegana incluye zumos, jugos y licuados preparados con vegetales crudos, deshidratados, germinados y fermentados; leches vegetales; incluso dulces preparados con frutos secos, semillas y vegetales crudos triturados.
  • Legumbres, semillas y cereales integrales deben ser remojados o germinados, para reducir el contenido en antinutrientes como el ácido fítico, los oxalatos y las lectinas.
  • Un alimento imprescindible es el aceite de oliva virgen extra ecológico. Es fuente de grasas monoinsaturadas y de sustancias vegetales altamente protectoras.
  • Como aliño, zumos de limón o lima, vinagre de manzana crudo (no filtrado ni pasteurizado), flor de sal, hierbas aromáticas y especias naturales ecológicas.

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sábado, agosto 18

Tolkien en Mordor

(Un texto de José Segovia en el XLSemanal del 6 de agosto de 2017)

Sus traumáticas experiencias en la Primera Guerra Mundial marcaron la vida de Tolkien. No solo le desencadenaron una profunda depresión, también le inspiraron los pasajes más oscuros de ‘El señor de los anillos’.

Cuando oyó el silbato, el teniente John Ronald Reuel Tolkien salió de la trinchera junto con sus compañeros de la Compañía B del 11.º batallón de los Lancashire Fusiliers. El joven oficial británico se enfrentaba por primera vez a la lucha en los embarrados campos del Somme (Francia), donde los árboles parecían esqueletos irreales, ennegrecidos por la pólvora y la metralla. Pero lo peor eran los cadáveres espantosamente mutilados, el zumbido de las balas, las explosiones y los gritos de dolor de los que caían heridos mientras avanzaban hacia el enemigo.

Aunque muchos de sus compañeros murieron ese 14 de julio de 1916, Tolkien regresó a la retaguardia sin un rasguño. Allí le entregaron una carta de su amigo G. B. Smith, en la que le comunicaba la muerte de Robert Quinter Gilson (R. Q.) en el campo de batalla. Cinco años antes los tres, con Christopher Wiseman, habían formado el grupo The Club and Barrovian Society (TCBS) en la biblioteca de la escuela King Edward de Birmingham, donde se divertían y hablaban de poesía. El sentido del humor de todos ellos era chispeante y sofisticado.

Rara vez sentían la necesidad de admitir a un miembro nuevo en ese grupo tan cerrado y extravagante. Eran días felices. Nadie había previsto la matanza hacia la que se iba a encaminar esa generación poco después. En las trincheras francesas, destrozado por la noticia que acababa de recibir, Tolkien respondió a su amigo. «Siento que la TCBS se ha terminado». G. B. Smtih le contestó que su querido grupo seguiría en pie. Pensaba que la guerra no iba a cambiar su mundo. Se equivocaba.

Abatido y sin apenas fuerzas, Tolkien se hundió en una profunda depresión. Había visto cómo su batallón era diezmado por las ametralladoras alemanas en la matanza del Somme. El primer día de lucha causó heridas a 38.000 soldados británicos y se cobró la vida de otros 19.000. Luego vendrían miles y miles de bajas más. Muchos de sus compañeros no regresarían jamás al Reino Unido. El autor de El hobbit no sufrió ninguna herida, pero sucumbió a la fiebre de trincheras, una enfermedad transmitida por los piojos.

Fue trasladado a un hospital de Birmingham, donde recibió otra carta de su compañero Christopher Wiseman en la que le comunicaba la muerte de su entrañable amigo G. B. Smith en el campo de batalla. Aquellas pérdidas y la lucha en Francia, que describió como «un horror animal», influyeron profundamente en Tolkien, que poco después empezó a imaginar lo que acabaría siendo la Tierra Media y El señor de los anillos.

Huérfano sudafricano

Este año [2017] se cumple el 125.º aniversario de su nacimiento, que tuvo lugar el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein (actual Sudáfrica). Con tres años, Tolkien se trasladó con su madre a Inglaterra. La muerte de su padre poco después dejó a su familia en una precaria situación económica. Pese a todo, el pequeño asistió a la King Edward’s School de Birmingham. Su madre murió cuando él tenía doce años. Desde entonces fue educado por Francis Xavier Morgan, un sacerdote galés de origen andaluz que le enseñó las bases del español. Tolkien aprovecharía esas nociones de castellano para crear el naffarin, una lengua que se sumó a otras que ya había inventado.

En 1908 conoció a Edith Mary Bratt, con la que se casaría años después, y en 1911 ingresó en el Exeter College de Oxford, situado junto al Fellow’s Garden, donde el joven Tolkien podía pasear entre enormes y plateados abedules, algo que le fascinaba, ya que siempre le habían gustado los árboles. Dos años después, su amigo G. B. Smith llegó a Oxford para estudiar inglés en el Corpus Christi College.

Cuando escribió El viaje de Eärendil, en 1914, su país ya había declarado la guerra a Alemania. Tolkien se inscribió en un programa que le facilitaba entrenarse militarmente sin abandonar los estudios, lo que le permitió postergar el llamamiento a filas para después de la graduación. Durante aquel tiempo escribió poesía y trabajó en otro de los idiomas que se inventó, cuyas raíces se encuentran en el finlandés. Lo llamaba quenya, «mi disparatado lenguaje de hadas».

«Tolkien creó un segundo idioma, sindarin, hablado por distintos pueblos de elfos. Modeló su fonología sobre la del galés, la lengua que, después del finlandés, estaba más cerca de sus gustos personales», escribe Humphrey Carpenter, biógrafo de Tolkien. En 1915, el joven escritor obtuvo Honores de Primera Clase en el examen final de Lengua y Literatura Inglesas, lo que le permitió albergar esperanzas de conseguir un trabajo académico una vez que concluyera la guerra.

Después de su graduación, antes de unirse al Ejército británico, Tolkien contrajo matrimonio con Edith Bratt. Tras un corto viaje de boda se marchó con su batallón a Francia, donde todo comenzó a torcerse. Después de su bautismo de fuego, el drama se instaló en el alma del joven filólogo. La terrible experiencia de la batalla del Somme la plasmó en el relato La caída de Gondolin, donde la guerra entre gnomos y elfos cobraba singular virulencia.

Diccionario original

Los nombres de personas y lugares de ese mundo fantástico estaban construidos con los lenguajes que había inventado a lo largo de los años. Esa meticulosa creación de topónimos y nombres nuevos le ocupó tanto trabajo o más que la propia escritura del relato. Cuando regresó a Oxford, Tolkien trabajó en el New English Dictionary y se embarcó en el titánico proyecto literario de dar forma a un mundo y una mitología completamente nuevos.

Tolkien, cuya fe católica era inquebrantable, creía que en un tiempo había habido sobre la tierra un Edén y que el pecado original del ser humano había provocado los males del mundo. Los elfos que imaginó eran capaces del pecado, pero eran inmortales, además de grandes artistas. «Su voluntad les basta para el cumplimiento de sus deseos», subrayó el propio autor.

Su ansia por crear clubes exclusivos lo llevó a organizar uno nuevo llamado The Inklings, que empezó a funcionar poco después de 1930 y al que se sumó su nuevo amigo Clive Staples Lewis, quien se instaló en Oxford como tutor de Lengua y Literatura Inglesas en el Magdalen College. C. S. Lewis fue el autor de Las crónicas de Narnia, una saga de relatos juveniles que recientemente ha sido llevada al cine.

Como otros libros suyos, Tolkien concibió El hobbit con la intención de entretener a sus hijos. Este año se cumple el 80.º aniversario de su puesta en venta (septiembre de 1937). El libro tuvo críticas favorables y se vendió muy bien, razón por la que su editor le pidió que continuara la fantástica saga de hobbits.

Tolkien aceptó, pero pronto comprendió que quería escribir otro tipo de aventura, menos centrada en el público infantil y juvenil. Tras muchas indecisiones y continuas correcciones, el escritor publicó El señor de los anillos en tres partes entre 1954 y 1955. Su arrollador éxito le hizo millonario. Desde entonces, su obra se ha convertido en una de las más populares de la literatura del siglo XX. Fue adaptada a la radio, al teatro y al cine: la trilogía realizada por Peter Jackson ha ganado 17 Oscar.

Disputas económicas ricos herederos

Los familiares que disfrutan los pingües beneficios que producen los derechos de autor de Tolkien demandaron a Warner Bros por unos 62 millones de euros por abuso de licencia de la marca. Alegaron que la productora cinematográfica solo puede crear merchandising de los libros, no de otro tipo de material digital, como videojuegos o máquinas tragaperras. El pasado mes de julio, ambas partes llegaron a un acuerdo económico, aunque no trascendió la suma total de dinero que obtuvo la familia Tolkien.

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Tolkien plasmó sus terribles vivencias en la Primera Guerra Mundial en sus libros como la batalla en el abismo de Helm o la que tiene lugar frente a la Puerta Negra de Mordor en ‘El señor de los anillos’. 

Se casó con Edith Brath en plena Primera Guerra Mundial. Tuvieron cuatro hijos. Uno de ellos, Christopher, terminó de escribir en 2006 el relato ‘Los hijos de Hurin’, que Tolkien había dejado inconcluso en 1918.


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viernes, agosto 17

Arreglando la igualdad

Un acertijo...

IV = III - I

Si cada palito fuera un palillo, ¿cómo conseguir que sea correcto moviendo solamente uno?





Solución:
IV - III = I

Y otra:

IV > III - I

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jueves, agosto 16

Activa tu creatividad

(Un texto de Carlos Manuel Sánchez en el XLSemanal del 20 de abril de 2017)

Los científicos lo tienen claro. Los niños nacen con un potencial creativo increíble que van perdiendo con los años. ¿Pero por qué algunas personas conservan esa capacidad? ¿Puede desarrollarse? ¿En qué parte del cerebro está la chispa de la genialidad?

Steve Jobs creía que las mejores ideas surgen en el cuarto de baño y en la cafetería, charlando con los colegas. Introspección e interconexión: dos ingrendientes de la creatividad. Cuando se fue de Apple y fundó los estudios de animación Pixar, su preocupación no eran las películas, sino obligar al mayor número de empleados a que compartiesen los momentos de mayor intimidad y la franja más relajada de la jornada de trabajo (la hora de comer). Estaba seguro de que la chispa de la genialidad surgiría entonces, no en los despachos

Así que rediseñó los planos de los estudios, que en un principio eran tres oficinas separadas: informáticos, animadores y directivos. Volvió loco al arquitecto hasta que consiguió lo que quería: un solo edificio con un gran atrio central. Allí ubicó una gran cafetería y los únicos aseos. La interacción del grupo estaba asegurada. “Las mejores reuniones ocurren por casualidad, en el vestíbulo, en el aparcamiento o mientras te lavas las manos”, decía. Resultado:  Toy story y otros 11 taquillazos, con una media de recaudación de 500 millones de euros.

Seamos igual de ambiciosos que Steve Jobs… o incluso más. Intentemos cambiar el mundo. Puede que no lo consigamos, pero quizá unas gotas de creatividad nos ayuden poco a poco a salir de la crisis o por lo menos a conseguir un empleo o a conservar el que tenemos.

Las industrias creativas dan trabajo en España a 800.000 personas y suponen el 4,8 por ciento del PIB. El capital intelectual es su principal argumento. Libros, cine, diseño, arte, publicidad, arquitectura, videojuegos, comunicación y nuevas tecnologías son sus viveros tradicionales. En Estados Unidos, el 75 por ciento de los nuevos empleos los están creando emprendedores de estos sectores. La valoración en Bolsa de Facebook y Google casi iguala a todo el Ibex 35, y la de Apple es el 50 por ciento más. “Pero la creatividad no es solo artística, sino que se puede aplicar a las matemáticas, la biología, la antropología, la genética, la filosofía, la medicina, la física, la cocina.. A todo”, apunta Jeremy Baka, uno de los publicistas más laureados del mundo.
Se trata de aplicar habilidades propias de los artistas a los procesos productivos. ¿Cuáles son esas habilidades? ¿Y cómo podemos fomentarlas? IBM realizó una encuesta internacional en la que participaron 1500 consejeros delegados. El 60 por ciento consideró que la creatividad es la cualidad de liderazgo más importante del futuro. Gente audaz para poner en práctica estrategias novedosas, incluso disparatadas, y que se sienta cómoda en la incertidumbre. En resumidas cuentas, que tenga valor para lanzarse a la piscina sin saber si tiene agua.
Pero ese salto de fe necesita un entorno favorable que, a veces, es insospechado. Un espacio físico que espoleó la inventiva de sus moradores de manera similar a los estudios Pixar es el Edificio 20 del Instituto Tecnológico de Massachusetts. “Es un lugar horrible para trabajar, con un sistema de calefacción defectuoso y con las paredes contaminadas de amianto” -cuenta Jonah Lehrer en su libro Imagine. how creativity works (Houghton Mifflin, 2012)-. Es un edificio que tuvieron que compartir desde los años cincuenta lingüistas e ingenieros informáticos. Dos clases de científicos que entonces no tenían nada en común. Pero gracias a esta convivencia forzada surgió una nueva rama del saber: la inteligencia artificial. Obligar a la gente a que salga de su zona de bienestar e interactúe con personas de otros ámbitos es mucho más importante que disponer de la mejor tecnología.

La fricción es lo que hace saltar la chispa

El físico teórico Geoffrey West sostiene que la productividad per cápita y la riqueza aumentan en los espacios urbanos por esa colisión de mentes y de ideas, es decir, por la mera proximidad de las personas. Cifra ese incremento en un 15 por ciento por cada medio millón de habitantes. Internet multiplica esas condiciones de sobrecarga intelectual. “En lugar de compartir solo vínculos con nuestra red social o comentar los blogs de nuestros amigos, tiene mucho más potencial creativo interactuar con extraños y con propuestas que nos son ajenas o que provienen de disciplinas con las que no estamos familiarizados”, añade Lehrer.

Con frecuencia, el acto de crear no es más que la recombinación de viejas ideas o bien una transposición de un campo a otro. En cierto modo todo está inventado, pero todo se puede reinventar. Los hermanos Wright aplicaron sus conocimientos en la fabricación de bicicletas a la aeronáutica; de hecho, su primer avión no era otra cosa que una bicicleta con alas. Y Larry Page y Sergey Brin desarrollaron el algoritmo de búsqueda de Google utilizando un método parecido al que se usa para clasificar artículos académicos.

Últimos 50 años demuestra que el trabajo en equipo se ha incrementado un 20 por ciento cada década en todas las ciencias. “Las ideas que cambiaron nuestra forma de pensar en la primera mitad del siglo XX eran producto de genios solitarios, como Einstein. Pero ahora las innovaciones provienen de equipos multidisciplinares -reflexiona Lehrer-. El secreto es mezclar a la gente y conectar cosas que en apariencia no tienen nada que ver. Normalmente, alguien de fuera ve más porque sabe menos. Por ejemplo, los químicos son excelentes resolviendo problemas de biología molecular. Comparten una base de conocimiento con los biólogos que les permite entender los desafíos, pero no saben tanto como para caer en las mismas trampas y quedar bloqueados”.

Desaprender es tan importante como aprender… y desconectar tanto como conectar. Carl Honoré es pionero del movimiento slow: “La lentitud no es mala. Es sinónimo de calidad. No por estar más horas en la oficina se es más productivo. Después de un descanso,la mente se oxigena y se es más creativo.

“Dar un paso atrás y mirar las cosas desde un punto de vista ligeramente diferente también ayuda. Es lo que se conoce como ‘pensamiento divergente’. Por este motivo, viajar libera la imaginación y por eso también los jóvenes, que no han aprendido aún todas las reglas, son con frecuencia más creativos que los mayores”, afirma Lehrer.


“El problema es que el sistema educativo está anclado en el siglo XIX y ahoga la creatividad. Algo hacemos mal si nuestros hijos entran en la escuela queriendo ser astronautas y salen queriendo ser funcionarios – opina el pedagogo Richard Huguet. La educación no tiene en cuenta lo que quiere la demanda, que son los alumnos. ¿Se imaginan una empresa que nunca se haya detenido a preguntar a sus clientes si les gusta lo que ofrecen? Quebraría”. Y explica que compañías como Hewlett-Packard ya no buscan al ingeniero con mejores notas, sino a aquel que sepa hablar con el cliente, trabaje en equipo, comparta y aprenda rápido.

La creatividad está asociada al lado derecho del cerebro: es el que se deja llevar por sentimientos, intuiciones, riesgo Mientras que el lado izquierdo controla la lógica, el lenguaje y las matemáticas. Las asignaturas que tienen mayor relevancia en la enseñanza actual provienen de la revolución industrial y están asociadas al lado izquierdo, mientras que el arte, la música o la educación física siguen siendo las marías. Pero en este mundo líquido, en palabras del sociólogo Zygmunt Bauman, en el que nuestras identidades son cada vez más flexibles, donde se cambia de empleo o de país cada vez con más frecuencia, es fundamental una inteligencia fluida. Si el lado izquierdo nos proporciona el hardware, el software está en el derecho. Es el que nos permite resolver problemas en situaciones donde no hay precedentes a los que agarrarse. Y si alguien se siente como pez en el agua en un mundo donde todo es nuevo, es un niño. Baka lo resume bien. “A Picasso le llevó cuatro años aprender a pintar como Rafael, pero toda una vida aprender a pintar como un niño. Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles un cuento de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles dos cuentos”.

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miércoles, agosto 15

Los trucos de los genios para fomentar la creatividad

(Parte de un texto de Carlos Manuel Sánchez en el XLSemanal del 18 de junio de 2017)

René Descartes

¡Quédese en la cama!
El filósofo se distraía con el vuelo de una mosca. Literalmente. Fue un niño enfermizo al que se permitía estar en la cama hasta las once de la mañana. Un hábito que mantuvo en su vida adulta. Una mañana, mientras seguía acostado, se percató de que podía describir la localización de las moscas en su dormitorio trazando líneas imaginarias y perpendiculares a una pared y al techo. Un sistema de ejes que inspiraría el diagrama de coordenadas cartesiano.

Salvador Dalí

El arte de las ‘microsiestas’
El pintor surrealista utilizaba periodos breves de sueño para provocar que en su mente afloraran imágenes nuevas. Lo que hacía era recostarse en una silla y sostener una cuchara sobre un plato, o sujetarla con la barbilla, de tal manera que, cuando los músculos se relajaban al entrar en una fase profunda de sueño, la cuchara caía y el ruido le despertaba. Dalí tomaba al instante lápiz y papel y empezaba a abocetar sus sueños.

Steve Jobs

Mezclar y mezclar
El fundador de Apple entró en contacto con la espiritualidad hindú durante un viaje por la India. Fue alumno de un maestro zen y practicaba la meditación a diario para estimular su capacidad de concentración y reducir el estrés. Además, consideraba que su punto fuerte era el pensamiento asociativo. Jobs mezclaba churras con merinas. Buscaba inspiración en terrenos alejados de la informática, por ejemplo, el diseño modernista.

Mark Zuckerberg

¡No pare de andar!
Las virtudes inspiradoras de una buena caminata ya eran conocidas por los alumnos de la escuela aristotélica. En sus power walks, el fundador de Facebook pasea por Silicon Valley calzado con sus famosas chanclas, acompañado muchas veces por algunos empleados. Entre los pensadores famosos que salían a caminar casi con fervor religioso se encuentran, entre otros, Charles Dickens, Werner Heisenberg, Immanuel Kant o Nassim Nicholas Taleb.

Andy Rubin

El error genial
Los comienzos de Android no fueron como para tirar cohetes. Su cofundador, Andy Rubin, reconoce que el sistema operativo estaba diseñado en un principio para cámaras y no para teléfonos. Un error clamoroso. Pero, como dijo Einstein, quien nunca ha cometido un error nunca ha probado algo nuevo. En el caso del ‘robot verde’, fue cambiar el nicho de mercado y arrasar. Cuando se equivocan, los científicos aspiran a hacerlo «en la dirección correcta».

Brian Eno

¡Rompa con la rutina!
El productor musical sabe cómo desatascar las sesiones de grabación cuando los músicos se quedan sin ideas. Lo hace con un juego de tarjetas. ‘estrategias oblicuas’, se llama. En cada tarjeta figura una tarea para romper la rutina. Todo el mundo coge una al azar. Eno obliga así a los músicos a ‘soltarse’ y probar cosas nuevas, como tocar instrumentos que no son los suyos. Sin miedo a meter la pata, porque, según dice, «el error es una intención oculta».

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martes, agosto 14

Algunos famosos hijos ilegítimos

(Un texto de José Segovia en el XLSemanal del 18 de junio de 2017 publicado con el título de "¿Qué tienen en común Castro y Ptolomeo XII?")

En la antigüedad, los hijos ilegítimos apenas tuvieron oportunidad de alcanzar puestos de relevancia política o social. Ptolomeo XII, que ascendió al trono en Alejandría siendo bastardo, fue un caso insólito. Las trabas comenzaron a diluirse en el siglo XX, aunque perduró cierto estigma que obligaba a los bastardos a realizar un esfuerzo añadido para superar esa rémora. Ese fue el caso de Fidel Castro, cuyo padre lo reconoció cuando ya había cumplido los 16 años.

En teoría no fue un bastardo, dado el reconocimiento paterno, pero su ilegitimidad lo perturbó en su adolescencia. En opinión de Serge Raffy, redactor jefe adjunto del Nouvel Observateur y autor de un libro sobre el líder cubano, «aquella anómala situación familiar puede explicar su comportamiento en los años siguientes. Es como si hubiera tenido una necesidad imperiosa de reconocimiento social y también sentimental».

Eva Perón también fue hija ilegítima. Cuando su padre, Juan Duarte, falleció en accidente de carretera, su madre, Juana Ibarguren, llevó a Eva y a sus otros hijos a ver por última vez a su padre. Pero los Grisolía, la familia legítima de Juan Duarte, no los dejaron entrar al velatorio. Eva superó aquella frustración casándose con el presidente argentino Juan Domingo Perón y convirtiéndose poco después en la ‘reina de los descamisados’.

Otro caso similar fue el de Lawrence de Arabia, militar, espía y arqueólogo que contribuyó a configurar el mapa de Oriente Medio. Se esforzaba al máximo en su trabajo para vencer su timidez y superar el trauma de ser hijo ilegítimo. Su padre era un pequeño terrateniente irlandés que abandonó a su mujer y a sus cuatro hijas para marcharse con la madre de Lawrence.

Jack London tampoco consiguió el reconocimiento de su padre. Su madre se casó con un droguero de Oakland llamado John London, que le prestó su apellido. Tras enrolarse en un barco y vivir muchas aventuras, la fama le llegó como escritor de novelas, entre las que destacaron Colmillo Blanco y El lobo de mar. Uno de los padres de la Revolución americana, Alexander Hamilton, también era hijo ilegítimo de una mujer sin apenas recursos económicos. Una congregación presbiterana de Nueva Jersey le proporcionó estudios. Años después, cuando Estados Unidos se independizó de Gran Bretaña, Hamilton fue nombrado secretario del Tesoro.

Un humanista sin complejos

Erasmo de Róterdam era hijo ilegítimo de un sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico, lo que en boca de sus biógrafos no afectó en absoluto a este gran escritor, humanista y erudito.

Ni una pizca de sangre Romanov

Catalina II la Grande, que era alemana, se casó en 1745 con Pedro III de Rusia, de la familia Romanov. Pero su hijo, el que llegaría a ser el zar Pablo I, no lo engendró con su marido, sino con el atractivo conde Soltikov.

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lunes, agosto 13

¿Quién te ha robado la vitamina D?

(Un texto de Marisol Guisasola en la revista Mujer de Hoy del 3 de junio de 2017)

Mil millones de personas en el mundo sufren carencia de este nutriente fundamental para la salud. Y los filtros solares y el sedentarismo tienen mucho que ver.

Vivimos alejadas del sol y cuando nos exponemos a él lo hacemos bien embadurnadas de cremas con altos factores de protección solar (FPS), para ponernos morenas "sin riesgos". "Pero si los filtros solares reducen el riesgo de quemaduras y de cáncer, también bloquean la capacidad del organismo para producir vitamina D", aclara Kim Pfotenhauer, profesora en la Touro University de California y coautora de un reciente estudio publicado en The Journal of the American Osteopathic Association. La mayoría de la gente ignora que una crema con apenas un FPS de 15 impide la producción del 95% de la llamada "vitamina del sol" y que hay niveles saludables de exposición sin protección que aseguran la vitamina D que el cuerpo necesita para funcionar debidamente.

Según el citado estudio, mil millones de personas en el mundo podrían tener niveles insuficientes de esta vitamina por utilizar productos con filtro solar o por enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la enfermedad renal y otras (como la celiaquía o la enfermedad de Crohn), que conllevan mala absorción de nutrientes y reducen la capacidad para metabolizar la vitamina D a partir de pescados azules, huevos, leches enriquecidas y alimentos con vitamina D.

Pero existen otras variables que se añaden al riesgo de no poder metabolizar esta vitamina. Estas son las principales:

Unión de factores:
  • La pigmentación de la piel: cuanto más oscura es, menos vitamina D sintetiza con la misma exposición al sol.
  • La latitud del lugar en el que vivimos: por ejemplo, en el sur de Europa hay más horas de sol al año que en el Báltico.
  • La estación del año, puesto que las horas y los ángulos del sol varían de una a otra.
  • La cantidad de piel expuesta al sol.
  • La edad: a los 70 años se necesita tomar tres veces más sol que durante la niñez para que nuestro organismo sintetice la misma cantidad de vitamina D.
"Lo que hay que difundir es que la vitamina D es en realidad una hormona y que, como tal, tiene un papel crucial en montones de funciones del organismo, incluidos el crecimiento y diferenciación celular, la función músculo-esquelética, el sistema nervioso, la función inmunitaria y el control de la inflamación. La prueba de su importancia es que tenemos receptores de vitamina D en prácticamente todas las células del organismo", puntualiza el dr. Esteban Jódar Gimeno, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Quirón Madrid y profesor de Medicina de la Universidad Europea de Madrid.
Lo que debes saber sobre los filtros solares
  • El FPS indica el nivel de protección frente a los rayos UVB. Un FPS de 15 filtra alrededor del 95% de los rayos UVB, un FPS de 30 filtra un 97% y un FPS de 50 alrededor del 98%. Ningún producto elimina el 100% de rayos UVB.
  • Los expertos consideran que un SPF de 15 o 30 es suficiente.
  • Hay filtros solares de dos tipos: químicos y físicos. Los filtros químicos (como la oxibenzona o el retinil palmitato) absorben los rayos solares y penetran en la piel. Los filtros físicos (como el dióxido de titanio o el óxido de zinc) actúan como reflectantes. Ya hay estudios científicos que relacionan la oxibenzona con alteraciones hormonales y daños celulares y el retinil palmitato, con crecimiento de células malignas. El dióxido de titanio y el óxido de zinc se consideran seguros, pero forman tienen su propia lista de problemas. Por ejemplo, el zinc tiene un efecto devastador en las poblaciones de coral marino y el dióxido de titanio mata los nutrientes de los que se alimentan los peces.
  • El empleo frecuente de algunos productos solares puede estar detrás de ciertos casos de dermatitis alérgica, debido a los agentes activos que contienen, además de fragancias y sustancias como la lanolina.
  • Chequea las fechas de caducidad de los productos solares y mantenlos a la sombra. Aunque la mayoría siguen siendo eficaces durante dos o tres años, la exposición al sol y el calor acelera su deterioro.
Muchas de las enfermedades crónicas de la actualidad ocurren porque hemos alterado los hábitos con los que nuestros genes evolucionaron durante milenios y la falta de vida al aire libre y el sedentarismo son dos ejemplos claros. "De hecho, una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra salud es recuperar el hábito ancestral de la actividad física al aire libre, que además de asegurarnos vitamina D disminuye el riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cánceres y hasta depresión", asegura el dr. Jódar.

La forma actual de tomar el sol (totalmente nueva en la evolución humana) ayuda también a entender la alta incidencia de cáncer de piel. "La costumbre de tomar el sol unos días al año, generalmente en verano, pensando que una crema con alto FPS nos está protegiendo, es muy peligrosa", explica Michael F. Holick, endocrinólogo de la Boston University y el experto que más ha estudiado el papel de la vitamina D en el mundo.
Debilidades y fracturas
  • La Endocrine Society considera insuficientes niveles de vitamina D de entre 21 y 30 ng/ml. Los inferiores a 20 ng/ml indican deficiencia. Los síntomas de este déficit incluyen debilidad muscular, dolores óseos y fracturas. Si notas esos síntomas, consulta al médico y pregunta por la suplementación con vitamina D3.
"Por un lado, los filtros solares no eliminan el riesgo de cáncer de piel. Por otro, si siempre nos exponemos al sol protegidos, nos privamos de la vitamina del sol y aumentamos el riesgo de déficit. No es un problema banal. Hay estudios que indican que unos buenos niveles de vitamina D mantienen el sistema inmunitario, reducen el riesgo de depresión y deterioro cognitivo, regulan los niveles de insulina, la función pulmonar y cardiovascular, y la expresión de genes implicados en el cáncer".

Nuevos filtros solares intentan poner fin al debate entre la necesidad de protegernos frente a la radiación y el déficit de vitamina D. El propio Holick ha sido pionero al lanzar un producto (Solar D, con un FPS de 30, aprobado por la FDA, la agencia norteamericana del medicamento), que permite producir suficiente vitamina y, a la vez, ofrece la protección necesaria. Con todo y con eso, sigue insistiendo en que "un paseo de entre 5 y 15 minutos al día, con los brazos y las piernas descubiertos y sin protección es suficiente para lograr vitamina D sin riesgo de cáncer". Pasados esos minutos, busca la sombra, aplícate buenos productos con filtro solar y cubre la piel.


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domingo, agosto 12

Ella fue la primera (directora de cine)

(Un texto de Cristina Morato en la revista Mujer de Hoy del 10 de junio de 2017)

Hay que celebrar que en los últimos tiempos los nombres de pioneras del mundo de las artes salgan a la luz. Películas, obras de teatro, documentales, nos devuelven las fascinantes vidas de mujeres que nadaron a contracorriente y triunfaron en un mundo de hombres. Ahora, un libro de la profesora Alejandra Val Cubero, rescata del olvido la trayectoria de Alice Guy, la primera directora de cine y autora de más de 1.000 películas, cuyo nombre fue borrado de la historia por ser mujer. En abril de 1896, esta parisina rodó la primera película de ficción. Casi medio siglo después de su muerte, es hora de recordar a esta realizadora pionera que, durante décadas, trabajó en Francia y en Estados Unidos.

La de Alice es una historia de superación, ingenio y fuerza de voluntad. Nació en un suburbio de París en 1873 y su infancia transcurrió en varios internados entre Francia, Suiza y Chile. Era la quinta hija de un editor y dueño de una cadena de librerías. A la muerte de su progenitor, su madre comenzó a trabajar y ella estudió mecanografía y taquigrafía. Al poco tiempo, León Gaumont, fotógrafo y pionero de la industria del cine, la contrató como secretaria.

Cuando, en 1895, Alice asistió a la primera proyección con público de los hermanos Lumière, se quedó maravillada. Había nacido el cine y convenció a su jefe de que podía ser un negocio muy rentable. Animado por ella, Gaumont creó una productora de películas y la puso a ella al frente, pero con la condición de que siguiera realizando sus funciones como secretaria. Fue entonces cuando Alice decidió escribir una fábula corta para que sus amigas se divirtieran. Tenía 23 años y el resultado fue la primera película donde se contaba una historia: El hada de los repollos, un cuento que apenas duró un minuto, donde usó efectos especiales y cámara lenta. Alice Guy se había convertido en la primera mujer cineasta del mundo y, tras su éxito, se embarcó en proyectos más ambiciosos.

En los siguientes años, la francesa dirigió más de un centenar de películas y en 1906 rodó la primera superproducción de la historia: usó 25 decorados y más de 300 extras, además de incluir exteriores en el bosque de Fontainableau, a las afueras de París. Tras su matrimonio con el operador de cámara Herbert Blanché, se trasladó a EE.UU. donde no dejó de trabajar y dirigió sin parar, comedias, dramas y películas del Oeste. El divorcio la hizo regresar a Francia con su hija en 1922 y fue entonces cuando su estrella se apagó.

Alice Guy falleció a los 94 años en una residencia de ancianos en Nueva Jersey. En su vejez, lo que más la hizo sufrir fue que su nombre no figurara en la historia del cine. Ningún periódico recogió la noticia de su muerte ni reconoció sus méritos. El libro de Val Cubero, profesora de Comunicación de la Universidad Carlos lll de Madrid, hace justicia a una de las figuras más importantes de la historia del séptimo arte y rescata la trayectoria de una artista excepcional y adelantada a su tiempo.

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